cuarenta y cuatro.

1.6K 194 130
                                    


- ¡Aléjate, Liam! ¡Él estará bien! ¡Solo aléjate! - Harry luchaba por mantener alejado al manojo de nervios entre sus brazos, por otro lado el alfa solo pensaba en entrar en esa jodida habitación y comprobar con sus propios ojos que el Omega aún seguía con vida.

- ¡No lo entiendes, Harry! - espetó dándole un empujón al susodicho, el cual no luchó por darle su espacio, Liam nunca se había quebrado frente a nadie, jamás. Pero en cuanto los ojitos ámbar se cerraron, no pudo contenerse más. No le importó que su gente o vea derrumbarse mientras que los médicos hacían lo posible por reanimar al Omega. No le importó mostrarse débil, no si todo era por Zayn.

Los médicos consiguieron rápidamente llevarlo al ala medica, dónde ahora se encontraban, practicandole la cirugía e intentando hacer todo lo posible para no perder al pequeño.

Aún así, Liam no se encontraba tranquilo, caminaba de aquí para allá, queriendo entrar por esa puerta y quedarse a un lado de su Omega, quería estar junto a Zayn, quería saber que él estaría bien.

- tengo a mí Omega junto a mí, claro que te entiendo hermano. - habló suavemente el rizado.

- a tu Omega no le han desgarrado el jodido pecho y lo han llevado a su muerte segura, Harry. - espetó.

- se que estás enojado y te sientes como una mierda ahora, por eso te dejaré pasar tu tonto humor de porquería que traes, Liam. - habló llamando a su paciencia el ojiverde. - ese Omega es fuerte, Hermano, además de que tiene la sangre de su alfa corriendo por sus venitas ¿Recuerdas? Es por eso también que ha sobrevivido, soportando el traslado hasta aquí, su pecho está prácticamente abierto y.. bueno.. es sorprendente que aún respire, eso es bueno ¿O no?

- Harry. - bufó el castaño. - esas palabras no me ayudan para nada, por la luna.

Rodando los ojos, el rizado siguió. - a lo que voy, es que sobrevivirá, es obvio, sino ya hubiese muerto mientras su padre lo sacudía como un peluche en el suelo y...

- ¡Harry!

Levantando sus manos en señal de paz, el alfa retrocedió. - tranquilo, se va a poner bien, eso.

- por dios ¿Dónde está Louis? - si ese pequeño Omega no se aparecía y se llevaba a su peor pesadilla de su lado, no podría controlarse en golpearlo.

- mí Lou está sedado en una de las habitaciones, estaba como loco ¿No lo viste, queriendo entrar en el quirófano y golpeando a uno de los doctores? Oh, no, cierto que tú estabas igual. Bueno, en fin, está dormido, tu deberías hacer lo mismo, o mejor dicho ir a que te revisen esas heridas, ¡Liam, estás chorreando sangre por todos lados!, ¡Ensucie mis zapatos con tu sangre! ¡Y estos son nuevos! - señaló sus zapatos manchados de sangre mientras hacía un puchero y el castaño no pudo evitar soltar una risa que lo hizo retorcer de dolor. Solo Harry se comportaría como toda una diva en un momento así.

- por dios, Styles. Comportate como el alfa que eres y deja de quejarte por unos simples zapatos.

La boca del ojiverde se abrió con indignación mientras su ceño se fruncía. - Liam, Liam, Liam, querido pequeño Liam, vuelve a hablar sobre mí forma de ser respecto a mí vestimenta y juro que terminaré con lo que el enfermo de Malik no pudo hacer. - advirtió señalando con su dedo acusador.

- si claro y yo..

Las puertas del quirófano se abrieron y uno de los médicos, Zedd, quien se encargó de dirigir toda la cirugía, se acercó a los dos alfas. Suspiró ante la expectante mirada del castaño. - bueno, fue difícil, uno de sus pulmones tenían una leve perforación, pudimos controlarla, ese fue el único órgano vital que salió afectado, una de sus costillas está fisurada, pero luego de eso, solo fue cerrar las heridas superficiales. Pudimos cocer desde dentro por lo que no quedará tan mal la cicatriz. El Omega se recuperará mejor de lo pensado, ya que la transfusión de la sangre de alfa funcionó a la perfección.

I'm yours, Alfa. (Ziam) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora