Capítulo 19

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Varus desearía que, después de ese momento íntimo, las cosas hubieran ido a mejor. Pero no fue así.

Sin el lacrosse, Kayn ya no podía mantener la beca. Esto no era un problema, su familia tenía el dinero, pero él no tenía ánimos; no iba a la universidad por la carrera, iba por el deporte. Sin eso, se sentía vacío y sin propósito. Dos semanas después del accidente, ya estaba acomodado de nuevo en su departamento de Jonia. Supuestamente Zed regresaría pronto de otro de sus viajes, pero, vamos, ¿realmente iba a confiar en Zed?

No quedaba mucho para el verano, y aún así, ¿importaba? La mayor parte del día se la pasaba encerrado, dejando que Rhaast cuidara el cuerpo. Solo salía por la tarde para hablar con Varus después de clases. La relación a distancia también lo estaba matando, lo había perdido todo.

No culpaba a Neeko ni a Sett, jamás podría. En el fondo ni siquiera culpaba a Darius. Se sentía vacío y solo estaba vivo por Varus, porque no era capaz de lastimarlo así.

Su rehabilitación había ido bien, pero su rodilla ya no era la misma de antes, era mucho más frágil y se salía con facilidad. Un mal movimiento y ya estaba gruñendo de dolor, poniéndola de nuevo en su lugar con un golpe seco. Todo era una puta mierda. Y encima de eso, como cereza sobre el pastel, estaba desesperado por contacto humano. Las videollamadas y el sexo telefónico no eran suficiente, quería a su novio consigo, ni siquiera sabía si quería coger o abrazarlo y llorar como un niño pequeño en sus brazos. Tal vez un poquito de ambos.

Era una tarde de primavera, casi a finales de esta, cuando alguien tocó a su puerta. Fue a abrir con mala cara pero su expresión cambió drásticamente al ver al alto vastaya pelirrojo en el marco.

—¡Kaaaaayyyynnnn, amigo!— sonrió abriendo los brazos. El joven Shieda no dudó un momento en abrazar a Sett con fuerza. Una cara familiar, un amigo, después de tanto tiempo...

El mestizo frunció el rostro mirando la habitación.

—Hermano, te volviste un animal, hace cuánto no abres las putas ventanas...— dijo entrando.

—¿Qué haces aquí?— preguntó Kayn, dándose cuenta de que aún no era época de vacaciones.

—Me tomé un fin de semana para venir a verte— Sett abrió una ventana, dejando entrar la luz del sol que reveló el desorden en el apartamento. Ropa sucia, cajas de comida para llevar, platos en el fregadero, basura de todo tipo...

—Dentro de unos días terminan las clases, querrás tener este sitio presentable.

Se asomó otro rostro familiar por la puerta. Cabello rubio y desordenado, una sonrisa familiar y muchas plumas.

—¡Y esa es mi entrada!

—¡Rakan!— dijo Kayn yendo a recibirlo. El vastaya le dio un fuerte abrazo —¿Tú también?

—Yo dejé la carrera. Y por consiguiente, me dejó Xayah.

—Qué... Oh, lo siento muchísimo... ¿Como te sientes?

Rakan se encogió de hombros.

—Como la mierda, pero no vinimos a llorar por mí, ¡vinimos de visita! Además estoy tomando clases de teatro, me gusta mil veces más.

—Te gusta el profesor de las clases de teatro— se burló Sett, recogiendo la ropa sucia.

—No me jodas, Sett— bufó Rakan —¿Te contó el Casanova que sigue saliendo con Aphelios? Todos creímos que no iban a durar y míralo, seis meses y contando.

Kayn soltó una pequeña risa, cuando se dio cuenta de que ambos estaban ordenando su apartamento.

—Hey, no vinieron de mucama... ¿O sí?

—Solo queremos asegurarnos de que estás en condiciones.

—Condiciones... ¿Para qué?

—Oh, sorpresa— sonrió Sett de forma medio sádica.

El joven Shieda los miró con curiosidad. Qué carajo estarían planeando estos dos delincuentes. Sin embargo, acabó por soltar un suspiro. Verlos trabajar lo motivaba, así que se sumó al trabajo doméstico. Tardaron un largo rato, pero al terminar, varias horas después, Kayn por fin pudo ver el apartamento y estar feliz de vivir ahí.

Se pidieron unas pizzas y se pusieron al día.

Rakan había dejado la Universidad, su carrera de cinematografía ya no le gustaba. Lo que él quería era actuar. Xayah se había molestado tanto que acabaron por terminar su relación; ella veía el sueño de Rakan como algo imposible de conseguir. Ahora el muchacho estaba de vuelta en Jonia, tomando clases con un tal Khada Jhin. Como no dejaba de hablar sobre éste, las bromas no se hicieron esperar. Claramente le gustaba, o, por lo menos, le llamaba la atención.

Sett por su lado seguía esforzándose en su profesorado de educación física. El lacrosse no había sido lo mismo desde que Kayn se había lesionado; no fue fácil reemplazarlo, pocas personas estaban al nivel de la promesa que era el chico.

El joven Shieda bajó la mirada y dejó de comer. Los vastaya se miraron entre sí y cambiaron rápidamente el foco de conversación, haciendo chistes, tratando de evitar el tema. Como no funcionó, Sett optó por disculparse.

—Perdona, hermano, no quise sacar el tema.

—Da igual— gruñó, apretando la mandíbula.

Se hizo un silencio incómodo.

—¿Y qué onda con Varus?— preguntó Rakan. Sabía perfectamente que los muchachos seguían juntos, no había peligro en hablar de eso.

—¿Qué con él?— la posición cerrada de Kayn se relajó un poco.

—¿Cómo va ese sexo telefónico?— bromeó. Los tres jóvenes soltaron una carcajada, rompiendo así la tensión.

—Juro por Dios que si me tengo que hacer otra paja, me muero.

Sett se atragantó con la bebida que estaba tomando por la risa que intentó reprimir.

—Pues hey, no tendrás que sufrir muchó más por eso.

—¿A qué te refieres?

Rakan miró al pelirrojo como si lo fuera a asesinar.

—¿Ah? Nada, que te pedimos un consolador por Internet, llega en unos días— mintió de una forma... En realidad, convincente —Así tus pajas serán pajas Deluxe.

Kayn no pudo aguantarse la risa.

—Pajas Deluxe, qué hijo de puta...

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SIGO VIVO, SIGO VIVOOOO
No tengo excusas la verdad xdxd
Cómo están gente linda? Me extrañaron?

Tomen, fanart de Jhin hecho por mí

Tomen, fanart de Jhin hecho por mí

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as we fall; kayn×varus (league of legends)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora