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Levanto la vista de la pantalla, y veo como Bryce se guarda el móvil en el bolsillo del pantalón y apoya el brazo en el respaldo del asiento. Está increíblemente guapo con unos tejanos negros y una camiseta gris con el símbolo de Nike sobre su pecho que se ciñe a su cuerpo, moldeando su cuerpo.
Me propongo contestar, cuando Kim me planta en la cara un vaso rojo lleno de un líquido blanco, y otro pequeñito lleno hasta arriba.

-Venga, chupito de inicio. Un, dos y tres. -Y cuando cuenta tres, nos lo bebemos de golpe. Saboreo en mi garganta el ardor de vodka con licor de melón y zumo de piña. El favorito de Kim.

Estamos un rato con los chicos hablando, hasta que se empieza a escuchar el tema de Chris Brown con Drake, No Guidance, y Shelby nos insiste en entrar para bailar el temazo. Cuando llevamos un rato bailando, escuchamos un montón de barullo y nos aproximamos a una mesa llena de vasos rojos con dos pelotas de ping pong. Kim, Shelby y yo, hacemos equipo contra tres chicos bastante monos. Si nosotras metemos la bola en sus vasos, tienen que beber, si la meten ellos en los nuestros, bebemos nosotras. Un juego típico para ponerte ciego sin darte cuenta.
Los chicos son muy simpáticos, y tienen bastante puntería, así que la mayoría de veces las que bebemos somos nosotras. Shelby y Kim se quedan charlando con los chicos mientras me dirijo hacía la cocina para rellenarme el vaso. Ya llevo dos y con los chupitos me cuesta un poco concentrarme para no tirar todo el líquido encima de la encimera.
Cuando acabo de rellenar el vaso, noto detrás de mi una presencia que se aproxima a mi hasta que noto el bulto en su entrepierna en mi trasero, me retira el pelo para colocarlo en la espalda y me susurra algo en la oreja. No reconozco su voz, y cuando me giro, veo a un chico que no conozco.

-Se te da muy mal el juego de la pelotita. -Dice acariciándome la cara. No tengo ni idea de quién es.

-Estás demasiado cerca de mí, ¿no crees? -Digo empujándolo con mis manos. Pero es mas fuerte que yo y no cede ante mi gesto.

-Sé que te gusta. No te hagas la dura. Sé cómo sois las chicas como tú.

-Apártate. Yo sé cómo sois los chicos como tú, y dais asco. Os creeis que acosando a las chicas nos vamos a acostar a la primera de cambio, pero sois bastante penosos.

Cuando el chico da un paso hacia mi, veo como una mano se posa en su hombro. La reconozco enseguida por el anillo que lleva en el dedo índice.

-Creo que te ha dejado claro, que no te acerques a ella. -Dice Bryce.

-Tío, no dejes a tu novia muy suelta, se insinúa muy rápido cuando va borracha. -Dice el chico elevando las manos a la altura de su pecho, como si no fuera con él. No me puedo creer lo que acaba de soltar. ¿Que yo me insinuó? Seguro que tiene esta táctica más que aprendida el gilipollas.

-Mira capullo, lárgate antes de que te reviente la cara por acosador y mentiroso. Tengo poca paciencia, no quieras ponerla a prueba. -Dice Bryce agarrándolo de la camiseta con las dos manos mientras lo empuja fuera de la cocina. El chico se tambalea y desaparece entre la multitud. ¿Es normal que esta escenita me haya creado ganas de lanzarme encima de Bryce? No me gustaría verle en problemas, pero sé de sobras que le hubiera partido la cara sin que al otro chico le diera tiempo a reaccionar. Me quedo mirando a Bryce, y salgo de la cocina para ir fuera de la casa. Noto como me ha subido un ardor por todo el cuerpo y necesito aire urgentemente.

Cuando llego al porche intento coger el móvil y veo un mensaje de Connor que dice que llegará dentro de poco. Le respondo diciéndole que aquí le espero, y cuando me guardo el móvil en el pantalón, sin girarme noto la colonia de Bryce detrás de mi.

-¿Me estas siguiendo?

-Estás peleona esta noche. Me gusta. -Dice Bryce a mis espaldas pegándome a su cuerpo. Le tengo detrás y noto como pasa una mano por mi abdomen.

Después de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora