The barman (KookMin) ~ [Terminada]

27. 🍸💕

Las manos del rubio estaban sobre sus hombros, sus labios se movían de forma suave y delicada con una pizca de necesidad que hacían al pelinegro perder sus sentidos, las manos de Jeon sobre su cintura daban leves apretones en medio del beso denotando lo m7cho que disfrutaba de ello.

Jimin jadeo cuando abandono el beso pero no se alejó, sus naricita se rozaban al igual que sus alimentos se mezclaban con facilidad.

— Eres tan per-perfecto Kookie, yo no preparé ningún presente para ti~ — El mojin de sus labios hizo reír a Jeon enternecido.

Y le beso rápidamente.

— No hay necesidad, preparé este presente hace mucho tiempo — Los ojitos de Jimin le sonrieron feliz.

Tenía las mejillas teñidas de un suave carmesí, y su pecho subía y bajaba con rapidez.

— No sabes como adoro que después de tantas cosas atrevidas, aún te sonrojes por simples besos — El chico apenado le dio un pequeño golpecito en su hombro.

Las risas de burla y de ternura de Jeon le siguieron casi enseguida, para luego volver a su posición anterior.

— ¿Cómo puede pasar esto sin que llueva antes? — Preguntó muestras jugueteaba con los brazos de Jungkook en su cuello.

— Tiene que ver con el sol, precisamente en esta parte de la ciudad la velocidad de la luz choca con la posición del sol, formando así el arcoíris exactamente a las doce...

— Ya veo~... — Murmuró.

Y ahora el rubio entendía porque Jeon insistió tanto en salir justo a tiempo.

— Gracias por la sorpresa Kookie... tenías razón, me encanto~

Ambos se quedaron abrazados y en silencio por un buen rato, simplemente apreciando la bella vista, disfrutando de la cercano a del otro.

— ¿No tienes hambre Hyung? La reservación es en un restaurante cerca de aquí — Jimin pareció pensarlo un momento.

— Mmm aún no, ¿Y tú?

— Tampoco...

— Pero si quieres podemos ir despacio, quizás cuando veamos la comida nos de hambre — Propuso después de pensarlo mejor.

Realmente no quería arruinar ninguno de los planes de su novio, no quería que su esfuerzo quedará en vano.

— Me parece bien Hyung, vamos — Tomándose de las manos iniciaron su camino.

Las escaleras ahora parecían más iluminadas y menos solitarias para el rubio, quizás por que sus alegría parecía gobernar todo su cuerpo.