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Se encontraba solo sentado frente a la barra mientras miraba su bebida sin expresión alguna.
Su cabello ondulado dejaba ver que había empleado tiempo en él. Aparte de eso, llevaba una camisa blanca que estaba abierta en la parte de su cuello y las mangas arremangadas hasta su codo fijadas por un botón, dejando así su piel pálida al descubierto. Y para remarcar su figura, unos vaqueros negros largos y apretados que conseguían destacar sus largas piernas.
— ¿Qué miras Jongho? — Murmuró Chris a un costado de él, en medio de la pista de baile mientras sonaba una melodía alegre. El australiano siguió su mirada encontrándose con Yunho en la barra. Se podría decir que tenía varias miradas sobre él, no era común ver a ese chico de esa manera tan... ¿elegante? Soltó una risa mirando a su amigo. — ¿Amor a primera vista? En mi clase los rumores sobre él son tentadores, todos hablan de su alta figura y de lo tímido y extrovertido que puede llegar a ser. ¿Por qué no te acercas? Yo iré con Hyunjin.
Cuando fue a hablarle, el rubio había desaparecido de su lado dejándole solo en la pista de baile entre tantas parejas.
Soltó un suspiro sintiendo que le sudaban las manos. Lo que escuchó la noche anterior le había dejado pensando durante todo el tiempo hasta ahora. Sin darle más vueltas, se acercó al contrario.
— ¿Te interrumpo? — Soltó haciendo que el mayor girara a mirarle y en ese instante pudo ver como la nuez de este subía y bajaba.
Pues para los ojos de Yunho, el más bajo no podía verse mejor. Sus cabellos cayendo sobre su frente de manera un tanto ordenada, una camisa crema contrastaba con su piel y una corbata negra al igual que sus pantalones le hacía ver aún más delicado.
— ¿Y tu pareja de baile? — Preguntó Yunho moviendo la copa entre una de sus manos haciendo que el líquido del interior girara como remolino en su interior.
— Digamos que se fue con otra persona. — Respondió viendo como los largos dedos de Yunho rodeaban la botella de vino y le servía un poco a Jongho en otra copa. Aceptó con gusto la bebida que le ofreció y secundó sus antebrazos sobre la barra mirando a su ahora acompañante. — ¿Y la tuya?
— Podría decir que también se fue con otra persona. — Sincerizó a medias tomando un pequeño trago de alcohol.
Tomaron sus bebidas tranquilamente disfrutando de la compañia ajena una vez más hasta que Jongho decidió romper el silencio.
— ¿Le apetece a este lindo señorito concederme esta pieza? — Cuestionó cediéndole la mano, la cual Yunho con un ligero sonrojo rosado sobre sus mejillas, aceptó.
Fueron a la pista de baile, esta pieza era una melodía un tanto romántica y lenta, justo la que Jongho había estado esperando para ofrecerle al contrario.
Se situaron en uno de los muchos espacios libres. Con lánguidos y largos movimientos, dejó que sus dedos se desplazaran sobre la piel de Yunho hasta entrelazarse alrededor de su cuello, sin presionar en él, sólo reposando allí, siempre dentro del control de retirarse en el caso de que al contrario le incomodara. Pero por su parte siquiera le incomodó aquello, sino que se permitió rodear con sus manos la estrecha cintura de Jongho.
