Epílogo

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ADELA

Habían pasado varios meses después de aquella batalla que tuvimos que enfrentar, las cosas en el pueblo cada vez eran mejor, ya no habían tantas peleas como antes y la gente disfrutaba de cada momento con su familia como si fuera el último.

Supieron aprender la lección, cuando una persona muere duele en el alma, aunque no hubieras convivido mucho con esa persona, aún te duele y ellos ahora sabían lo difícil que sería vivir sin uno, se apoyaban mutuamente.

Éramos considerados los guardianes del pueblo, tanto Veck, Chiara y Daniel y yo nos propusimos cuidar de todo el pueblo, de esa manera no habría tanto peligro por si otra persona quería hacernos daño.

—¡MIERDA!—Gritó Veck lanzando una almohada a la televisión directamente.

—Hey—lo regañé—, cuida más mi televisión, que hoy en día están muy caras y cara de rica no tengo.

—Pero están engañando a esta estúpida y no se da cuenta la muy ingenua—Veck se la ha pasado mirando novelas como si fuera una señora chismosa, le grita a la televisión cuando los protagonistas hacen algo mal.

—Sí, pero la televisión no tiene la culpa—Él niega con la cabeza y sigue mirando aquella novela.

Camino hasta llegar a la cocina en dónde está Chiara cocinando con una sonrisa.

—Tú novio terminará destruyendo mi televisor—le digo. Chiara y Veck habían formalizado la relación después de lo sucedido con Violet.

—Y tu novio va a matarme, está confundido la azúcar con la sal, como tres veces seguidas—dice rodando los ojos.

—¡No es mi culpa que sean parecidas!—grita Daniel llegando con una bandeja de galletas.

Al igual que Veck y Chiara, Daniel y yo también habíamos iniciado una relación, ya era momento de formalizar lo nuestro como se debía.

—Amor, solo a ti se te ocurre confundir la sal con el azúcar, son texturas diferentes—le recuerdo y él hace un puchero dejando la bandeja en un lado.

—Las cosas serían más fáciles, si Chiara no estuviera gritándome todo el tiempo que hacer y que no hacer—se queja.

—Oh perdona por cuidar nuestra salud— irónica mi amiga.

Sonrío negando con la cabeza.

Mi vista se enfoca en la ventana, ahí es cuando me doy cuenta que en el cielo se encuentra un estilo de agujero negro.

—Chicos...—los llamé.

—¿Sí?—Responde Daniel.

—¿Mm?—Responde Chiara.

—¡¿QUE QUIERES?!—Grita Veck.

Existen tres personas al responder a un llamado y yo soy Veck, fin del comunicado.

Les señale el cielo, ellos ven sorprendidos y confundidos aquel fenómeno.

Salimos de la casa y Veck al vernos salir hace lo mismo.

—¿Que demonios les...

La pregunta de Veck se queda en el aire cuando ve ese agujero negro, algunas personas del pueblo también se dan cuenta de ello y les indicamos que se queden justo donde están.

Con nuestros poderes nos impulsamos hasta estar cerca de aquel agujero.

Escuchamos risas y voces no muy claras.

Cuando nos acercamos más, las voces se escuchan mejor.

Somos nosotros.

Niños, dejen de jugar con eso, lo van a romper—Esa es mi voz, me escucho algo enojada e irritada. Luego se escucha que algo se rompe—. Les dije, ahora su padre estará muy molesto con ustedes.

Un timbre suena, escucho pasos y el sonido de una puerta abrirse.

Llegará el momento en que le lancé una llama de fuego a mi jefe—¿Daniel?

—Mejor ni te pregunto cómo te fue.

El silencio reina en el lugar y luego un grito ahogado se escucha por parte de Daniel.

—¿Quien fue?— Pregunta.

—Fueron los niños, les dije que dejarán de jugar con eso pero no me hacen caso.

—¿Puedo matarlos?

—¡Daniel! ¡Son tus hijos!

Alto ahí.

¿Hijos?

¿Tenemos hijos?

De repente se escuchan gritos, gritos asustados de muchas personas.

—¿Que sucede?—Esa es la voz de mi querida amiga Chiara.

—Ha vuelto—Dice Veck, por lo visto.

—¿Quién?—Pregunta mi amiga.

—Violet—Respondo yo.

¿Que mierda?

Elementos [#1] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora