Una chica rubia de largo cabello caminaba por un acogedor pueblo de camino a su hogar.
Portaba un bonito vestido morado y unos tacones a juego.
Nada más entrar sus padres la recibieron de la manera más agradable posible.
— ¡Oh, mi princesa! — Sonrió la madre dejándole paso. — Tenemos que presentarte a alguien.
— ¿A quién, madre?
Comenzaron a poner rumbo hacía la sala de estar donde se encontraba un hermoso hombre de traje azul.
— Estábamos muy preocupados de que no encontraras a alguien en tu vida, hija. — El padre dejó posada su mano sobre el hombro del chico. — Él es Jongho, tú futuro esposo.
— Un gusto, bella dama. — Se inclinó delante de ella con una sonrisa.
La princesa se quedó indispuesta.
Ahora cómo le decía a sus padres que ella había encontrado al hombre de sus sueños.
No podía decirle que se escapaba todas las noches para vivir su romance.
— P-Pero padre... Yo ya amo a un hombre en mi vida... — Desvió su mano hacia su pecho.
— ¿Cómo nos dices esto ahora, hija? — La madre se acercó a ella un tanto enfadada. — ¿Quién es?
— Pues es un hombre de pueblo abajo, Mingi.
El hombre de mediana edad no podía creer lo que estaba escuchando.
— ¡Ese hombre jamás te podrá complacer, Jongho tiene el dinero suficiente para complacerte, hija!
— ¡Padre, a mí no me importa el dinero!
En ese entonces entra un perro abalanzándose sobre los padres de la princesa lo que alertó al resto de los presentes.
— ¡Guau, guau!
Tras de sí entró una mujer de tercera edad en busca de su perro.
— ¡San, ven aquí! — Entró poniéndole la correa al perro. — Estoy harta de decirte que no entres en casas ajenas.
El padre se reincorporó ajustándose la corbata.
— ¡Pero bueno...! — Se quedó mirando a un punto fijo. — Emm... ¿¡Quién es usted y cómo ha entrado aquí!?
— En orden, yo soy Woo, una pobre anciana que ama a su perro; y aparte he entrado por la puerta, ¿por dónde va a ser si no? — Suspiró exhausta. — Bueno, me voy que se me quema el bizcocho, vamonos San.
— ¡Guau!
El perro salió de ahí moviendo el culo de manera peculiar mientras andaba.
La madre apretó sus labios entre sí al ver dicha escena.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
