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Por la mañana, cuando bajamos las tres para ir a clases, nos encontramos en la puerta a Liam.
Me quedo parada porque no esperaba verlo ahí, hasta que reacciono a un leve empujón de Shelby para moverme del sitio. 

-Buenos días, rubia. -Dice dándome un beso en la mejilla. -Hola chicas.

Kim y Shelby lo saludan, y nos quedamos un rato hablando, hasta que las chicas me avisan que se adelantan caminando hasta la universidad.

-¿Y esta sorpresa? 

-He venido a acompañarte, sé que tienes clases, pero quería verte.

-¿No trabajas?

-Entro un poco más tarde, ¿vamos?

-Sí, vamos.

Caminamos a paso relajado hacia la universidad, mientras me explica que este fin de semana se marcha a servir de ayuda a un hospital para gente sin hogar. Es un programa, al que se apuntan los médicos para ayudar, y hacer una revisión a gente que no puede tener acceso a médicos. Por lo visto, en los hospitales hay este tipo de proyectos que crean los ayuntamientos de cada barrio. Montan una carpa en la calle, con biombos, y hacen un recorrido médico, y luego al final les ofrecen comida. Me parece algo bonito y necesario, y me gusta descubrir esa parte de Liam.

-¿Y dónde está ese hospital?

-En Vancouver.

-¿Vancouver? ¿Por qué tan lejos? 

-Los dos primeros cursos de la universidad, los hice allí. Estuve en unas prácticas en un hospital y mantengo el contacto con la gente con la que trabajaba. Cuando hacen cosas así, de vez en cuando me apunto y voy.

-Vaya... No sabía que estuviste viviendo allí.

-He estado en muchos sitios la verdad, no me gusta quedarme quieto en un mismo lugar.

-Eres un antiguo nómada. -Digo riendo.

-Así me llaman.

-Bueno, aquí te dejo, sana y salva. -Dice cuando nos detenemos en la puerta principal de la universidad. 

-No esperaba menos de ti.

Liam y yo nos despedimos en un abrazo rápido cuando escucho a Shelby gritar detrás de mí que llegamos tarde, y entramos juntas a la primera tortura del día.

-No le has besado. -Susurra Shelby cuando nos sentamos en el aula.

-No.

-¿Por qué?

-¿Por qué no somos novios? -Respondo irónicamente también en un susurro.

-¿Qué es tanto secretito? -Dice Mason detrás de nosotras.

-Nada. -Corto rápidamente la conversación antes de que a una de las dos les dé por hablar.

-¿Dónde has dejado a tu amigo? ¿Ligando con la secretaria? -Dice Shelby

-No. No le apetecía venir me ha dicho... Está muy raro.

Shelby se queda callada, y se gira sin decir nada cuando el profesor empieza la clase.

Cuando salimos, decidimos ir un rato a Clark's, un bar que hay cerca de casa al que solemos ir a tomar algo después de clases los viernes. Siempre se llena de estudiantes, y tiene un ambiente bastante agradable. Las luces son tenues, y las mesas son de madera oscura, y en los laterales tienen sillones envejecidos, mientras que en el centro está plagado de mesas con sillas de madera que rodean una pequeña tarima, en la que a veces viene a tocar algún grupo pequeño para darle ambiente al local. Lo que más me gusta de este lugar, es que está todo repleto de cuadros de famosos, o de escenas míticas de películas en las paredes de ladrillos. Tiene su encanto. Los ventanales son tipo industriales, y desde fuera puedes ver todo el bar como está a tope. Clark's es nuestro punto de encuentro con los chicos, y me extraña que no hayan aparecido ni Chad ni Bryce. Decido enviarle un mensaje a Bryce, pero lo borro después de haberlo redactado.
Los viernes normalmente siempre solemos hacer lo mismo, y después cenamos juntos en el apartamento de los chicos o en el nuestro, pedimos pizzas y estamos hasta tarde pasando el rato. 

Al subir, entramos en el piso y servimos en la mesa las cajas de pizza con las cervezas que hemos comprado. Seguimos hablando el tema de los disfraces para la fiesta de mañana, hasta que nos interrumpen unas risas fuera del apartamento. Al poco, se abre la puerta y aparecen Chad y Bryce con cuatro chicas.

Shelby y yo nos miramos a la vez, y puedo leer en sus ojos la furia que está sintiendo, porque viene a ser un poco parecida a la mía, solo que yo no soy tan transparente como ella.

-Joder tío, ¿podéis iros?. Queríamos seguir con la fiesta en casa. -Dice Chad abriendo la nevera y sacando cuatro cervezas.

-O que se queden, pero fuera ropa. -Dice Bryce chocando puños con Chad.

-Tíos, ¿Qué cojones? -Dice Ethan levantándose del sillón. -No es plan.

-Yo me largo. -Dice Shelby levantándose y recogiendo su bolso.

-Eso. Ahora te vas a enfadar, pero con razón. -Dice Chad dirigiéndose a Shelby. Esta se gira, se encamina hacia él hasta quedar a milímetros de su cara.

-Para ti no existo Chad. -Le apunta con el dedo índice, se da media vuelta y desaparece dando un un portazo.

-Joder, mira que es intensa... -Dice Chad mirándonos a Kim y a mí.

Kim y yo nos levantamos para irnos tras Shelby, pero en mi cabeza solo veo la imagen que tengo delante. A Bryce recostado en el sofá, con una rubia enganchada a su brazo. La mirada que tengo ahora mismo expresa asco, y no puedo evitarla, pero tampoco quiero montar una escenita más.

-No te atreverás a decirme nada. -Dice Bryce cuando estamos llegando a la puerta. -Tú haces lo mismo. Un día uno, otro día otro...

-Tío, ya vale. -Dice Ethan para que Bryce se calle.

-Eres un imbécil, Bryce. -Digo mientras Kim abre la puerta y paso por delante para largarme de aquí lo antes posible.

Voy tan enfilada, que paso de largo por delante de Shelby sin darme cuenta que estaba en la esquina del portal. Doy media vuelta cuando Kim me llama, y las espero hasta que se unen a mi.

-Será gilipollas. Luego, como se atreva a intentar hablar conmigo...

-Déjalo Shelby, iban un poco borrachos. Los dos. -Dice Kim para intentar calmarnos.

-Da igual, la tonta soy yo por creer cosas que no son.

-¿Salimos? -Dice Shelby cambiando de tema.

-¿Hoy?

-Sí. Vamos a Lights. No me apetece quedarme en casa. Nos arreglamos un poco, tomamos algo y luego volvemos.

-Pero mañana también salimos. -Dice Kim.

-Kim. Sí. Doble salida. Doble resaca. ¿Os apuntáis?

-Yo sí. -Digo levantando el brazo.

-Está bien. -Dice Kim.

Después de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora