Capítulo 12: Harén

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12-Harén

**Renji**

-Ah...ah, ah...¡¡mmm!!...-

Mis gemidos inundan la estancia en la que me encuentro al compás de otros gemidos más roncos y dominantes del enorme hombre que está a mi espalda, abrazándome por detrás mientras le cabalgo con ayuda de sus manos en mi cintura y su gruesa polla haciéndome ascender hacia arriba para después dejarme caer haciendo que mi orondo vientre se estremece con cada profunda embestida. Mi pelo, enmarañado y pegado a mi rostro por el sudor, me impide ver más allá, aunque tampoco me haría falta porque mis ojos están nublados del placer, que no cesa durante largas horas, día y noche, siguiendo esta rutina sexual, más calmada que desde los primeros meses en que el sexo era salvaje y frenético lo dominaba todo, pero ahora, con mi vientre enorme como obstáculo, las posturas se han reducido a las básicas, aunque no por ello lo disfrute menos. Mi cuerpo arde de deseo, de vicio. Un ciclo sexual sin fin.

-Ah! ¡aaah!!!- me corro nuevamente hasta quedarme sin voz, notando como todo mi cuerpo se tensa dolorosamente por el agotamiento y las enormes manos de Coyote Yhwach me sostienen, acariciando mi vientre para que no dé espasmos fuertes que puedan perjudicar a la criatura de mis entrañas. Un bebé que está muy próximo a nacer y Yhwach quiere protegerlo a toda costa para que no vuelva a perderlo por "accidente". Puto iluso...ojalá mis rezos se hayan hecho realidad y este hijo no le pertenezca. Si no tuviera dudas por ello, ya me habría deshecho de él, aunque eso me convirtiera de nuevo en un asesino.

-Ah...- escucho como Yhwach jadea levemente mientras su semen rellena mi esfínter haciéndome apretar los dientes. Me siento asqueado de haberme vuelto a acostumbrar a su sexo, a su descomunal polla y a su dominio. Es tan diferente a cuando hacía el amor con Kuchiki-sensei que se me revuelve el estómago y me dan ganas de gritar, pero al menos tengo el consuelo de lo que pronto tendré en mis manos. Un hijo suyo.

Me estremezco cuando Yhwach me levanta para sacar su flácida polla de mi culo y me recuesta a su lado en el lecho, mientras yo recupero la respiración y acaricio mi vientre, masajeándolo y sonriendo sin poder evitarlo, lo cual hace que Yhwach me mire más embelesado.

-Te ves tan hermoso en este estado...- me tenso cuando pone su mano sobre las mías en mi vientre. –Espero que nuestro pequeño petirrojo saque tu belleza exótica...-

-Sí...claro...- resoplo intentando disimular hasta que él se incorpora del lecho y se pasea por el dormitorio desnudo yendo a coger su pipa para prenderla de opio. El olor que deja esa maldita droga me deja atontado, así que me incorporo como puedo de la cama, usando mis manos para apoyarme y salgo de la habitación hacia el baño.

-Evacúa y báñate. Mis criados harán todo, déjate mimar- tuerzo el gesto ante sus órdenes y cuando voy al baño, efectivamente un par de criados me esperan para ayudarme a entrar en la bañera haciéndome estremecer por el contacto del agua caliente. Me dejo lavar lentamente mientras mi mente vuela a otro lugar para fantasear como siempre. Sólo puedo pensar en mi sensei, en estos casi cinco meses que llevo apartado de su lado que se ha hecho eternos, preguntándome cómo estará, si me echará de menos o ya me habrá sustituido por otro alumno. Eso último me mata de dolor el pensarlo y hace que mi pequeño se remueva dentro de mis entrañas inquieto. Tengo todas mis esperanzas puestas en este bebé, seguro al cien por cien de que es mi de sensei, de nuestro último encuentro en el que le quité los aros para liberar sus testículos y se corrió dentro de mí intensamente. Es cierto que Yhwach después me tomó esa misma noche cuando volvimos a sus tierras y se corrió en mí durante horas, pero solo deseo que el semen de mi sensei haya sido más efectivo que el de este bestia. De solo pensar la cara que se le quedará cuando vea al hijo de mi sensei, me relamo de gusto. Una venganza dulce desde luego.

SODOMA: "Placer y Arena"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora