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El cuerpo del más alto se desplomó en el primer sofá libre que vió y su novio fue el primero en tumbarse sobre él en un largo suspiro.
A ninguno de los dos le importaba él sudor ajeno después de un concierto de más de una hora, lo único que importaba es que ahora podían descansar después de esta gira mundial.
El aire acondicionado enfriaba sus cuerpos de manera un tanto violenta, pero a ellos le importaba lo más mínimo eso, estaban derrotados.
Las manos del menor rodearon su cintura mientras sentía el rostro contrario apegado a su pecho.
— Te quedan muy bien estos colores de cabello. — Opinó Mingi acariciando los cabellos bicolores de su novio; mitad rubio, mitad moreno.
— Tú también estás precioso. — Respondió sin tener que mirar su cabello, el negro con mechas azuladas le hacía ver realmente atractivo.
Mingi sonrió ante el halago besando su cabello reiteradas veces, como un niño pequeño.
Quién le diría a Hong Joong que este ser que se hace ver tan imponente en el escenario resultaba ser un necesitado de amor las veinticuatro horas del día. Definitivamente Mingi no serviría para estar soltero. Bien lo visualizó con sus propios ojos años atrás cuando se comportaba como una pareja con Yunho.
— ¿Me das un beso? — Interrumpió sus pensamientos con otra más de sus necesidades momentáneas.
Hong Joong alzó su cabeza de su pecho para complacer a su mimado niño, dejando varios y pequeños besos sobre sus labios. Acto seguido, se abrazó nuevamente a su cuerpo reposando su oreja en el lado opuesto de su pecho esta vez. Ahora, escuchaba los latidos algo acelerados, pero más calmados que antes del menor.
Podía prometer y apostar todo el dinero del mundo a que se podía quedar dormido ahí y no despertar hasta que pasaran mínimo las doce horas de sueño.
Mingi movió el cuerpo contrario, desviando de sopetón aquel pensamiento que Hong Joong había tenido previamente.
— Tenemos que irnos ya. — Murmuró Mingi, acariciando sus cabellos y parando al instante al notar que casi consigue justo lo que no quería, que se durmiera. — Vamos al hotel, a descansar.
— Me quiero quedar así un ratito más. — Reprochó siendo este ahora el que tenía necesidades momentáneas.
Después de insistencias por parte de Mingi y el staff, este se levantó en un tambaleo. Estaba que se caía de sueño y su pareja era consciente de ello. Pues Hong Joong se pasó hasta tarde preparando un nuevo álbum y nadie le puede detener cuando sabe que van en contra reloj.
Al llegar al coche, luego de sufrir todo el griterío de las fans mientras subían al vehículo, desplomó su cabeza en su hombro con pesadez.
Solo esperaba que los fanáticos no pensaran que la empresa los tiene sin dormir o algo por el estilo porque no sabía si le creerían incluso si dice la verdad.
Ahora estaban en su etapa más feliz incluso si había muchísimo trabajo. Podían ser libres al expresar sus emociones frente al público sin que esos comentarios haters se hicieran de notar, pues antes de que ellos lo pudieran ver, estaba denunciado por más de cien personas y desaparecido de su alcance. También sus popularidad había aumentado en demasía y sus visualizaciones también aunque no era lo que más les importaba en este momento, a pesar de ello, mostraban su agradecimiento ante sus fans. Y lo que menos esperaban, recibieron premios por su música, su talento y por su esfuerzo, todo era un sueño para ellos y más aún para el líder del grupo.
El auto se detuvo frente al hotel, volviendo a tener en sus oídos aquellos gritos alegres y enérgicos y los flashes de las cámaras.
— Hong Joong, vamos a dormir, solo mantente bien ahora, ¿sí?
El mayor se dió suaves palmadas en su rostro a sí mismo intentando despertar y tomó un poco de agua. Tras estirarse y cubrir su rostro salió del vehículo recibiendo nuevamente apoyo y más apoyo.
Se inclinó repetitivas veces ante la cámara con sus manos juntas en agradecimiento. Y tras saludar a los seguidores y admiradores del grupo entró en el edificio acompañado de Mingi, el que rápidamente tras desaparecer del campo de visión de las cámaras y los fans, es decir, en el ascensor, alzó el cuerpo de su novio en sus brazos dejándole descansar.
Hong Joong se habría negado a ello, pero no tenía fuerzas para replicar nada, así que solo se abrazó a él cerrando sus ojos.
Abrió la puerta de la habitación y tras cerrar dejó al contrario sobre la cama. Se cambió de ropa con rapidez y ayudó al de cabello bicolor también.
— Ya terminó todo. — Musitó Mingi echándose en la cama de manera tranquila. Hong Joong agotó las pocas fuerzas que le quedaban en tumbarse sobre Mingi, justo como antes había estado sobre él en aquel sofá.
El menor besó su frente acariciando y masajeando su espalda, movimiento que hizo que el contrario soltara un quejido seguido de un suspiro. Su espalda seguro le dolía, pero no tanto como el sueño que le invadía.
— Gracias por todo lo que has hecho por nosotros hasta ahora... — Dijo abrazando el cuerpo que tenía sobre él con amor.
Nadie sabía mejor que él todo lo que tuvo que hacer para llegar a donde estaban ahora, como bien dicen "todo esfuerzo tiene su recompensa", ¿no?
Pero eso no era lo importante para los ojos del líder, había algo mucho más importante para él.
— No, gracias a vosotros por cumplir mi sueño. — Finalizó antes de ser abatido por el cansancio acumulado, durmiéndose.
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