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Por la mañana, aprovecho para ayudar un poco a mi hermana con la decoración de su habitación.

No quiero irme muy tarde a casa, por lo que decidimos levantarnos pronto, e ir a comprar cuatro cosas a una tienda que han abierto nueva a tres calles de casa de mis padres. Ya le he dicho a Hope que si se va el año que viene, no le iba a servir de nada hacer este cambio (también le ha hecho a mi padre pintar la habitación entera de blanco), pero insiste en que se llevará casi todo para decorar su habitación de la universidad.

Compramos una lámpara de mesa de mimbre, una colcha en tono rosado, un conjunto de cuadros pequeños para la pared y una caja grande de terciopelo beige para guardar los auriculares, cargadores y varias cosas que suelen dejar tiradas por encima de la cómoda. La idea ha sido mía, claro, ya que me pone nerviosa ver cosas tiradas por el medio, y al ver la caja, y proponerle la idea le ha encantado.

<< A ver lo que dura su orden >>

De camino a casa, paro un momento en la calle de Carla para despedirme de ella, y le recuerdo que es bienvenida cuando quiera.
Ya conoce un poco a las chicas porque a veces en videollamadas que hemos hecho han estado ellas presentes.

-Ni se te ocurra decirle nada a Ethan. -Dice Carla asomándose por la ventana del coche.

-¿De qué ?, ¿De qué te parece monísimo?

-Madison, me moriría de la vergüenza y lo sabes.

-Tranquila. Puede parecerte guapo cualquier chico, pero no le diré nada.

-Vale. -suspira.

-Pero... Vendrás pronto ¿no?

-Sí. Lo hablaré con mis padres para avisarles y te digo algo.

-De acuerdo. Me voy porque si me lo pienso igual hasta me quedo. -Digo poniendo el coche en marcha.

-¡Te quiero!, Gracias por venir, lo necesitaba.

-Para eso están las amigas.

Nos damos un abrazo a través de la ventana del coche, y pongo rumbo a casa.
Ayer por la noche hablé con Liam, qué me escribió para preguntarme como iba por aquí y estuvimos hablando un par de horas. Él justo también estaba ese fin de semana en casa de sus padres, y por lo visto me comentó que se quedaba dos días más, porque en el hospital le debían días de vacaciones.

Después de casi tres horas, porque la carretera estaba plagada de coches, llego a casa, y me encuentro a todos en el salón. Estoy demasiado agotada, pero quiero quedarme un rato con ellos, así que me doy una ducha rápida y me siento en el sofá entre Chad y Mason.

-¿Qué tal tú familia? -Dice Mason pasando el brazo por detrás de mí.

-Bien. ¿Pues no va mi hermana que me suelta que se cree que estaba embarazada? -Digo recostando la cabeza sobre el brazo de Mason.

-¿Queeeee? -Exclaman las chicas a la vez.

-Sí... Pero nada, un susto, porque se hizo el test y salió negativo.

-Joder tiaaaa. Casi me da un infarto a mí, no quiero imaginar tu cara. -Dice Kim bajando la mano del pecho.

Les acabo de explicar un poco el fin de semana, y ellos me cuentan lo que han estado haciendo. Fueron el sábado otra vez a los bolos, y esta mañana han ido a caminar hasta la montaña. Mason es amante de la naturaleza, y se sabe todos los caminos de memoria. Gracias a él, hemos visto los mejores atardeceres en lo alto de las montañas.

Suena el móvil entre mis piernas, e instintivamente, miro a Bryce.

Todavía me debes algo.

Después de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora