21-Promesa
**Mugetsu**
Parece que ha pasado una eternidad desde que acabé en este horrible lugar. Si me pongo a pensar que han pasado siete años desde que este sitio se ha convertido en mi nuevo hogar, hace que mi resignación cada vez se refleje más en mi rostro. Aunque no todo ha sido malo al fin y al cabo....
-¡¡KYA!!!- grito con todas mis fuerzas cuando veo caer en el suelo a mi contrincante ante el clamor del público del coliseo. Suelto una carcajada triunfal levantando mi espada como victoria y en dirección hacia el palco donde mi padre Coyote Yhwach me observa sonriendo retorcido en contra de Aizen Sousuke, el cual maldice entre dientes al saber lo que mi victoria significa para él. Perder a un hombre muy valioso de su harén. Parece mentira, pero por fin...voy a obtener mi ansiada libertad.
Cuando regreso al harén, Ishida Ryuken me engancha el brazo amistosamente haciéndome sonreír al igual que otros compañeros que se acercan para darme la enhorabuena. Sinceramente debería alegrarme porque yo he sido el hombre más afortunado de este lugar, porque siempre he tenido a mi lado a los dos hombres que más quiero en mi vida y me han ayudado a resistir en este lugar. Las normas cambiaron ligeramente hace un par de años, cuando los consejeros del patrocinador del coliseo, Aizen, empezaron a ver que muchos hombres del harén morían tras tantos partos y nunca llegaban a conseguir tener los doce hijos necesarios para salir de allí. Sólo hay un hombre en este mundo que consiguió esa meta y aún puede contarlo.
-Padre...- mi madre en realidad, Kuchiki Ginrei, me sonríe emocionado en la puerta principal del harén donde Ishida le ha dejado esperarme para ayudarme a recoger mis cosas. No dudo en ir a abrazarle y le oigo jadear cuando por fin me estrecha entre sus brazos como si la vida le fuera en ello.
-Por fin un hijo vuelve a casa...- trago saliva cuando le oigo decir eso con voz rota y ambos miramos hacia atrás, con la esperanza de que Soujun-nii salga a despedirnos, pero sin éxito. Para él es una vergüenza que le veamos actualmente y más porque pese a todo este tiempo, no ha conseguido salir de aquí, ni creemos que lo haga a este paso....
-Mugetsu- abro los ojos de par en par al oír la profunda voz de mi ex maestro, Sajin, el cual me mira orgullos con sus ojos dorados brillantes.
- ¿Estás listo para saborear la libertad? - no puedo más que asentirle con la cabeza aún embriagado por la emoción. La victoria que he conseguido era la sexta, la cual me ha llevado a la plena libertad. La norma que ha cambiado es que puedes salir del harén si cumples con una condición. Tener seis victorias seguidas, lo cual he logrado y tener seis hijos. Mitad y mitad, algo...que también he cumplido a rajatabla. Dos hijos con mi maestro...y tres con el guerrero vikingo que me espera también a la salida con el corazón en un puño al verme frente a él....
- ¡Mami!!!! ¡mami!!!- río eufórico echándome de rodillas al suelo para poder abrazar a los pequeños que vienen corriendo hacia mí. Mi primogénito Ryusei, al lado de su padre intentando contener las lágrimas, mis dos pequeños peliazules de ojos rojos, gemelos y mis otros dos niños, uno de pelo blanco y ojos dorados y el otro moreno de ojos dorados también, frutos de mis encuentros con Sajin.
-Te han echado mucho de menos, Mu- alzo la cabeza cuando Hyorinmaru me habla y siento que mi corazón se encoge con su mirada cristalina y brillante.
-Tú no deberías estar aquí- Sajin mira a Hyorinmaru el cual endurece su expresión contra mi maestro. –Soy yo el que debería recibirles junto a nuestros hijos, ya te lo advertí-
-Yo también tengo derecho a recibirle ¡mis hijos también son suyos!!-
Trago saliva al verles enfrentados como no he podido verles al estar en el harén. Sabía que ambos se habían descubierto y habían tenido una "tregua" para visitarme cada uno por separado y yacer conmigo, todo con tal de sacarme de aquí cuanto antes. Ha debido ser muy duro para ambos compartirme, pero estaba claro que ninguno se iba a echar atrás en su decisión. Ahora...ha llegado mi momento...el que más temía...
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SODOMA: "Placer y Arena"
FanficTodo joven debe iniciarse en la senda hacia la madurez. Los maestros nos ayudan en ese caminar, nos enseñan todo lo que debemos hacer, obedecer, desear...dejando una huella en nosotros de por vida. Porque de ellos depende nuestro futuro. Luchar para...