Capítulo 9: Pervertido

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No existían palabras para describir tremenda escena.

La mano del azabache fue a parar en los ojos verdosos del rubio.

Ambos adultos al darse cuenta de la situación se separaron yendo cada uno por su lado.

¿De verdad tenía que ver al profesor de Ciencias y a la profesora de Literatura vivir su romance en frente de sus narices?

— ¿Estás bien? — Dijo el moreno poniéndose frente a Yeosang para así mirarle.

Seonghwa estaba cansado de ver a esos dos profesores besándose y manoseándose como si fuera la última vez que lo harían, como si de un amor prohibido se tratara.

— Quiero un implante de ojos, ¿eso se puede?

El azabache rió despeinando al más bajo.

— Como mucho te puedo comprar lentillas, ven anda. — Sonrió dándole paso al interior de la sala.

— No me responden las piernas, ha sido un shock muy impactante...

Seonghwa observó a su alrededor mirando si se encontraba alguien por la zona.

Al ver que no, colocó su brazo alrededor de la espalda del menor y el otro brazo alrededor de la flexión de sus rodillas para así cargarlo.

Mayor fué el asombro del rubio el cual rodeó su cuello con sus brazos.

No se esperaba aquel acto tan cercano sin siquiera conocerse lo suficiente y más cuando sus rostros se encontraban a unos centímetros de separación.

— ¿Los pies no te corresponden, pero las manos sí? — Rió Seonghwa entre dientes entrando en la sala con cuidado de no darle ningún golpe. — ¿Cómo puede ser eso posible?

— No me lo esperaba... mi cuerpo actuó por sí solo. — El menor apretó sus labios observando aquel delineado perfil que tenía frente a sus ojos.

— Claro... — Sonrió sentándole sobre la mesa, pues todos los profesores que estaban ahí, se habían ido por otra puerta diferente a la que ellos entraron al ver semejante escena.

Yeosang observaba como el mayor sacaba varios papeles de un cajón y se sentaba en una silla a su lado para escribir en ellos.

Desde el segundo en el que estuvo entre sus brazos, tan pegado a su cuerpo, sentía que su corazón saldría de su pecho en cualquier momento.

— ¿Estás incómodo o algo? — Alzó su mirada del papel para observarle con detalle. — Te noto nervioso, ¿es por lo de antes?

— No, no, no. — Negó reiteradas veces haciendo leves gestos con sus manos. — No me ha importado que me cargaras.

El mayor echó a reír.

— No me refería a eso, pero veo que se te ha olvidado completamente. — Hizo una firma y dejó el papel encima de otros en un estante. — ¿Te vas a quedar ahí o acaso estás esperando a que te cargue de nuevo?

El menor negó con nervios bajando de la mesa torpemente, haciendo que cayera sobre el frío suelo.

— ¿Estás bien? — Se alertó Seonghwa arrodillándose frente al rubio.

— Solo ha sido una caída tonta... — Se incorporó topándose con la mirada preocupada del moreno. — No me mires así, de verdad, estoy bien.

— Me alegra oír eso. — Sonrió cálidamente a lo que el corazón de Yeosang dió un salto que hizo que comenzara a toser.

— ¿De verdad te encuentras bien?

— Que sí, que sí, solo ha sido un acto torpe. — Apoyó sus manos en el suelo para levantarse, pero se detuvo al sentir un fuerte ardor en su tobillo derecho.

Atiny University (ATEEZ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora