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Lights es para ir un poco arregladas, así que esta noche toca sacar los tacones. De mi armario saco unos pantalones de tiro alto pasado el ombligo de pata ancha, y un top dorado que es excesivamente corto, pero que solo puedo usar con estos pantalones. De no ser así, enseñaría demasiado abdomen, y así solo se ven cuatro dedos de mi piel.
El pelo decido planchármelo y dejármelo liso que cuelgue por la espalda, y combino el conjunto con unos zapatos de tacón ancho color beige, que apenas se ven por el bajo del pantalón.

-Fiu, fiu.... -Dice Kim cuando salgo del cuarto. Doy una vuelta rápida, y empezamos a reírnos a la vez.

Kim se ha puesto un vestido de seda plateado y Shelby lleva un conjunto de falda y top en color rosa champán que le regalamos el año pasado por su cumpleaños de una de sus tiendas favoritas.

Cuando desenchufo el móvil del cargador, veo que Ethan me ha enviado un mensaje para decirme que no haga ni caso a Bryce, que ha bebido un poco, y que han echado de casa a esas dos chicas. En parte me alegra saber que se va a quedar en casa, sin la compañía de esa chica, y se lo digo a Shelby para que sienta la misma satisfacción que yo.

-Me da igual. -Dice Shelby ignorando mi comentario.

-Ya, lo que tu digas petarda. Chad te tiene loquita, y por eso te has puesto así. -Dice Kim cerrando la puerta de casa.

-Bueno, igualmente, no quiero perder el tiempo con un crío. Y tú... -Dice Shelby apuntándome con el dedo. -Deberías de pasar de Bryce, son iguales.

-Eh, eh. A mi no me apuntes con ese dedo acusador. -Digo devolviéndole el gesto, y volvemos a reírnos juntas de camino al aparcamiento.

-Vamos a enviarles una foto. -Dice Shelby agarrándome el móvil de las manos.

Posamos todas mientras sostiene el móvil para hacer un selfie, y cuando salimos todas monas, le da al botón de enviar.

Cogemos nuestro coche, y aparcamos justo delante del local, que hay una zona de parking gratuita hasta las 3 de la noche, así que no tenemos mucha excusa para alargar la salida. Mañana también queremos salir.
Hacemos un poco de cola para entrar, pero como Shelby conoce a uno de los dueños, se adelanta para llamarle por teléfono y seguidamente, nos hace una seña para que la sigamos. Le pasa el teléfono al portero, nos pega un repaso, y nos deja pasar por delante de toda la gente que está esperando. No hay mucha, pero es un club más elegante y controlan más quien entra y quién sale.

-¿Y tú de qué conoces al dueño? -Digo cuando llegamos a la barra.

-Pues resulta que es amigo de mis padres. Es inversor y tiene varias discotecas en California. Hasta que no hemos llegado, no he caído en que estuvimos cenando en verano en su casa.

-¿Te lo has ligado? -Pregunta Kim,

-¡Qué va! Está casado tía y tiene la edad de nuestros padres. -Cogemos las copas que nos han servido, y le echamos el primer trago. Sin duda, aquí sirven las mejores mezclas de alcohol de cualquier otra discoteca que pueda probar. -Aun que con el hijo sí que tuve un rollito.

-Esa es nuestra amiga. -Levantamos las copas, y las hacemos sonar cuando las juntamos a la vez para brindar.

-Si vierais el casoplón que tienen... Se ve toda la ciudad, y tienen una infinity pool bestial.

Seguimos hablando hasta que suena un remix de Rihanna de Needed Me. Dejamos las copias vacías sobre la barra, agarro a mis amigas del brazo y las arrastro hasta el centro de la pista para bailar como si no hubiera un mañana. Cuando llevamos un rato bailando, decidimos ir a por la segunda bebida. Charlamos en la barra observando el panorama, y cruzo miradas con un chico que está acompañado de un par de amigos.
Kim me hace desviar la mirada cuando me avisan que van al baño, y yo decido meterme en la pista a bailar cuando escucho Loyal de Chris Brown. Empiezo a bailar sola, porque para este tipo de cosas no tengo problemas. Me da igual ir a correr sola, al cine sola, a la cafetería sola y contonearme en mitad de una discoteca sola. En un momento, noto como un cuerpo se arrima al mío, y pasa su brazo por mi abdomen atrayéndome a él, hasta que empezamos a movernos a la vez al ritmo de la música. Se mueve bien, así que no me preocupo en girarme para ver quién es el chico que ha decidido acercarse a bailar conmigo. 

Después de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora