as we fall; kayn×varus (league of legends)

Capítulo 12

Sett caminó jugando con sus dedos hasta el local de sushi. La charla que había tenido con Varus le había sentado bastante bien, incluso se sentía más calmado. Se había traído sus auriculares y una canción bastante suave sonaba para él. En el fondo, muy en el fondo, le encantaba esa "música para niñas". La cantante hablaba de lo enamorada que estaba de una muchacha, acompañándose de una guitarra*.

Justo cuando llegaba el estribillo giró la cabeza, encontrándose con Aphelios. El muchacho miraba algo en su celular, lo iluminaban las luces de colores del lugar y el corazón del medio vastaya simplemente se salteó un latido. Estaba usando un buzo negro, grande y holgado. El encuadre era perfecto.

Sett: hola, mira a tu derecha

Aphelios: ¿Que? Es la pared la que está a mi derecha.

Sett se quiso morir por un segundo. ¡Bastardo y para colmo disléxico! ¡El paquete completo de perdedor!

El joven sordo soltó una pequeña risita. Su voz era aguda, cantarina, diferentes a como el capitán se la había imaginado. Miró a su izquierda y lo saludó con la mano.

Aphelios: Lamento haber llegado tan temprano, estaba algo nervioso.

Sett: si, yo igual

Envió el mensaje y se sentó frente al otro. Sus manos sudaban, la última vez que había estado tan nervioso había sido en su primer partido de lacrosse. Como, el primero que había jugado en toda su vida. Cuando tenía trece años. Había perdido y terminado llorando en los brazos de su madre, quien lo consoló mostrándole que no era el fin del mundo.

Y si ahora le iba mal, tampoco lo sería... ¿Verdad?

Aphelios: Nunca había tenido una cita antes.

Sett dio tal sobresalto que su teléfono salió volando de su mano.

Sett: CITA????

El joven del otro lado de la mesa volvió a largar una risita.

Aphelios: ¿También es tu primera vez?
Aphelios: OH VAYA, ESA FUE UNA PÉSIMA ELECCIÓN DE PALABRAS
Aphelios: PRIMERA VEZ EN UNA CITA DIGO

Su rostro pálido se había puesto fucsia y evitaba el contacto visual con el otro. Al vastaya esto le pareció adorable y, de hecho, lo hizo bajar la guardia.

Sett: no, no es mi primera cita pero igual estoy nerviozo

Aphelios: *nervioso
Aphelios: Ay, qué alivio...

Los dos se miraron un momento y lograron reírse de la situación. La conversación se volvió de a poco más fluida. Sett ordenó por Aphelios, aprendió varias señas básicas, se atragantó con un onigiri. Nunca se le había ocurrido que escribía mejor de lo que hablaba, le resultaba tan sencillo expresarse de ese modo. Incluso si le avergonzaban las correcciones que le hacía el otro.

La química que tenían le resultaba asombrosa.

Aphelios: ¿Cómo se siente la música? Nadie quiere decírmelo, temen que me vaya a ofender.

Sett: como si flotaras en seda
Sett: OH! se que hay gente que tiene no se que cosa que les hace ver el sonido como colores
Sett: algún día te muestro, es genial

O sea, ¡¿con cuántas personas puedes hablar acerca de cómo se siente la música?!

Aphelios: Sé que tu voz es grave, puedo sentir la vibración en la mesa cuando te ríes.