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Antes de llegar al pie de las escaleras, escucho como Bryce se disculpa con las chicas y les avisa de que ahora vuelve. Subo las escaleras, y me siento en un sillón flotante que tienen los chicos en una esquina en forma de huevo con cojines.

-Puedes pasar, estás en tu casa. -Digo cuando veo que se detiene en el marco de la puerta de la terraza.

-Gracias. -Dice intentando hacerse hueco en el sillón.

-No creo que esto aguante mucho nuestro peso. -Digo acomodándome.

-Un rato sí. -El sillón se balancea hasta que le cogemos el truco para entrar los dos. Es un sillón para una sola persona, así que estamos rozándonos piel con piel y ya puedo sentir el escalofrío por todo mi cuerpo.

-¿Cómo estás? -Dice rellenando el silencio.

-Bien... -Se vuelve a hacer el silencio, y empiezo a plantear diferentes maneras de empezar la conversación pendiente que tenemos. -Bryce yo... Siento haberme distanciado, pero a veces parece todo tan complicado entre nosotros... Cuando pienso en hablar te veo con Crystal, luego aunque digas que no, te veo coquetear con la amiga de Samantha... No sé...

-Antes de nada, cuando me viste con Crystal le dije que quería hablar con ella, y se plantó en la puerta de la universidad. -Dice mirándome fijamente a los ojos. -Es un poco impaciente, y bueno, solo quería decirle que no quería seguir viéndonos, te vio salir y me besó a propósito, y con Sarah, desde luego no estaba coqueteando, más bien al revés.

-Ya... No sé porqué nos cuesta tanto comunicarnos.

-Yo tampoco...

Apoyo la cabeza en su hombro, y nos mecemos en el sillón flotante en silencio, solos bajo la tenue luz de unas bombillas colgadas en la pared y la música del salón de fondo. Es agradable la sensación cuando estoy cerca de él, solo nos frenan las mismas cosas y solo hace que nos compliquemos más.

-¿Por qué no quieres ver más a Crystal? -Lo tenía que soltar. Al escuchar esas palabras he podido contener una sonrisa, pero en mi interior había una mini-Madison saltando de alegría.

-Estoy colgado de otra chica, solo por eso.

-Ah ya... Pues has hecho bien entonces.

-Madison, yo... no se me da bien expresar mis sentimientos pero bueno. Lo que te quería decir el otro día mientras nos bañábamos juntos, era que no soporto estar separado de ti. Esta semana sin saber nada, ni verte se me ha hecho eterna. No estaba en mis planes pillarme de ninguna tía, pero has aparecido. No sabía que te encontraría aquí, ni que me colgaría hasta las trancas por la chica del instituto con la que apenas hablé.

Me quedo callada asimilando sus palabras, sin decir absolutamente nada, pero en mi interior hay miles de preguntas. Bajo la vista a mis manos por su confesión, y me muerdo el interior de las mejillas tan fuerte que casi sangro.

-Joder... Sé que te he dicho muchas veces que no quiero una relación, y hasta donde yo sé, tú tampoco estabas mucho por el tema, pero me gustaría no se...

Antes de que acabe, estampo mis labios con los suyos mientras nuestras lenguas se buscan con el desespero como si llevásemos meses sin besarnos. Bryce me agarra de las piernas para colocarlas encima de él y noto como mi corazón me late tan fuerte que parece que vaya a salirse del pecho y un calor que recorre todo mi cuerpo.

Joder echaba de menos esta sensación...

-¿Eso es un sí? -Dice separándose de mi.

-¿Qué me estás proponiendo? -Lo he entendido perfectamente, pero quiero escucharlo. Quiero escuchar que quiere intentarlo conmigo, que quiere tirarse a la piscina aunque pueda estar vacía.

-Poder besarte cada día. Solo yo.

-¡Eh! Venga que Ethan va a soplar las velas. -Dice Mason con el pastel en las manos mientras suben las chicas detrás de él.

-Joder tío, ¿tiene que ser aquí? -Dice Bryce bufando.

Mason levanta los codos a modo de disculpa, y cuando empiezan a subir todos, Shelby enciende las velas, mientras Bryce y yo nos miramos sonriendo acompañamos a todos cantando el cumpleaños a Ethan.

-¿Y qué le has dicho? -Dice Kim emocionada.

-Nada petarda, habéis aparecido vosotros para el pastel.

-¿Y le dirás que sí? -Pregunta Shelby.

-Sí...

-Bien amiga, me alegro que por fin haya puesto las cartas sobre la mesa. Será huevón el tío... mira que ha tardado.

Estamos en la cola de Lights comentando la situación, cuando de golpe aparece una chica que le pregunta a Shelby si ella es Madison. Me quedo helada al verla, porque la reconozco al instante. Es la novia de Liam.

-Soy yo. -Digo

-Hola, soy Vanessa. No nos conocemos, pero...

-Sé quien eres... -Digo cortándole. Por la forma en la que ha llegado a nosotras no parece cabreada, pero no quiero bajar la guardia.

-¿Venís? -Dice Ethan.

-Entrad, ahora voy yo. -Le digo a todos.

-Lo siento, quería hablar contigo y bueno... No quería molestarte pero necesito saberlo.

-Ven. -La cojo del brazo y nos dirigimos a un pequeño parque que hay delante de la discoteca. Cuando nos sentamos, noto que está nerviosa, y le cojo las manos para tranquilizarla. -Lo siento mucho de verdad... yo no sabía que Liam tenia pareja, de lo contrario...

-Lo sé. -Dice interrumpiendo. -No es culpa tuya, él es quien tiene un compromiso, no tu.

No puedo evitar quedarme de piedra ante sus palabras, porque por mucho que él es el responsable, ya que es quien tiene pareja, normalmente las chicas solemos atacarnos entre nosotras, y luego él que es quien ha cometido la infidelidad, se va de rositas.

-¿Como...?

-Abby. Y bueno, Connor.

-¿Connor te ha contado algo?

-No. Verás, Abby me dijo que vio un día a Liam con una chica rubia en un centro comercial. Por ese entonces nos acabábamos de pelear y lo dejamos esa mañana, pero por la noche volvimos a reconciliarnos. No quise darle importancia, pero cuando Abby te reconoció, me comentó que eras amiga de Connor. Estuvimos dándole vueltas, y al final le pregunté a Connor directamente. No quiso decirme mucho pero si me confirmó que os conocéis, y me dijo que hablase contigo.

-Quise decírtelo. En cuanto me enteré, corté relación con él. Iba a ir a contártelo, pero no sabía cómo hacerlo, y de golpe Liam se presentó debajo de casa.

-¿Nunca te habló de mi?. -Puedo notar como le tiembla la voz. Sabe cuál es la respuesta, pero aún así, ha tenido valor a preguntarlo.

-No... Lo siento. Vanessa yo no soy quien para decirte nada, pero un chico así no vale la pena. No tenía ninguna intención de decirte nada.

-Lo sé... No es la primera vez.

-¿Que es infiel?

-Sí. Una noche. No sabía que estábamos en la misma discoteca, y vi como se marchaba con una chica de la mano. Dolió, pero le creí cuando me dijo que no lo haría más...

-¿¡Mad?! -Oigo a Shelby desde el otro lado de la calle.

-Sí, perdón... No quiero entretenerte más. -Dice poniéndose de pie rápidamente.

-Tranquila. Podemos quedar un día si quieres.

-Gracias.

Me quedo parada viendo como se monta en el coche, y se marcha mientras Shelby se acerca corriendo hasta mi.

-Tía, qué frío. ¿Vamos dentro? -Dice mientras me agarra del brazo. -¿Todo bien?

-Sí. Me siento mal por ella. Parece una buena chica.

-Seguro que lo es, cielo. Ojalá le patee los huevos a ese capullo.

-Ojalá...

Después de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora