Capítulo 5: Beso

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5-Beso

**Sen**

Veo como Zangetsu se remueve en el lecho resoplando fuertemente por la nariz mientras se da la vuelta quedándose boca arriba completamente desnudo salvo por la manta que nos cubre a mitad de la cintura. No puedo evitar admirar maravillado cada fibra de su cuerpo, sus tersos músculos marcados por venas fuertes de tonalidad azulada, como su pecho asciende y desciende al compás de su respiración mientras ronca tan fuerte como un animal salvaje. Es todo un guerrero, joven y fuerte, con los rasgos prominentes de un hombre imponente que no teme a nada ni a nadie. Le envidio...y envidio a aquellos que tuvieron el valor de aguantar bajo su yugo, aunque no sé cómo sus dos pupilos terminaron en el harén, uno vale, puede pasar, ¿pero los dos? ¿después de lo bruto que es entrenando? Algo debió pasar...no lo entiendo, a no ser que ese par fueran tan débiles como yo ahora mismo, la verdad es que no me lo explico...

- ¿En qué piensas? - me sobresalto ligeramente al oír su ronca voz de repente y ver como sus ojos negros me observan fijamente como si me devoraran.

-Nada...solo te miraba...- bajo mis ojos hacia su entrepierna jadeando levemente al fijarme que su polla está haciendo un bulto elevado bajo la manta. Él mira en mi misma dirección y después vuelve a mirarme sorprendiéndome cuando se echa encima de mí raudo y yo abro los ojos de par en par al tener su rostro tan cerca del mío que puedo notar cómo su boca exhala sobre la mía. Él no dice nada, simplemente me observa detenidamente, antes de bajar su rostro para atrapar mis labios, dándome un beso con lengua tan voraz que cierro los ojos dejándome hacer. Zangetsu me domina completamente jugando con su lengua dentro de mi boca, haciendo movimientos como de pequeñas penetraciones mientras su enorme mano baja por mi cuerpo, hasta atrapar uno de mis muslos, magreándome de arriba abajo mientras sus besos se hacen tan húmedos que noto que se me escapa la saliva por una ranura deslizándose por mi barbilla.

- ¡Arf! Ah...- me siento acalorado cuando él libera mi boca al fin y me mira con los ojos brillantes por el deseo a la vez que me separa las piernas, para acomodar su cuerpo entre éstas, haciéndome estremecer cuando su polla despierta se cuela entre mis nalgas, oprimiendo contra mi agujero sin llegar a metérmela, solo lubricándome con las gotas de semen que se le están escapando.

-Ah...ah...- yo empiezo a jadear al notar la presión entre mis piernas, pero jadeo dolorido cuando aprieta un poco más y me engancho a la manta.

- ¿Duele? - me muerdo el labio inferior asintiéndole con la cabeza y él resopla mientras se mueve en su posición y baja todo su cuerpo hasta que veo su cabeza entre mis nalgas, tras haberme agarrado la cintura para levantármela y tener mejor acceso con su boca a mi agujero. Yo jadeo atónito por lo que pretende hacerme, pero no es un hombre al que llevarle la contraria y más cuando jadeo encorvándome hacia arriba al notar que su lengua punza mi esfínter y empieza a entrar en mi culo lamiéndome.

-Aah, ah...es...vergonzoso...ah...ah...no estoy...limpio...- abro los ojos cuando noto que Zangetsu escupe algo de su saliva en mi agujero y lo esparce con su lengua, tanto alrededor de mi piel rugosa como dentro, hasta lo máximo que puede haciendo que mi cara esté a punto de explotar de lo roja que está. Dioses...nadie me había lamido antes esa zona, esto es...sucio y raro al mismo tiempo....

Alzo brevemente la cabeza cuando Zangetsu se yergue de rodillas en el lecho y veo como vuelve a escupir, esta vez en su mano, para llevársela a su dura polla, repartiendo la saliva en su carne antes de dirigirla a mi entrada. Yo aprieto los dientes y veo hipnotizado como a medida que vuelve a tumbarse sobre mí, su polla va abriéndose paso en mis entrañas arrancándome un gemido prolongado que me deja estático bajo su cuerpo jadeando a bocanadas. Zangetsu me observa mientras asimilo la penetración y suelto un leve gemido cuando su cadera me da un pequeño embiste, seguido de otro más largo y profundo que me hace abrir la boca para gemir mudo a la vez que echo mi cuello hacia atrás. La sensación es dolorosa, pero con una corriente placentera que hace que todo mi cuerpo se tense por completo. Está...moviéndose muy lento...saca rápido su polla, pero cuando vuelve a meterla, lo hace tortuosamente lento, lo que hace que la cabeza me dé vueltas y empiece a jadear ruborizado.

SODOMA: "Placer y Arena"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora