Atiny University (ATEEZ)

Capítulo 1: Un comienzo caótico

Cambiar de universidad era lo que más odiaba Hong Joong, no le gustaban los cambios. Y más aún cuando esta era la universidad más colosal de Seúl.

Su hermano mayor decidió llevarlo a la escuela.

A decir verdad, se le metían los nervios en la cabeza, normalmente no solía asistir a la escuela ya que prefería componer canciones.

Pero cuando cambió de universidad, descubrió que había compuesto alrededor de 40 canciones y que no las iba a usar en absoluto por el momento.

Así que tenía un objetivo firme en esta escuela de formar un grupo de K-pop y usar sus canciones en él.

Su hermano observó fijamente al rubio, pues había detenido el auto hace un rato.

— ¿Planeas no hacer nada o vas a ir a la universidad ahora mismo?

Hong Joong salió de su mundo yupi y miró al conductor.

— Oh sí, lo siento ... — Se rió nervioso y torpemente alcanzó su mochila. Abrió la puerta del coche y salió.

Se podría decir que casi se cae con el bordillo de la acera.

Cuando estaba nervioso, se volvía incómodo, y cuando su hermano se reía tan pujante, se volvía aún más incómodo.

Se puso el asa de la mochila en el hombro derecho y cerró la puerta del coche.

Después se despidió de su hermano y entró por la puerta de la universidad.

Ahora se sentía profundamente solo, todos entraban  en compañía de otros, pero sin embargo, él iba solo.

Cuando ingresó a la universidad aprovechó para agarrar la llave de la taquilla. Según le dijeron, sus libros estarían allí.

Mucha gente lo miraba de arriba abajo, pero no era por su apariencia, sino por su peculiar forma de vestir.

Preferiría ignorar a esas personas e iniciar a buscar sus número de casillero.

— "273 ... 273 ... 273 ..." — Murmuró buscando el número entre las muchas taquillas.

Chocó accidentalmente con un chico moreno y, para ser honesto, estaba de mal humor.

— Lo siento, no me di cuenta. — Se disculpó varias veces.

En cambio, el contrario lo golpeó en el hombro, provocando que el rubio cayera golpeándose en la espalda con las taquillas.

Sus llaves volaron, su mochila se abrió y todas sus cosas fueron liberadas.

— ¿Eres imbécil e o te pasa algo? ¡Mira por donde vas! — El castaño gruñó, con la intención de golpearlo.

Hong Joong lo miró impotente, pero pensó que debería dejarlo estar.

Al ver la intención del chico, se centró más en esta situación, estaba dispuesto a ser golpeado, pero no se iba a quedar quieto después.

O eso hasta que el brazo del moreno fue detenido por un chico alto de cabello azul, se sorprendió, su cabello estaba cubierto de varias trenzas azules y eso despertó su atención en él.

— Ya te ha dicho lo siento Changbin, ¿qué parte no entiendes? — Le soltó la muñeca por impulso.

En cambio, Changbin rodó sus ojos, no quería meterse en problemas con Mingi.

Era muy popular entre las chicas, y si le hace algo, daba por seguro que esas chicas le arrancarían el cabello gradual y dolorosamente uno por uno.

Gruñó y se alejó con las manos en los bolsillos.

Hablaría con su amigo Wooyoung sobre lo sucedido, tenía que desahogarse.

Hong Joong notó la mano del contrario frente a él y sin duda alguna le tomó la mano.

— ¿Estás bien? — Cuando el menor dejó la llave en su casillero, levantó la cabeza y observó al rubio.

Si no fuera porque la llave tocó su pie, no se hubiera dado cuenta de lo que habría hecho Changbin hasta tiempo después.

— Sí, estoy bien, gracias... — Estaba avergonzado por la situación.

Agarró las llaves y el otro no prestó atención a su agradecimiento, solo quería ayudar.

Se agachó para recoger sus pertenencias, por otro lado, el hombre alto no se detuvo y lo ayudó a recoger sus cosas también.

— Mi nombre es Mingi, Song Mingi. — Se levantó al mismo tiempo que él.

Volvió a colocar la mochila sobre sus hombros y examinó al de alta estatura.

— Kim Hong Joong. — Le sonrió levemente.— Lamento que nos hayamos tenido que haber conocido de esta manera...

El de trenzas le sonrió apoyándose en una taquilla.

— 273... 273... 273... — Le imitó sin quitar la mirada del rubio quien reía torpemente. — ¿Eres nuevo o me equivoco?

Hong Joong negó, límpidamente no se equivocaba.

Cuando Mingi quitó la mano de su taquilla, el rubio la abrió y sacó sus libros dejándolos en su mochila a medida que los sacaba.

— ¿De qué clase eres? — Examinaba visualmente a Hong Joong de arriba a abajo mientras dejaba caer su espalda en las taquillas.

— Estoy en la B-3...

Mingi comenzó a agarrar algunos libros de la mochila del más bajo y guardarlos en la taquilla nuevamente.

Por otra parte Hong Joong frunció el ceño, le estaba haciendo perder el tiempo y ya llegaba tarde siendo su primer día.

— No pongas esa cara, estás en mi clase y esas materias no nos tocan hoy. — Cerró la taquilla para agarrar la muñeca del rubio. — Llegamos tarde...

A decir verdad se sentía exultante estar en la misma clase qué él, por lo menos ahora tenía alguien con quién hablar.

Mientras tanto Hong Joong se esforzaba por cerrar su mochila, pues el peli-azul solo tiraba de su muñeca desplazándose.

Una vez lo consiguió observó por donde iban. Tenía que saber dónde estaba su clase, aunque ya era demasiado tarde, estaba más perdido que un mapa al revés.

Entraron a la clase con toda tranquilidad o por lo menos Mingi.

La profesora no tenía prodigiosamente buena cara.

— Mingi, no influencies al nuevo. — Estaba exaspera, bastante y eso qué Mingi solo le había ayudado. — Hablaré contigo después de clases.

El de trenzas soltó la muñeca de Hong Joong para sentarse al final de la clase al lado de un chico igual de alto que él.

— Él solo me ha ayudado. — Aclaró Hong Joong algo nervioso.

Aunque todas las miradas estuvieran sobre él, no le importó y se inclinó hacia ellos.

— Siéntate allí Hong Joong, voy a iniciar la clase. — Señaló con un movimiento de cabeza donde debía sentarse.

El rubio solo asintió sentándose al lado de un chico.

— Hola, ¿qué clase es esta? — Le murmuró levantando su mirada para percibir al chico.

Abrió sus ojos sorprendido, no podía creer que tuviera esa mala suerte.

— Justo a quién quería ver — Sonrió el chico levantándose con brusquedad sin permiso de la profesora.