Ayer acabamos muertas de las compras que hicimos, y caímos redondas en el sofá. Pedimos comida china porque estábamos demasiado cansadas como para cocinar algo y nos quedamos dormidas en el sofá hasta que Kim nos despertó para que nos fuéramos a la cama.
Me encanta vivir con ellas. Cada semana se encarga una de toda la casa y así no tenemos nunca peleas. La etapa de la universidad sabía que sería inolvidable, solo espero que nuestros caminos no se separen cuando acabemos el último curso. A veces lo hemos hablado y las tres coincidimos en mudarnos a Nueva York, porque allí hay mucho más trabajo que en California.
Los chicos son más alma libre, seguramente cada uno tirará para un lado, pero sé que siempre mantendremos el contacto.
Por la mañana no me suena la alarma, y me despierta Kim. Nos arreglamos para ir a las clases, y cuando abro la puerta principal del edifico, mis ojos se abren de par en par cuando veo a mis padres detrás un Volkswagen Beetle color perla descapotable. No me lo puedo creer. Es el coche de mis sueños. De pequeña recuerdo estar con mis padres paseando por el pueblo, y ver en un escaparate un coche en miniatura de ese modelo, solo que ese era en rosa.-¿¡PERO QUÉ!? ¡ESTÁIS LOCOS! -Digo adorando al coche que tengo enfrente. -¿Vosotras lo sabíais? -Digo mirando a mis amigas.
-Sí. No te has dado cuenta de que falta una hora para ir a clase. -Y miro la hora. Son las siete y no me había ni fijado en que el cielo está un poco más oscuro.
-¿Te gusta? -Dice mi padre agitando las llaves en el dedo índice.
-Sabéis que si. Pero os dije que no quería uno tan caro. -Digo abriendo la puerta del conductor.
-No nos ha costado lo que te imaginas. Lo hemos cogido de segunda mano a un amigo de tu padre. Era de su hija, como se marcha a Australia a trabajar, no se lo puede llevar y nos lo han vendido. -El coche es precioso, tiene una pequeña pantalla en el centro y el interior es blanco combinado con un tono marrón arena en el salpicadero y en los asientos. Todavía huele a nuevo. -Hemos pensado que podría ser tu regalo adelantado de cumpleaños. -Dice mi madre a mis espaldas.
-Es perfecto. Me encanta. -Digo abrazando a mis padres. -Muchas gracias.
-De nada cariño, esperamos que lo disfrutéis mucho todas y que vengáis a casa mucho más. -Dice mi madre mirando a mis amigas. He ido dos veces a casa de mis padres con ellas, y mi madre las adora. Dice que se siente joven cuando está con nosotras, y eso que mi madre es joven porque me tuvo con 25 años. -¡Puedes llamar a Alan para enseñárselo! -Y la expresión de mi cara cambia en cuestión de segundos. -¿Pasa algo cielo?
-He estado un poco distraída y se me olvidó contaros que Alan y yo ya no estamos juntos. -Digo apoyándome en el coche. -Le salió un trabajo en Europa, y decidió marcharse a vivir a Italia. Quiso despedirse de vosotros, pero en el momento estaba un poco enfadada y le dije que prefería decíroslo yo cuando lo asumiera.
-Cariño lo siento mucho... El primer amor a veces es con el que más sufres. -Dice mi padre acunando mi cara en su mano.
-Lo sé. Las chicas me han ayudado mucho y me han mantenido distraída, así que estoy bien.
-Bueno nos alegra escuchar eso cariño. Si no tenía que ser él, es porque será otro. Nosotros nos vamos a ir ya, que tenemos que volver para trabajar. Os dejamos disfrutar del coche. Sabemos que lo vas a cuidar. -Dicen mis padres abrazándome.
Cuando se van mis padres después de despedirme cincuenta veces de ellos y de dejarme la cara marcada de besos, no puedo evitar pegar un grito con mis amigas. Bajo la capota y admiramos como lentamente se va escondiendo el techo. Es precioso. Decidimos ir al campus con él para probarlo, y así enseñárselo a los chicos.
Les envío un mensaje por nuestro grupo para que vengan y nos juntamos todos en el aparcamiento. Es un coche de chica, pero no paran de repetirme lo bonito que es.-Bueno, desde luego si que vas a ligar con este coche cuando bajes la capota. -Dice Mason
-No le hace falta un coche para ligar, idiota. -Replica Ethan pasando su brazo por encima de mis hombros.
-Bueno, pero ayuda capullo.
Mi mirada se desvía a Bryce, que veo como fija los ojos en el brazo de Ethan que reposa sobre mi.
-Venga vamos petardos. -Dice Kim.
-Parece que voy a tener que hacer cola para subirme a este coche y que me des una vuelta. -Dice Bryce que aparece a mi lado de repente.
-¿Por qué dices eso?
-Bueno, como vas a ligar mucho con este coche...
-¿Bryce celoso?, esto es nuevo para mi.
-¿Celoso? Cuando un tío te provoque lo que yo te provoco en la piel cuando te toco, entonces me preocuparé. -Dice acorralandome contra la pared del edificio del campus.
-¿Y qué me provocas si se puede saber? -Digo clavando los ojos en sus labios.
-Esto. -Cuela la mano por debajo de la sudadera agarrándome con fuerza por la zona de las costillas mientras elimina espacio entre nosotros y mi piel reacciona como de costumbre a su tacto. -¿Ves? Y todavía no he hecho nada.
-¿Y como sabes que solo me lo provocas tú? -Digo mientras le agarro por la nuca para atraerlo a mi, mientras acerco mis labios a su oreja. Cualquiera que esté viendo esta escena desde fuera debe de estar flipando. Cuando me aparto, veo la sonrisa que le sale cuando no se espera esas respuestas, y antes de que diga nada, me escapo y subo las escaleras para dirigirme a mi primera clase del día. Me gusta este juego con Bryce, pero a veces no puedo evitar pensar que me da miedo que no pueda controlar mis sentimientos. Normalmente, nunca soy así de atrevida cuando conozco a un chico, aunque a él técnicamente lo conozco de antes, pero él saca esa parte juguetona de mi interior, y me divierte bastante el tira y afloja que nos traemos entre manos. Si alguien me hubiera dicho en el instituto que iba a tener a Bryce susurrándome cosas provocativas en la oreja contra la pared de la universidad, me hubiera reído en su cara literalmente.
Después de clases, las chicas y yo nos vamos a casa, aprovechamos para dormir un poco, y cuando son las ocho, nos empezamos a arreglar para ir a la fiesta.
Decido ponerme el vestido de polipiel que me compré ayer con la camiseta blanca debajo, y las converse de plataforma negras a conjunto con el vestido. No me maquillo mucho, solo rímel y colorete, y en el pelo decido hacerme un moñito que me queda en lo alto de la cabeza con la mitad del pelo, dejando caer a mis espaldas el resto del pelo.
Kim y Shelby se han puesto el bañador debajo de la ropa, pero yo no tengo intenciones de bañarme en el agua.
Decidimos ir caminando hasta el campus, que tenemos más o menos andando unos veinte minutos porque todas queremos beber, y no nos apetece tener un accidente o acabar en la cárcel por dar positivo en un control de alcoholemia.Cuando llegamos, vemos a los chicos sentados en uno de los conjuntos de sillones que hay en la parte trasera de la casa, justo donde está la piscina, que ya está abarrotada de chicas y chicos.
Las chicas van a buscar la bebida, y yo me siento entre Ethan y Chad que me hacen un hueco, quedando enfrente de Bryce y de Mason. Cojo el móvil para escribirle un mensaje a Connor para que me avise cuando llegue. Me muero por verle vestido con lo que le ayudamos a comprar, hasta que veo un mensaje de Bryce asomándose en la parte superior de la pantalla.Estas muy sexi con ese vestido.
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Después de ti.
Teen FictionMadison inicia el segundo curso en la Universidad sin pareja ahora que Alan ha decidido marcharse a Europa sin ella después de un año de relación. Kimberly y Shelby, sus amigas , la convencen para que se abra a conocer a chicos, pero está demasiado...