Capítulo Siete
El accidente
ADELA
Al acabar las clases, Sam nos invitó a ir a una fiesta de bienvenida. Nosotros lo pensamos demasiado y la verdad que ninguno de los cuatro teníamos algo interesante que hacer por la tarde. Aceptamos, la fiesta era fuera del pueblo, era cerca del campo de fútbol al que fuimos ayer, Sam tenía ahora un auto, nos subimos en dicho auto.
Dejamos las mochilas en la cajuela, al parecer la casa estaba más lejos de lo que pensamos, casi llegamos a la carretera de camino a la ciudad. El auto de Sam se estacionó cerca de unos árboles, nosotros bajamos del auto, mire a mis amigos quiénes no estaban del todo contentos por estar aquí, pero no quedaba de otra, los cuatro estábamos castigados y al llegar a casa no tendríamos nada bueno que hacer, sólo mirar el techo.
—Pueden entrar, llego en un momento—nos dijo Sam, nosotros asentimos y agarrados de las manos entramos a la casa.
Al estar dentro la música invadió mis oídos, tenían pop, muchas personas bailaban al ritmo de la música, mujeres y hombres que no conocía, se suponía que la fiesta era para Sam que apenas había llegado, el pueblo no se enteró por lo visto pues no veía a nadie conocido del vecindario.
La gente parecía mas de la ciudad que del pueblo, algunas mujeres se estaban besando con chicos y otros... estaban pasando al siguiente nivel en público, todos se habían pasado de copas y no eran conscientes de lo que hacían o veían.
Chiara se veía incómoda, era de imaginarse ella no estaba acostumbrada a ir a fiestas y bueno, yo tampoco. A la única fiesta que fui, fue a los cumpleaños y más que nada iba por los dulces de las piñatas.
—¿Esto es una fiesta? O ¿Una sesión de prostitución?—preguntó Chiara, los tres alzamos los hombros.
Veck fue el primero en agarrar una bebida, por el color supuse que era vino, Chiara no tomó nada al igual que Daniel y yo, no somos de ir a fiestas, y tampoco consumimos alcohol.
Después de unos 15 minutos, Sam entró por la puerta, agradecí pero luego me arrepentí pues lo vi entrar con dos mujeres, las cuáles lo estaban tocando y besandolo. De haber sabido que esto sería de esta manera mejor ni hubiera aceptado venir.
Hace 15 minutos Sam estaba super sobrio y ahora se encontraba borracho. ¿En serio?.
—Oigan esto ya no está gustando—opinó Veck y le dimos la razón, no nos sentíamos cómodos en este lugar.
—Tenemos que irnos—comentó Chiara.
—¿Cómo?—preguntó Daniel—El único que trajo auto fue el idiota este—señaló a Sam.
Sam pareció darse cuenta que tenía unos cuatro invitados los cuáles dejo solos en medio de una fiesta en la cuál no conocíamos a nadie.
—¡Chicos! Que alegría verlos... ¿Qué hacen aquí?—preguntó Sam tambaleante en su lugar, el hipo se escapó de sus labios y el olor de alcohol no duró en aparecer.
—Viendo como nuestro boleto de regreso está borracho—le dijo Veck, casi gritado, pues la música estaba muy alta.
—Que mal boleto—dijo Sam, no tenía ni idea que hablábamos de él.
Veck se giró para quedar frente a nosotros.
—Las llaves las tiene en su bolsillo delantero, tenemos que quitarselas e irnos de aquí—dijo su plan.
—¿No es más fácil irnos a pie?—preguntó Chiara.
—Sí quieres irte y correr el riesgo de ser secuestrada, adelante—dijo Veck.
—Por eso digo que mejor hay que quitarle las llaves..., ¿Cómo haremos eso?
—Está borracho y su "distracción" son las mujeres, que tal, si una de ustedes lo seduce y le quita las llaves—sugirió el moreno.
—¿Disculpa?—dije indignada.
—Que tal si mejor, si lo seduces tú, Veck—sugirió Chiara.
—Ustedes son las mujeres, saben más de eso
Rodamos los ojos, iba a acercarme cuando Chiara se me adelanto, ¿Chiara seducir? ¿Estoy soñando acaso?
Mi mejor amiga se acercó a Sam, este la veía con una sonrisa, Chiara empezó a enrollar sus manos alrededor del cuello de mi amigo, este olía su cuello, Chiara dejaba besos húmedos en su cuello, paseaba su mano por la camisa de Sam que tenía uno que otro botón fuera.
Y mientras tanto, nosotros la veíamos con cara de pendejos, observamos la escena con la bica abierta, los ojos abiertos. Este es un día raro, muy raro.
Chiara seguía moviéndose, su mano seguía bajando hasta llegar al bolsillo delantero, introdujo su mano y cuidadosamente sacó las llaves, se fue separando de Sam. Antes de alejarse hizo lo que ninguno de nosotros imaginó.
Lo beso...
Le dio un beso en la boca.
Estaban pasándose sus lenguas.. Ay que asco.
—¿Me traen agua?—preguntó Veck, sin despegar mis ojos de la escena, agarro una copa de Whisky, Veck la agarró y se la tiro a la cara y lo mismo hicimos nosotros dos.
Sam tenía sus manos en la cintura de Chiara y se fue deslizando hasta llegar a sus... joder que asco.
Al fin, Chiara se separó y le guiñó un ojo antes de acercarse a nosotros, cuando lo hizo notamos que Sam había quedado con una gran y notable erección.
—¿Quién eres y qué hiciste con Chiara?—pregunto yo.
—Andando—dijo ella
No nos movemos, aún estamos sorprendidos por la escena que nuestros ojos acaban de presenciar.
—¿Qué parte de "muevan sus culos" no entienden?—preguntó Chiara.
Después de estar ahí parados shockeados. Empezamos a caminar fuera de la casa, pero nuestras bocas y ojos demostraban los sorprendidos que aún estábamos por la escena erótica que montó Chiara, sin duda cumplió su papel de seducción.
Buscamos el auto, Veck se subió como piloto, yo como copiloto. Chiara y Daniel iban en los asientos traseros.
Veck encendió el auto y empezó a conducir todo iba con tranquilidad y silencio, Veck iba moviendo sus dedos en el volante. Pero hubo una parte que el carro se movía en zigzag. El moreno intentaba de tener esas movidas pero parecía no tener resultados.
El volante se movía por si solo. Autos aparecieron en nuestro camino, Veck intentó usar los frenos pero, casualmente, no servían.
—¡Chicos!—fue mi última palabra antes que el carro chocará con un tráiler...
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Elementos [#1] ✔️
Science FictionEllos no eran normales. Ellos no tenían ni idea de lo que pasaba. Confiaron en personas que no debieron confiar. Amaron a personas que no debieron amar. Pelearon como si no hubiera un mañana. Perdieron como humanos. Ganaron como Guerreros. Aquí nada...