capítulo diez.

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- ¿Javadd? ¿Te encuentras bien?

su mano se movió de arriba hacia abajo por mí mí rostro, parpadeé e intenté sonreír, no debía demostrar lo shockeante que había sido escuchar eso, debía actuar normal.. debía.

- estoy bien, Lou. - aclare mí garganta - es solo que me quedé pensando en lo doloroso que fue el pasado del pequeño Zayn.

- oh, no te preocupes, el no recuerda todo eso, nos encargamos de solo darle amor, cariño y protección a él y a su madre.

- eso habla muy bien de ustedes, sobre todo del Líder Geoff.

- el líder Geoff es el mejor, por algo todos los demás clanes, incluyendo la mierda de dónde yo vengo, lo respetan tanto y lo admiran.

- pero también es por miedo.. ¿Verdad?

- bueno, ningun líder está con las manos limpias, Javadd. No digo que Geoff haya sido un santo, pero, tampoco estoy en contra de las cosas que hizo.

- bueno, supongo que debió tener sus motivos. - debía ganarme un lugar aquí y rápido. -

- es así la vida, Javadd, o matas o te matan y es preferible que seas tú el que sobreviva y los tuyos, tu gente.

- no tengo nada que decir en contra de eso. - afirme, es que eran tan ciertas aquellas palabras.

- bueno, en fin, sigamos con nuestro recorrido, amigo mío. - sonrió y palmeó mí hombro para después seguir caminando.

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Llevabamos más de cinco horas fuera de casa, transformados para así poder rastrear mejor. Uno de los alfas más viejos de la sociedad entre nuestro clan y el clan Dixon había sido asesinado de una forma horrible, había afirmado que se trataba del mismo Omega que en los otros casos, pues, el trabajo era idéntico.

- Liam, sea quien sea que hizo esto, no tuvo problemas en matar al alfa, es el mismo trabajo. Pero el olor es distinto, no fue un simple Omega, como en los anteriores casos. - dijo en un jadeo Shawn, pues había venido corriendo hacia nosotros luego de recorrer todo el perímetro.

- mierda, Shawn, debe haber alguna pista.

- ya me cansé de seguir aquí afuera, Liam, hace frío y tengo sueño, quiero volver a mí cuarto y dormir junto a Lou todo el maldito día, mis patas estan congeladas. - se quejó soltando un chillido Styles, bajando las orejas.

- Harry, estoy harto de irme con las manos vacías.

- será mejor irnos por ahora y mandar a más rastreadores luego, que se encarguen de todo ellos. Para algo somos los jefes, Payne.

- Harry tiene razón, Liam, estamos perdiendo tiempo.

- ¿Que carajos pretenden que haga entonces? Padre no está y yo debo encargarme de estas cosas.

- padre volverá pasado mañana, Liam, madre no está bien y el lo sabe.

- ya, no quiero tocar ese tema otra vez.

- Liam...

- No, Harry.

- de acuerdo, está bien. Mejor volvamos a casa. No hemos comido nada en todo el jodido día, Liam.

- ya, vámonos.

Corrimos hacia donde dejamos los vehículos, estábamos a más de dos horas de casa. Al llegar, cada uno se subió a su auto y nos vestimos antes de partir.

Sería un largo camino, pero más era por la frustración de no haber encontrado nada de él molestó infeliz que estaba matando a cada uno de los socios como se le daba la gana.

Ha sido un día agotador, LP, ahora solo quiero llegar y estar con mí Omega. Hablo mí lobo interior, solo pude reir. No conteste a eso, mí lado animal ya había reclamado a ese moreno como suyo, pero mí parte racional aún me decía que ese pequeño Omega, no era quien decía que era, más bien, ocultaba más de lo que hacía saber. Debía aclarar un par de cosas con ese chiquillo en cuanto antes. ¡No lastimes a mí Omega, Liam!. Gruño el lobo. No voy a lastimar a nuestro.. tu Omega  rayos, solo, cállate y déjame conducir. era estupido pelearme conmigo mismo. Lo reconocía. Pero no me importaba.

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Cada uno bajó de su propio vehículo hasta luego de haber estacionado en cada lugar correspondiente.

Shawn y Harry se fueron directamente a la cocina, casi como dos niños que iban por sus dulces.

Estaba por seguirles cuando unas haullidos y algunos gruñidos me detuvieron el paso, venía de una de las salas del ala de los cachorros. Dirigí mis pasos hacia esa dirección y para cuando llegue los haullidos se habían hecho más fuertes. Abrí la puerta con cuidado y al ver de lo que se trataba, solo pude sonreír como un idiota.

Dos Lobos, uno pequeño, al que ya conocía como a mí mismo, estaba encima de otro, este hizo que mí Alfa se pusiera como loco y se quiera unir a ese estupido juego, como si mí vida dependiera de ello.

Aquel lobo era el más hermoso que alguna vez pude haber visto, pelaje negro, tan brilloso como para dejarte ciego de tanta belleza, parte del pecho blanco, al igual que sus patas, sus ojos conectaron con los míos, era el color más hermoso que había visto en mí vida, no era cualquier color, marrones claros, como el rayo del sol, un atardecer placentero, como la dulce miel. Eran perfectos.

Era muy parecido al lobito que lo acompañaba, de hecho, era demasiado el parentesco. Zayn podría pasar como el cachorro de Javadd sin problema alguno.

- ¿Que están haciendo, eh, pequeños? - pregunté

- ¡Liam!

chilló el lobito, saltando sobre mí, por inercia ya lo tenía entre mis brazos, pues, no era la primera vez que se lanzaba de esa manera. Lamió mí cara para luego apoyar su hocico en mí cuello, acaricie su cabeza y lo mime unos minutos. El lobo negro frente a mí estaba sentado sobre sus patas, mirándome fíjamente, tenía la actitud de un lobo claramente sumiso, pero esos ojos me hacían sentir algo extraño hasta incómodo podría decir.

- Ven, Omega.

extendí mí mano y este se levantó, acercándose lentamente, miró mí mano y luego se frotó suavemente en ella. Acaricie su cabeza para después tomarlo de ambos lados de su carita para depositar un beso en su hocico.

- ¿Me haz extrañado, eh, pequeño?

- lo hice, Alfa.

I'm yours, Alfa. (Ziam) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora