Capítulo 24

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Kayn se sentó en la cama y observó la habitación en la que se encontraba. Claramente había sido la habitación de Varus desde su infancia, puesto que aún había algunas cosas infantiles desperdigadas por ahí.

Pudo ver un arco de plástico, probablemente el primero que el muchacho había usado. Más allá estaba la famosa computadora en la que había competido como jugador de videojuegos. Un par de peluches en un estante olvidado, todos los libros del ingreso a Medicina... Incluso en el techo había pegadas unas estrellitas, de ésas que brillan en la oscuridad.

—Woow... De pequeño quería tener estrellitas como estas— sonrió Kayn mirando el techo.

—Oh, las pegué como a los ocho años y si las despego se va a romper el revoque.

—Es lindo. Le da un toque.

Varus sonrió y se sentó junto a Kayn en la cama, tomando su rostro suavemente con ambas manos para darle un beso.

—Te ves demacrado— susurró abrazando al joven Shieda.

Este no respondió, tan solo apoyó su cabeza en el hombro de Varus.

—Estaré bien, no te preocupes— intentó inclinar su rostro para besar a su pareja una vez más, pero este puso un dedo sobre sus labios.

—Lo mínimo indispensable, tú y yo sabemos cómo nos ponemos.

—Mh...— se quejó el joven Shieda, acurrucándose en los brazos de Varus. El muchacho jugó con un mechón de cabello del otro, acercándose para susurrarle unas palabras que enviaron una corriente eléctrica a través de su espina dorsal:

—No te preocupes, en la noche haremos todo lo que quieras.

—¿No va a haber problema con tus tíos si hacemos ruido?

—Al fondo hay una casita en el árbol— sonrió de modo coqueto.

—¿Ah sí? Me gustaría verla— replicó Kayn más animado.

—Después de merendar con Valmar y Kai, se sentirán mal si no vamos.

El muchacho asintió, acomodándose el cabello antes de levantarse con dificultad. Varus lo ayudó, sosteniendo su brazo. Al mirar abajo, notó que la pierna mala de Kayn temblaba por el esfuerzo.

La merienda transcurrió de modo tranquilo y placentero, incluso si los tíos de Varus no dejaban de hablar.

Hacían preguntas sobre la relación, sobre las ideas de ambos a futuro, preguntaban por anécdotas.

Kayn le lanzó una mirada cómplice a su pareja a lo que esté respondió negando discretamente. El joven Shieda reconoció la mirada de "si hablas te mato".

—Varus trepó la pared del hospital para visitarme por la noche— rió.

—¡KAYN!— chilló el arquero.

—¡¿VARUS?!— exclamaron los mayores al unisono.

—¡Si te atrapaban podrías haber terminado en la cárcel!— los ojos de Kai parecían a punto de salirse de las órbitas —¿En qué estabas pensando?

—Yo... No lo sé... No sé por qué hice eso.

—¿Al menos la pasaste bien?— comentó Valmar, cruzándose de brazos y alzando una ceja.

El muchacho se puso rojo hasta las orejas, tapándose la boca con una mano.

—¡Valmar, no lo animes!

El hombre miró a su esposo aún con la ceja levantada y le dedicó una sonrisa coqueta.

—Odio tu estúpida cara...— bufó Kai, mirando hacia otro lado, cubriendo su rostro del mismo modo que Varus.

Kayn soltó una risa apenas audible. Era gracioso, ver los gestos que su novio había tomado de sus tíos.

—Queremos... Ir a la casa del árbol...— dijo el joven arquero, encogiéndose en el lugar —¡Valmar, si haces algún comentario, juro que-..!

—Yo no dije nada, Varus, lo hiciste tú— sonrió el mayor con arrogancia.

Este se puso rojo una vez más y jaló a Kayn para irse de la mesa. De fondo se escuchaba una conversación entre los casados, a la que ninguno de los jóvenes quiso prestarle mucha atención porque claramente tenía innuendos sexuales de fondo.

—¿Siempre son así?— preguntó Kayn, aún algo mareado por la interacción.

—Ah, te sorprendería... Cuando entré a la universidad me regalaron una caja de condones.

—Oye, al menos tuviste la charla con ellos antes de tener sexo. Yo aprendí que los condones servían para otras cosas además de prevenir embarazos de la mala forma.

—¿Ah, sí?— Varus alzó una ceja de un modo que Kayn ahora relacionaba con Valmar.

El chico apretó los labios con fuerza y le subió un color rojo hasta las orejas.

—A los quince pesqué clamidia por andar de zorra sin cuidarme. Pensé que los síntomas eran la peor parte hasta que tuve que explicarle a Zed que algo andaba mal.. ahí abajo.

Varus hizo un gesto de disgusto.

—Eso es asqueroso— comentó antes de reírse.

—Uy, sí, dímelo a mí... Nunca más.

El peliblanco le dió unas palmadas en la cabeza a su pareja.

—Al menos aprendiste tu lección.

Kayn asintió con la cabeza, mirando un punto fijo.

—Seeeh...

—Ven, vamos a arreglar un poco esa casita del árbol.



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Holis gente linda :D

Les quiero comentar una cosa, cómo sabrán si andan leyendo lo que publico en mi perfil, hace poco leí una historia tan mala que me dieron ganas de hacer algo con la misma temática pero mejor(?

Básicamente una historia +18, gay, con vampiros, que me encantan

Voy a estar avisando cuando lo publique, si a alguien le interesa la idea háganmelo saber <3

Desde ya muchas gracias, en serio aprecio a las pocas personitas que leen este fanfic

as we fall; kayn×varus (league of legends)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora