Capítulo 7

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El drama entre Kayn y Yasuo había empezado con el lacrosse, como la mayoría de los dramas en la vida de Kayn. Al entrar por medio de una beca, el joven Shieda tenía prioridad ante el otro. Sett, el capitán del equipo, los puso a prueba uno contra uno en un pequeño partido que Kayn ganó de manera justa por varios puntos más que su contrincante, consiguiendo así el puesto de atacante que Yasuo solía tener. Este quedó relegado a la defensa.

El capitán se encontraba bastante fascinado con la capacidad del nuevo jugador y en estos tres meses que habían transcurrido, Yasuo les había guardado un rencor enorme. Cada vez que se cruzaban había problemas y hoy no sería la excepción.

—Ya salieron los resultados de algunos exámenes, deberías tener cuidado, Shieda, no vayas a perder la beca— comentó de forma mordaz mientras recogía su té.

—Claro, porque no todos tenemos la suerte de que nuestra familia pague todos los gastos, ¿no crees?— replicó Kayn, mientras Rhaast soltaba un bufido mental. Ya le estaban aburriendo las peleas sin sentido con ese muchacho.

—¿Y tú eres el hijo adoptivo de Zed? Debe ser una mierda.

Kayn le dio un fuerte golpe a la mesa y lo señaló, apretando la mandíbula con fuerza.

—Ni se te ocurra meterte con mi mentor, ¿me escuchaste?— gruñó de forma amenazante.

—Vaya, pensé que el que tenía daddy issues era Sett— el pelirrojo apretó la mandíbula y los puños, pero se calmó un poco cuando Neeko le tocó el brazo mirándolo con su cara inocente y preocupada —Debo irme, algunos tenemos que entrenar para ganarnos los puestos.

El castaño se giró dándole un sorbo a su té y salió de la tienda.

—Hey Sett, te repito que deberías hacer que los puestos sean rotativos— dijo Rakan —Esta pelea tonta se está volviendo súper molesta.

“Concuerdo con el rubio alcahuete” comentó Rhaast de manera casual. "Al final no es tan tonto."

—Es que cada uno está especializado en un rol, no tendría sentido.

—Lo que no tiene sentido para Neeko es… Si todos son tan buenos en una cosa, ¿por qué no puedes hacerlos buenos a todos en todas las cosas? ¡Sett es un buen capitán!— animó la muchachita.

"También concuerdo con Neeko la Loca".

"Ya te oí, Rhaast".

Por la tarde, Kayn pasó por el campo de deportes. Desde lejos pudo distinguir a Varus practicando tiro junto con Ashe, una muchacha del Frejlord que estaba en el tercer año. Estudiaba algo relacionado a la política, según sabía el muchacho.

No se les acercó, tan solo se quedó de espectador en las gradas. Varus llevaba puesta una camiseta blanca, apretada. Se marcaban los músculos de su espalda por debajo de la tela; Kayn podía ver cómo se tensaban y se relajaban junto con la cuerda de su arco. Los tiros eran precisos, siempre daban en el centro, incluso en los objetivos de movimiento.

Ashe no se quedaba atrás; era tan buena como el otro. Pero Kayn no estaba concentrado en ella por razones obvias. Después de un rato, se detuvieron a beber algo de agua y conversar aunque el joven Shieda no llegaba a escuchar lo que decían. No sabía que Varus se llevaba con Ashe. Le costaba pensar que Varus se llevara con alguien, en general. En cierto momento, la muchacha apuntó hacia donde se encontraba sentado el chico. Varus se puso de pie y fue a interceptarlo.

—¿Qué haces aquí?

—Nada, nunca te había visto hacer arquería. Me dio curiosidad.

El peliblanco se cruzó de brazos. Rara vez usaba mangas cortas, y Kayn podía ver su perfecta musculatura. Se le marcaban las venas.

"Kayn, ya sé que estás rogando que te ahorque, pero ya deja de mirarlo así" sugirió Rhaast.

El muchacho movió un poco la cabeza para centrarse.

—¿Quieres ir a comer algo conmigo y mis amigos?— preguntó por fin.

—No tengo ganas— replicó Varus.

—¡Hey, Varus!— dijo Ashe acercándose —¿Quién es tu amigo? Me suena de algo.

—No somos amigos, somos compañeros de habitación.

"Ugh, eso me dolió hasta a mí", comentó Rhaast.

—Soy Shieda Kayn, primer año de Psicología. Un placer. Somos amigos en común con Xayah, creo.

—Oooh, de ahí te conocía, sí— exclamó ella —Parece ley de la atracción, hace un rato estábamos hablando sobre ti.

La cara. Que puso. Varus.

Parecía que la iba a matar.

No, efectivamente, la iba a matar.

Ashe se tapó la boca con una mano y se apresuró a irse con la excusa de que debía practicar otra vez los blancos de movimiento. Varus se quedó mirándola; un gruñido crecía lentamente en su garganta. Estaba haciendo tanta presión que las venas de sus brazos se marcaban, volviendo a activar esa parte del cerebro de Kayn que gritaba y rogaba que por favor le pusiera los dedos de collar.

—Estúpida— gruñó en voz baja —¡¿Y tú qué miras?!

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Mi excusa para haber tardado tanto en actualizar es...


Y sí, lo hice yo

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Y sí, lo hice yo

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as we fall; kayn×varus (league of legends)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora