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Hope se tapa la cara con las manos, y empieza a sollozar. Me levanto de un salto del taburete y la abrazo. Nos quedamos unos minutos así hasta que de repente mis padres hacen acto de presencia. En el mejor momento.

-¡Hola Cielo! No sabíamos que habías llegado ya. -Dice mi padre.

-Sí. Hace un ratito. -Me aparto de mi hermana para saludar a mis padres y ella sube a la habitación rápido para que no la vean llorar.

-Hemos comprado para hacer Sushi de cena en casa, ¿te apetece?

-Di que si por favor. Tu madre lleva viendo videos en YouTube toda la semana.

-Daniel, no seas pesado. Te va a gustar.

-Yo solo digo que comprarlo hubiera sido mejor.

-Eso no tiene gracia.

-Lo que tu digas cariño.

Miro a mis padres tener esa conversación con una sonrisa en los labios, y recuerdo que estas son las típicas peleas graciosas que tienen siempre. Mi padre chincha a mi madre, y mi madre le ignora por completo. La verdad es que nunca he visto a mis padres pelearse. Siempre están haciendo planes con amigos, o hasta ellos solos suelen salir a cenar todos los fines de semana.

-Lo haremos juntas, ¿a que sí, cariño? -Dice mi madre refiriéndose a mi.

-Claro mamá. Voy a dar una vuelta con Hope.

Salgo de la cocina tras besar a mis padres, y subo en busca de Hope, pico en la puerta para avisar de que entro, y cuando le propongo ir a por un batido, asiente con la cabeza limpiándose las lágrimas.

Enciendo el móvil y decido abrir el chat de Bryce para escribirle un mensaje.

Te alegrará saber que he llegado sin ningún rasguño.

Envío el mensaje, y en medio segundo veo que se conecta y empieza a escribir.

Ya empezaba a asustarme... ¿Cuándo vuelves?

Domingo por la tarde. Porque qué, ¿ya estás haciendo planes?

Se me ocurren unas cuantas cosas...

-¿Vamos? -Dice Hope detrás de mí.

Espero que sean todas buenas.

Respondo rápido y me guardo el móvil en el pantalón.

Decidimos ir paseando hasta el centro, para coger un batido para llevar y tomárnoslo en la playa sentadas para seguir hablando con calma. Espero que todo sea un malentendido. Hope es demasiado joven para quedarse embarazada, ni siquiera sabía que ya había mantenido relaciones, aunque bueno, lo que más me extraña, es que no me hubiera preguntado nada. Siempre cuenta conmigo para cualquier tipo de cosa, es bastante indecisa y a veces necesita siempre a alguien que le ayude a tomar decisiones, o igual solo le pasa conmigo porque soy su hermana mayor.

De camino al centro, decido explicarle que estoy conociendo a dos chicos y que uno de ellos es Bryce (al que conoce del instituto), y así intentar distraerla.

-Bueno, a ver... ¿Crees que estás embarazada?

-Sí. Debería haberme venido la regla hace dos semanas, y todavía nada...

-Cuando te acostaste con Sam... Usó preservativo, ¿verdad?

-No, pero porque hace tres meses que me tomo las anticonceptivas, lo que pasa es que el día anterior, se me olvidó, lo hicimos, y al ir a tomarla me di cuenta de que me faltaba una.

-¿Y no fuiste a tomarte la del día después por seguridad?

-No...

-Vale a ver Hope, no tienes porqué estar embarazada. Vamos a comprar un test. Mañana te lo haces por la mañana y vemos a ver que pasa. También puede ser que del estrés de pensar en eso, tu cuerpo tenga la reacción de cortarte la regla. Puede ser psicológico, tranquila ¿vale?

-Mad pero si estoy embarazada... ¿Qué hago? ¿Cómo se lo digo a papá y a mamá?

-No pasa nada. No te preocupes por eso todavía. Podrías habérmelo dicho por teléfono, lo sabes ¿no?

Nos quedamos un rato más hablando mientras intento tranquilizarla hasta que lo consigo y de camino a casa paramos en una tiendecita y decido comprarle a las chicas unas pulseras de perlas.

A la mañana siguiente, me despierta Hope zarandeándome para que la acompañe a hacerse el test. Miro el reloj y veo que solo son las seis de la mañana, pero decido no rechistar porque imagino que estará de los nervios.

Después de la espera de cinco minutos tras haber mojado el palito en la orina, aparece una única raya de color rosado, lo cual indica que es negativo.

-Ves... Te lo dije -Digo enseñándole el test.

-Joder Mad... Quería morirme, lo juro. -Dice abrazándose a mi.

-Tira eso bien lejos si no quieres que a mamá le de un infarto...

-Sí, sí. -Resopla y se inclina sobre la pica del lavabo para mojarse la cara con agua.

-Hope.. de todas formas, si has empezado a mantener relaciones, deberías ir al ginecólogo. Y no te olvides de tomarte ninguna pastilla. Si vomitas, utiliza preservativo durante una semana. Si se te olvida una, igual, preservativo durante una semana... Si...

-¡Vale, vale! Lo pillo Doctora!, lo tengo todo apuntado en un papel, pero gracias por el sermón. -Dice cortándome.

-Sermón... Será posible. Anda, tira para la cama.

El fin de semana en casa de mis padres ha pasado demasiado rápido. Por la tarde, quedé con Carla, mi amiga del instituto, y le dije que podía venir a verme cuando quisiera. Tenemos un sofá cama, y en mi habitación cabe de sobras. Sé que le vendrá bien un poco de desconexión del pueblo. En la tienda de sus padres trabaja bastante y el poco tiempo que le queda lo usa para estudiar, aunque ella dice que los fines de semana suele salir bastante con sus compañeras de clase, a las que conoció por un chat de grupo que hicieron para trabajos.

Le conté que Bryce está en la misma universidad que yo, y que es el primo de uno de mis mejores amigos. Su cara era de cuadros... Le enseñé todo su Instagram para que viera lo mucho que ha cambiado, pero lo único en lo que se fijó era en las pocas fotos en las que sale Ethan. Creo, que mi amiga ha tenido un flechazo, y si viene a visitarme, quién sabe...Por un momento, los visualicé juntos, y me hizo ilusión imaginarlos como pareja.

Carla es un poco más baja que yo. Es morena, pero se tiñe de su mismo color porqué dice que el tinte negro le hace brillar más el pelo, y no le quito razón, y desde que la conozco, no se ha cortado jamás el pelo. Ella dice que no le crece porque se lo tiñe demasiado, y yo siempre le digo que tiene que saneárselo, pero insiste en que la medida que tiene es perfecta, que es por encima del pecho. Realmente, no sé cómo lo hace, porque no se le ve estropeado.

Esa noche decidimos salir después de preparar la cena de Sushi que mi madre quiso hacer, así que invité a Carla, y después salimos con Hope a tomar algo, hasta que acabamos en The Sun, el Pub al que iba todo el mundo. Reconocí a varias personas del instituto, y fue agradable recordar esa época, aunque no cambio por nada del mundo la que estoy viviendo ahora. Sin duda la independencia es lo mejor. 

Después de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora