Capítulo 3: Iniciación

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3-Iniciación

**Sen**

Ladeo mi cabeza hacia un lado del lecho para no ver a Zangetsu encima de mí, removiendo mi yukata para encontrar la apertura entre mis piernas mientras él se deshace el faldellín que lleva y poder liberar nuestros miembros, sobre todo el suyo que apenas puedo mirar de lo que me impresiona y más al saber qué intenciones tiene de hacer con eso dentro de mí. Sabía que tarde o temprano querría pasar a este nivel conmigo y en cuanto me he despertado, topándome con sus intensos ojos negros y se ha echado sobre mi cuerpo como un depredador, se me han disparado todas las alertas.

-Ah! ...- me engancho a sus brazos cuando noto que hace algo de presión en mi culo para adentrarse entre mis nalgas y me tenso por completo al sentir su carne rozando la mía.

- ¡No! - le retengo al ver que quiere hacer fuerza y veo sus ojos negros sorprendidos. –No...aún no puedo...- Zangetsu gruñe ferozmente mientras se aparta de mí y yo suspiro aliviado al quitarme su peso de encima y ver como se tapa la polla bajo la tela.

-Deberías ser más cuidadoso, para eso eres mi maestro...- le vuelvo a oír gruñir cuando se pone de espaldas a mí y veo por los movimientos enérgicos de su mano que se está tocando para descargar su erección.

-Lárgate...- un gemido ronco sale de su garganta seguido de otro gruñido. - ¡Sal fuera! -

Resoplo hastiado y mohíno por el frío que hace en el asentamiento, tanto que ando por la zona con la manta de piel de oso de la cabaña echada sobre mi espalda que he conseguido sacar antes de que Zangetsu me echara para darme algo de calor.

- ¡Eh muchacho! ¡dile a Zangetsu que te la meta, ya verás cómo entras en calor!!-

-Tsk! bárbaros...- me froto los brazos por debajo de la manta mirando en dirección hacia la cabaña de Komamura de la que siguen saliendo bastantes sonoros gemidos que ya empiezan a molestarme incluso.

-Oye tú, llévales algo de comer a los tortolitos que se van a deshidratar- uno de los guerreros me pone contra el pecho una bandeja de barro con una jarra de vino y pan. –Y de paso llévales el rancho también al resto de parejas-

- ¿Y porque no lo haces tú si eres el cocinero? -

-Porque yo me voy a mi cabaña a meter mi enorme polla en el culo de mi jovencito y tú, eres el único en el campamento al que no le están jodiendo- resoplo al escuchar eso y voy cabreado hacia la cabaña de Komamura entrando sin pedir permiso ya que dará igual que lo haga porque no me escucharán.

Apenas puedo apartar mi mirada al ver a Mugetsu totalmente desnudo, a cuatro patas en el lecho con su enorme maestro de rodillas atrás follándosele como un perro. Mi hermano tiene los ojos cerrados y jadea disfrutando de cada embestida que recibe.

-Ah...Sen...hola...ah...-

-Me han obligado a traeros algo de comida- dejo la bandeja en una mesa usando un tono de voz bastante seco y arisco.

-Gracias pequeño...- Komamura prácticamente me jadea esas palabras con una voz tan atronadora que me estremezco y sigue agitando sus caderas duramente contra el culo de mi hermano que no sé cómo aguanta esa enorme polla entrando y saliendo sin parar.

- ¿Estás bien, Mu-nii? - la verdad que, pese a que estoy celoso, me preocupa ver a mi hermano envuelto en sudor y semen. Como siga así, no tardará en desfallecer.

-Mm!! Ah! Estoy bien...ah...muy bien, Sen...-

**Mugetsu**

Sonrío a mi hermano cuando se va sin que mi cuerpo deje de balancearse por las embestidas de mi maestro a mi espalda. Abro los ojos notando como de repente baja el ritmo y todo mi cuerpo se estremece cuando su polla abandona mi hambriento ano.

SODOMA: "Placer y Arena"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora