El rubio se quitó los cables para empezar a correr tras él.
— ¡Perdóname! — Vociferó el menor huyendo de él por todo el hospital.
— ¡Ven aquí, cobarde!
Siguieron corriendo hasta que fue detenido por un médico.
— ¿Me explican que hacéis corriendo por el hospital? — El hombre de bata blanca cruzó sus brazos mirando al más alto. — ¿Y decías que tú lo ibas a cuidar?
Mingi bajó la cabeza apretando sus labios.
— Doctor... Me estoy empezando a marear... — Dijo Hong Joong apoyándose en un pilar. — ¿Podría llevarme a la habitación?
El hombre asintió al rubio para apoyarlo sobre él y llevarlo a la habitación a pasos lentos seguido de Mingi el cuál se estaba arrepintiendo de eso.
Una vez ya se encontraban entre esas cuatro paredes, el doctor fue a buscar lo que dejaron por medio del pasillo.
— Mingi, ven. — El mayor hizo gestos para que se acercará.
— No, me vas a pegar.
— ¿Cómo te voy a pegar? — Rió levemente. — Si yo te quiero mucho...
— ¿Lo dices en serio? — Alzó una ceja cuando el más bajo asintió. — Pues dame otro beso...
Hong Joong solo sonreía.
— De acuerdo, ven. — Puso morritos haciendo que Mingi se acercará, cuando lo tuvo lo suficientemente cerca le agarró el cuello rodeándolo con su brazo mientras con su otro brazo ejercía presión.
— Agh-... — Mingi intentó chafarse a lo que le fue imposible ya que el menor lo tenía bien agarrado. — Hon-... Me... Aho-.....gas...
El médico entró viendo la escena.
— ¿Qué haces? — Se alertó acercándose a ambos.
El mayor aflojó la presión abrazando a Mingi.
— Nada, solo le estaba abrazando. — Sonrió inocentemente a lo que este solo asintió no muy convencido. — Es que soy muy cariñoso.
Cómo quería que el doctor estuviera convencido de lo que dijo cuando la cara de Mingi estaba roja y además estaba tosiendo.
— Perdón doctor, es que me atraganto con mi propia saliva... — Sonrió forzosamente el menor pasando su mano por su cabello.
A lo mejor todo estaba bien y él se estaba creando una historia en su cabeza.
De todas maneras, los tendría vigilados.
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Changbin caminaba en varias direcciones acompañado de dos australianos.
— ¿Por qué quieres buscar a Wooyoung? — Preguntó el chico de pecas curioso.