Capítulo Cuarenta
Fuego
ADELA
Desperté por un rayo de sol que ingreso a la cabaña, me dolía el cuerpo y no entendía el por qué, hasta que pude darme cuenta que me dormí en una mala posición.
Escuché los ronquidos de Veck y tuve que taparme la boca para no reír, se escuchaba demasiado gracioso, de igual manera no tenía que burlarme, sabía perfectamente que yo también roncaba.
Froté mis ojos con ambas manos, vi a Daniel dormir plácidamente, se veía demasiado tierno. Tratando de no despertar a nadie, salí de la cabaña.
Al salir pude ver a muchos animalitos, cuando me vieron algunos se fueron pensando que les haría daño, y otros se quedaron pues había convivido con ellos ayer. Me acerque un poco y volví a crear una esfera de agua para dárselas y así, ellos podían beber.
Amaba a los animales casi, con mi vida entera. Eran demasiado hermosos, aparte que desde niña siempre fui curiosa sobre los animales, leía documentales, iba a muchos centros de adopción para ver como eran, algunas veces iba al bosque para observarlos de mejor manera y cada que alguien les hacía daño, yo parecía el mismísimo demonio.
Incluso les colaba nombres, no recuerdo mucho los nombres que les colocaba, pero estoy segura que eran tiernos como graciosos.
Subí la mirada, pude ver la montaña. Esa montaña de la cual nos habíamos aventado, era demasiado loco esto, demasiado curioso como de un día para otro éramos otras personas.
Viví mucho tiempo creyendo algo que era mentira, mi madre, mi verdadera madre había muerto, me entregaron a otra familia y crecí con ellos pensando que eran mis verdaderos padres, pero ahora entendía que hicieron un gran trabajo cuidándome y se merecían llamarlos padres.
Quería regresar el tiempo a los momentos felices, a los momentos en donde no tenía que preocuparme por esto, no tenía que preocuparme por salvar a tantas personas. Claramente eso no se podía.
No me malinterpreten, es increíble tener poderes, es increíble tener habilidades que uno creía que solo existían en los cuentos o en las películas, pero no era fácil, no era fácil tener que ocultarte, no era fácil tener que salvar a los demás, no era fácil sacrificar a tus seres queridos.
Pero mamá dio su vida para salvar a este mundo, se fue dejando a una hija aquí, se fue para que tuviera una vida mejor. ¿Mi destino sería el mismo?
¿Tendría que sacrificarme para salvarlos a todos?
¿Tendría que morir para que tuvieran una vida sin estos problemas?
Tantas preguntas estaban en mi cabeza que sentía que me iba a explotar la cabeza en cualquier momento, mis amigos me ven como una salvadora, como la persona que tiene una respuesta a todo, pero no saben todo lo que me está costando, no quiero que me vean débil, no quiero que vean a una Adela a punto de tirar todo a la mierda, no quiero eso.
Sé que no tengo que rendirme, sé que mi abuelo cuenta con nosotros para esto. Y no quiero decepcionarlo.
Lo peor de todo que tuve que ver como la persona que antes quería tanto me traicionaba. Sé que no vale la pena ponerme mal, pero enserio, fueron muchos años de amistad y muchos momentos que parece que nunca le importaron, fui una estúpida al creer en sus promesas, ahora sabía la persona que era.
Y me asustaba en lo que se había convertido.
Mis pensamientos se vieron interrumpidos por los pasos de mis amigos.
—Pensé que no podría dormir, veo que siempre termino como un completo payaso—murmuró Veck frotando sus ojos con sus manos.
Sonreí.
Iba a responderles cuando mi mirada se desvió y pude ver humo. Había bastante humo subiendo, creando distintas formas.
Parece que mis amigos lo notaron después de unos segundos, caminé acercando un poco más, entonces pude ver fuego.
Oh no.
El fuego estaba justo en lado del pueblo, asustada y preocupada, use mis poderes para elevarme y efectivamente, el pueblo se estaba incendiando.
Nos acercamos más, me dispuse a usar mis poderes para apagar aquel fuego. Veía como amigos no sabían que hacer, tenía entendido que la tierra a veces apaga el fuego cuando es poco, pero esto era demasiado y Veck no sabía que demonios hacer, si Chiara usaba sus poderes el fuego se iba a extender por más lugares y bueno... Daniel, él sin duda no sabía como ayudar.
Era complicado apagar el fuego sola, así que, no me importo en ese momento las palabras de los chicos sobre mis poderes. Con mis manos cree una esfera bastante grande y la solté con bastante intensidad, el agua llego a más lugares apagando el fuego. Habían unos bomberos ayudando, al verme se sorprendieron pero luego sonrieron.
Mientras el fuego se apaga iba creciendo por otras partes.
Pude ver como Daniel se fue elevando hasta quedar en medio de todo el caos, empezó a mover sus manos y entonces entendí lo que hacía.
Todo el fuego que había en las casas se estaba yendo al cuerpo de Daniel, él estaba absorbiendo todo ese caos.
Para ayudarlo, seguí creando las grandes esferas, mis dos amigos, Veck y Chiara estaban ayudando a las personas, las estaban alejando de toda esa destrucción. Los bomberos no me dejaron sola y también ayudaron con el agua.
Estuvimos así varios minutos hasta que todo el pueblo estaba a salvo, ya no quedaba ningún residuo de fuego, me acerque rápidamente cuando toque el suelo, a Daniel.
—¿Estás bien?—Le pregunté y asintió.
—Si, ¿y tú?
Miré mi marca de nacimiento y había sangrado un poco.
—Supongo que bien.
Él me abrazo y no tarde en corresponder aquel abrazo.
Pero entonces las cosas comenzaron a empeorar.
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Elementos [#1] ✔️
Science FictionEllos no eran normales. Ellos no tenían ni idea de lo que pasaba. Confiaron en personas que no debieron confiar. Amaron a personas que no debieron amar. Pelearon como si no hubiera un mañana. Perdieron como humanos. Ganaron como Guerreros. Aquí nada...