Capítulo 20: Exámenes finalizados.

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El examen dio por concluido.

Y una vez más sentía haberse quitado un peso de encima.

Esa sonrisa tonta permanecía en su rostro desde ayer.

Incluso sus compañeros pensaron que había tomado droga y por eso estaba tan feliz.

Pues aún recordaba su conversación de ayer:

" — Wooyoung, te amo. — Aquel chico de cabello liso se encontraba enfrente suya con una sonrisa sincera.

Después de haber salido de su mundo, se dio cuenta de que estaba en la realidad y que no se trataba de un sueño.

No podía creer lo que sus oídos habían escuchado.

El chico que le derrumbó la vida en un momento tras decirle que le gustaba alguien, se le estaba confesando.

La persona a la que amaba, era él y por eso no le dijo.

Sus labios se apretaron entre sí y su cuerpo tembló por unos instantes.

— Jung Wooyoung, ¿quieres ser mi novio? —  Se declaró agarrando las manos del menor mientras lo miraba desde arriba.

Por parte del anteriormente nombrado, solo pudo asentir con torpeza.

El peli-verde se inclinó hacia él y le besó con suavidad. Wooyoung jadeó cerrando sus ojos, dejándose llevar.

Sus manos se deslizaron por el cuello del menor. Apretándole suavemente la garganta con sus pulgares y así echarle la cabeza hacia atrás.

Sus manos bajaron hasta sus hombros, rozaron sus brazos y se posaron en su región lumbar.

Sintió que algo estallaba en su pecho y que un extraño hormigueo recorría todo su cuerpo. Los labios de San acariciaron los suyos, con ternura y cariño.

Ese cariño que jamás supo apreciar en algún simple acto y que ahora se lo demostraba con todas sus fuerzas.

Ese beso se sintió como nada mejor en el mundo, pese a ser su primer beso, ambos estaban dando lo mejor de sí en él.

Cuando todo se tornaba a algo tan bello y bonito, el reloj marcó las diez de la noche. Lo que indicaba que lamentablemente tenían que volver a sus habitaciones."

Si lo pensaba de aquella forma tan linda, Yeosang fue su cupido.

En ese momento en el que desapareció no hizo nada más que buscar a San. Suerte tuvo de encontrarlo en las taquillas.

No podía borrar aquel memorable momento a la luz de las estrellas. Donde el suave verde pelo del mayor brillaba más que nunca.

Parecía un sueño, pero se trataba de la realidad.

Bien pudo comprobarlo por el golpe que recibió de Yeosang esta mañana al recordarle.

Se sintió en una película romántica mientras caminaban de la mano hacía el edificio y el céfiro que crinaba sus cabellos con delicadeza adornaba ese momento.

Solo pudo suspirar cómo tonto al recordar aquello.

Y si le faltaba aún más felicidad, el examen le había salido mejor de lo esperado.

Lo único que le comenzaba a molestar en ese momento era el hecho de que siquiera San se había tomado la molestia de escribirle un mensaje.

Agarró su teléfono entrando a la aplicación de mensajería.

Atiny University (ATEEZ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora