Capítulo Cuarenta y cuatro
Herida
ADELA
Sentí mi cuerpo chocar con el duro suelo, en ese momento me gustaría maldecir a los cuatro vientos.
Nos levantamos como pudimos y vimos a Sam en posición para pelear.
¿En serio?
—Yo me encargo esta vez de Sam—le digo y ella asiente.
Camino hasta Sam en paso seguro, él niega muchas con la cabeza, esta vez no tiene una sonrisa en sus labios y eso me sorprende.
—No quiero pelear contigo—me dice.
—Eso tuviste que pensarlo antes de secuestrarme, idiota—le contestó antes de lanzar mi primer golpe el cual no logra esquivarlo.
El lanza otro golpe que milagrosamente logro esquivar.
—Yo no quería unirme a su equipo—confiesa refiriéndose a Violet.
—Pero igual lo hiciste ¿No? Y mira como terminaron las cosas.
Así siguió la pelea, él siempre hablaba con cada golpe que daba.
—Eras mi mejor amiga, no quería hacerte daño...
—Pero me hiciste más daño estando con ella, Sam. Mira todo lo que está pasando, mira cuantas personas han muerto... y sé que eso no es tu culpa pero igual estás de su parte.
—Yo no sabía que tú eras una de ellos, de haber sabido no hubiera aceptado estar de su parte.
No quería creerle, pero sus palabras sonaban sinceras.
—Pero luego te enteraste y aún así cumpliste sus ordenes—comenté lanzando otra esfera.
—Si no lo hacía, moriría y tu también.
—Yo fallecí cuando mi abuelo también lo hizo—dije antes de elevarme y causar una pequeña explosión a su alrededor, ahora tenía más experiencia en eso.
Trataba de evadir todas las voces que decían que creyera en Sam.
—Sabes que no fue mi culpa—dijo en un susurro.
—Lo sé, pero igual tus disculpas no harán que regresé.
—¿Y tu amor por mí tampoco?
Alcé una ceja.
—Se que estuviste enamorada de mí antes.
—Tu lo dijiste antes, cuando no eras un patán.
El negó antes de hablar:—No me di cuenta en ese entonces, pero ahora estoy empezando a sentir lo mismo que una vez sentiste por mí.
—Pues que pena por ti, pero ahora solo siento odio hacia ti.
—¿Hay alguna forma de que me perdones?
—No.
Seguido de eso seguí atacándolo con todo el poder que tenía en mi sistema.
—Te di mi confianza y la arruinaste, una vez de ti mi amor y lo despreciaste, no quieras hacerte ahora la victima—dije sin dejar de pelear contra él.
—Entiende, no tenía opción.
—Todos tenemos la oportunidad de decir no, Sam, y tu lo sabes.
—Por favor, Adela, dame una segunda oportunidad.
—¿Para qué? ¿Para qué la arruines otra vez? No gracias.
Parecía que no se cansaba de hablar.
—Mira en lo que te has convertido, si no fuera por el accidente que provoqué, sus poderes no habrían despertado.
Me congele.
—Así que fuiste tu quien ocasiono ese accidente—le lance otra esfera con más fuerza.
—Fueron...
—¿Ordenes?—pregunto interrumpiéndolo y asiente—, debí imaginarlo, no me sorprende que aquella fiesta a la que fuimos en donde casi nos matan, haya sido tu culpa.
—Sabes que tenía que hacerlo.
—¿Donde quedaron tus promesas Sam? ¿En una tumba?—le pregunté, tenía que aceptar que su traición me había dolido.
—Hice esto para protegerte,
—Pues no quiero tu protección.
Dicho esto le lance un golpe que lo tiro al suelo, y así gane la pelea. Pude ver que Chiara ya había vencido a Violet nuevamente.
Sonreí y me di la vuelta para alejarme de ese lugar y poder ir con los chicos, pero entonces una voz me detuvo.
—¡Adela! ¡Cuidado!—escuché la voz de mi amiga.
Me di la vuelta y lo primero que vi fue un hierro afilado que se dirigía a mí.
No reaccione a tiempo y cerré los ojos esperando el golpe, él cual nunca llego.
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Elementos [#1] ✔️
Science FictionEllos no eran normales. Ellos no tenían ni idea de lo que pasaba. Confiaron en personas que no debieron confiar. Amaron a personas que no debieron amar. Pelearon como si no hubiera un mañana. Perdieron como humanos. Ganaron como Guerreros. Aquí nada...