Capítulo Treinta y cuatro
Montañas
VECK
Tuvimos que decirles a los chicos del pueblo que cuidarán de los niños y que pronto íbamos a regresar.
No sabíamos exactamente hacía donde caminábamos, pero íbamos seguros de nuestros pies, Taylor nos había dado un poco de información sobre esa mujer y en los lugares no puede estar, además cuando nos toco viajar al paso—literalmente— nos dimos cuenta de varios lugares cercanos.
Nos alejamos demasiado del pueblo, tanto era así que estábamos a una altura prudente para ver lo pequeño que era.
Agarré de la mano a Chiara para poder ayudarla, pues empezamos a subir unas montañas, Chiara a veces se iba de lado y para que no se cayera le agarré la mano, si ella caería, caería yo también, por lo visto.
Daniel iba al frente, no era necesario adivinar para saber que estaba enojado, preocupado y frustrado. Adela siempre ha sido una persona importante para él, ellos dos suelen bromear bastante se pueden comportar como amigos aún sabiendo que se gustan. Sabemos lo mucho que la quiere y lo mucho que sufriría si la llega a perder.
Yo estaría igual que él si hubieran agarrado a Chiara, aunque eso no quitaba que estaba preocupado por mi mejor amiga.
Seguimos subiendo las montañas intentando no caer en el intento, cuando estuvimos lo suficiente lejos de la población, use mis poderes para que el camino fuera más fácil. Chiara ayudaba con el viento, pues en las montañas el clima es más frío y Daniel ayudaba con el fuego para que no nos diera tanto frío.
A Chiara eso no le importaba, ella estaba familiarizada con el frío, gracias a su poder.
—Esto cada vez está más complicado—Susurró Chiara sentándose en una de las rocas para recuperar las fuerzas que perdió, nosotros hicimos lo mismo.
—No puedo creer que Sam era parte del equipo de Violet—Susurré.
—Ahora sabemos porque regreso, quería esto, ella quería encontrarnos y lo hizo—comentó Chiara con una mueca de desagrado.
—No todo lo tenían planeado y no nos dimos cuenta—declaró Daniel agarrando su cabello con desespero como solía hacerlo cada que jugábamos un partido.
—No estamos para lamentos—Chiara se levanta de la roca—, tenemos que seguir para encontrarla y de paso a nuestros padres también.
—¿Por qué te preocupas por tus padres después de lo que te han hecho?—La pregunta sale de mi boca sin poder controlarla, quiero darme una bofetada en ese instante. Daniel me mira sorprendido, nunca había tocado ese tema.
Chiara me mira unos segundos, bastaron esos pequeños segundos para darme cuenta que también estaba sorprendida, nunca le pregunté directamente lo que pasaba o porque seguía con esas personas, quien se encargaba de sacar algunas veces información era Adela, pero nunca lo decía por respeto a la rubia.
—No lo sé, pero una vez prometí que nunca sería como ellos... y es por eso que no los dejaré ahí, solos, no haré lo mismo que ellos hicieron conmigo.
Dicho esto, ella se dio media vuelta para seguir caminando. Me sorprende su respuesta, otra persona hubiera sido, no le he importarían unas personas como los padres adoptivos de Chiara, sin embargo ella era diferente a los demás, físicamente y mentalmente, era diferente.
Daniel me hizo unan señal para que caminará y eso hice, mis pies se iban cansando, no me gustaba caminar y quería usar mis poderes pero ahora era algo peligroso.
Llegamos a la cima de aquella montaña que nos contó subir, pero me decepcioné cuando no vi nada relacionado con esa mujer, solo habían rocas y más rocas, nada que nos ayudará a encontrar a nuestra amiga.
—No hay nada—declaré con fastidio.
Daniel no dijo nada, solo camino con lentitud observando todo, como si fuera la gran maravilla de este mundo. Parece que encontró algo llamativo pues se agachó.
—Creo que te equivocas—dijo mi amigo, lo miré extrañada, entonces vi lo que tenía Daniel en una de sus manos. Era el collar de Adela, el collar de amistad que tenía con Chiara.
Rápidamente nos pusimos a buscar por otro lugar, si su collar estaba aquí, eso quería decir que estábamos más cerca de lo que imaginamos.
Sentí algo en mi cabeza, pensé que uno de mis amigos me golpeó pero no fue así, extrañado miré a la nada, levanté mi mano y sentí algo.
Era una estructura diferente pero había algo, lo raro era que no sen veía nada.
—Chicos...—los llamé, ellos me miraron curiosos—, creo que encontré algo.
Les indique que levantarán su mano al frente y ellos hicieron caso, se dieron cuenta que había un tipo de estructura algo rara , pero no se podía ver, solo tocar.
Daniel se quito la mochila que llevaba en sus hombros, agito sus manos y miro a Chiara.
—Quiero que atraigas una ráfaga de viento, y la lances a dónde tu crees que está esta cosa, ¿okey?—ella asintió—, bien, a la cuenta de uno... dos...
—Tres...—susurró ella, movió sus manos y el viento no tardo en llegar, Chiara lanzo esa ráfaga al frente y luego Daniel lanzo parte de sus llamas de fuego al frente, y así poder ver con más claridad.
Era un tipo de guarida, invisible.
Bien, creo que ahora ya nada puede sorprenderme.
Daniel nos indico que recordáramos donde estaba cada cosa, luego quito sus manos y las llamas desaparecieron y de igual manera la poca vista de aquella guarida.
Di un paso al frente y recordé que había una perilla, dando pequeños golpes la encontré, estaba sin llave, abrí la puerta y ahora se podía ver algo negro.
Los tres entramos y cerramos la puerta detrás de nosotros, no estuvimos ni un minuto dentro de esa guarida cuando sentimos que el suelo se abrió y empezamos a caer de picada.
Caímos en el suelo, ya me hice mierda mi cara con ese golpe.
Ya estando en el suelo vimos más claridad que antes, nos levantamos como pudimos.
Había una puerta medio abierta, con cuidado y sin que nadie nos viera, caminamos hacia esa puerta.
Cuando la abrimos un poco más, nos sorprendió, como también nos emocionó ver a esa persona ahí.
Adela estaba en esa habitación, flotando y a su alrededor tenía un aura color morado, estaba cabizbaja, pero parecía estar bien, no la golpearon.
—La encontramos—susurró Daniel con una sonrisa en sus labios.
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Elementos [#1] ✔️
Science FictionEllos no eran normales. Ellos no tenían ni idea de lo que pasaba. Confiaron en personas que no debieron confiar. Amaron a personas que no debieron amar. Pelearon como si no hubiera un mañana. Perdieron como humanos. Ganaron como Guerreros. Aquí nada...