Capítulo 20

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N/A: Gente me veo obligado a decirles que este capítulo me salió demasiado horny, si les incomodan las descripciones detalladas saltéense la parte marcada con separadores 😔😔

Pasaron tres o cuatro días desde la visita de los muchachos. Se quedaron el fin de semana completo. Rakan estaba viviendo en una ciudad cercana, se marchó el lunes por la mañana; mientras tanto, Sett tuvo que irse el domingo por la tarde para llegar a clases al día siguiente.

Esperaba poder verlos durante el verano, había recuperado un poco los ánimos durante la visita. Viajar a otra ciudad no sería un problema, incluso fantaseaba con reunir al grupo. Imagínatelo... Todos sus amigos de vuelta, ya no estaría solo... Pero las cosas habían cambiado, ¿no? Rakan y Xayah ya no estaban juntos. ¿La amistad entre todos se habría fragmentado por eso? Odiaba pensarlo... Tal vez no... No podría ver a sus amigos nunca más... La idea hizo que su estómago se retorciera. Se acostó en su sofá cama, mirando el techo. De fondo sonaba alguna película en la televisión. El sol entraba por la ventana y le daba en la cara. Qué molestia. 

En eso sonó el timbre. Se levantó de golpe, ¿sería Rakan? Se acomodó apenas el pelo y abrió la puerta, pero nada en el mundo podría haberlo preparado para lo que lo esperaba detrás de ella.

—Hola, Kayn— sonrió Varus de oreja a oreja. Al joven Shieda se le abrieron los ojos a más no poder, ¿era una alucinación? Tardó un largo rato en salir del shock, y cuando lo hizo, se lanzó a los brazos de su pareja, abrazándolo con fuerza contra sí. 

—¡Varus! ¡Varus!— se le quebró la voz, se aferró al otro como si su vida dependiera de ello. 

—Te extrañé...— susurró el joven, escondiendo un poco su rostro en el hombro de Kayn. Lo notó un poco más flaco y definitivamente menos musculoso que antes. Estos tres meses debieron haber sido el infierno para él. No querían soltarse pero eventualmente Kayn dio un paso hacia atrás, invitándolo a pasar y a dejar sus cosas sobre la silla. El apartamento no se veía tan mal, había tratado de mantenerlo relativamente ordenado después de todo el trabajo que habían hecho sus amigos para volver a ponerlo en condiciones. Y menos mal, pensó el joven Shieda, porque Varus habría caído fulminado en el lugar de haberlo encontrado como se veía hace una semana.

—Muero de hambre, traje para hacer de comer— comentó el arquero, levantando una bolsa de la compra. 

—¡Oh! Claro— Kayn tomó la bolsa y revisó lo que había dentro. Algunos vegetales, fideos, huevo, un poco de carne... Podría hacer algo rico con todo eso. Se puso a lavar las verduras mientras Varus ponía a hervir los huevos y a asar la carne. Se tomaron su tiempo para cocinar juntos, Kayn se sentía como en una película romántica. Estaba sonrojado como un niño pequeño. Se sentaron a comer su sopa de fideos. Estaban en silencio, pero no era muy incómodo. Ya hablaban todos los días, no había nada que decir, excepto tal vez...

—Te cortaste el cabello— señaló el joven Shieda. Varus asintió con la cabeza.

—Me urgía un cambio de estilo... ¿Qué opinas?

—Te ves... muy elegante. 

Varus sonrió ampliamente, bajando un poco la mirada para esconder su sonrojo. Lo llevaba corto abajo y más largo arriba, se veía más maduro. 

—Gracias...— murmuró. Los muchachos terminaron de comer y Kayn recogió la mesa para ir a lavar los platos. Apenas sí se dio cuenta cuando su pareja lo abrazó por la espalda, pero se reclinó en él por reflejo. Cerró los ojos, extrañaba el contacto físico... 

—Varus...— susurró, dejando su cuello expuesto. El peliblanco no dudó en besarlo, abrazando más fuerte al joven Shieda contra sí mismo. Sus dedos juguetearon con el elástico del pantalón de gimnasia gris, dudando si cruzar esa barrera. Para su sorpresa, Kayn guió sus manos más allá del límite. Un suspiro largo y relajado dejó los labios del pelinegro al sentir la mano suave y firme del otro recorrer su miembro. 

as we fall; kayn×varus (league of legends)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora