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Los días transcurrieron rápidamente, siquiera se dieron cuenta debido a la diversión que tuvieron durante estos días.
Y entre todos decidieron que para concluir dichas vacaciones, un paseo en lancha y una cena en un barco para finalizar era ideal.
Wooyoung, tomó la muñeca de San para empezar a obligarle a correr hasta la orilla. Sus pies se veían envueltos de arena que se alzaba hacia arriba conforme se desplazaban y San parecía tragarse toda la arena que el contrario levantaba hacia él.
— ¡Para, para! — Dijo en un intento nulo de frenar, pues Wooyoung corría incluso si él buscaba frenar. Empujó de su agarre hacia él atrapando al menor entre sus brazos. — Creo que me he tragado la mitad de la playa. — Exageró soltando a su pareja ahora más calmada.
Wooyoung intentó no reírse con todas sus fuerzas, pero San parecía haber salido de una ventisca del desierto.
— Deberías enseñarme a maquillarme así.
— Si quieres puedo mostrarte ahora mismo. — Amenazó moviendo la arena del suelo con uno de sus pies.
Wooyoung negó y se acercó al mayor para tomar su rostro y así pasar sus pulgares por él con delicadeza. Es cierto que sería mucho más fácil limpiarse con el agua de la playa, pero esta era una buena excusa para disfrutar de su tacto.
La yema de su dedo pasó por su labio inferior mientras sentía la mirada del otro sobre él. Sonrió suavemente por ello y bajó su vista.
La marcada piel de San le daban escalofríos, ¿cuánto tuvo que entrenar para llegar a este punto en su cuerpo?
San presumía tanto de su cuerpo a los demás, que a él, le quitaron las ganas de quitarse la camisa por inseguridad.
Pasó la palma de su mano por su abdomen agachando su cabeza, movimiento el cual, el mayor aprovechó para besar su cabello. Sintió sus manos pasarle por la cintura y se estremeció ante el tacto.
— Wooyoung... — Le llamó suave. — ¿No tienes calor con la camisa?
— No, estoy bien tranquilo. — Musitó haciendo que San rodeara ahora su cuerpo en un abrazo.
Sus manos se introdujeron un poco por debajo de su camisa para acariciar su espalda baja con cariño. Al hacer aquello, notó su cuerpo demasiado acalorado, era imposible que no tuviera calor, entonces solo pudo llegar a un punto;— Sabes que tu cuerpo es perfecto, ¿no? — Dijo alzando a su pareja del suelo para tomarlo entre sus brazos. En ese instante, pudo apreciar la mirada apenada de Wooyoung sobre la suya. — Oye, ¿qué son estos ánimos?
Soltó a su pequeño novio y tomó con delicadeza cada extremo inferior de su camisa. Se permitió dejar un beso en la frente contraria y subir un poco la fina tela mientras veía la expresión del menor. Al ver que no decía nada la subió hasta por debajo de su pecho y ojeó un poquito.
