The barman (KookMin) ~ [Terminada]

23. 🍸💕

Con la ansiedad y el deseo al borde del límite, Jungkook había tomado sus palabras como una ley conectando sus labios al instante en besos cortos, largos y prolongadamente apasionados.

Las manos del pelinegro habían viajado al par de mejillas regordetas para controlar cada beso, Jimin totalmente a gusto llevó sus brazos para envolver su cuello y pasar ligeramente sus dedos por el largo y enrulado cabello, logrando que su novio suspirara sobre su boca.

El calor estába llegando a sus cuerpos a pesar que la ropa que llevaban era mínima, las caderas de Rabbit iniciaron un vaivén suave y ligero pero a pesar de su delicadeza Jimin enrollo sus piernas en sus caderas obligándole a presionarle contra él, como si el simple roce que actualmente recibía no fuese suficiente.

— Jun-Jungkookie~ — Mordisqueando sus labios el pequeño dejó escapar un suspiró de satisfacción.

Jungkook tomó eso como una señal viva y le tomó de su trasero el cual apretujo varias veces con gozo mientras  asaltaban una vez más sus labios pero está vez con rudeza.

— Te deseo t-tanto H-Hyung~... — Las manos del menor se movieron bajo sus muslos y en un movimiento Jeon lo levantó.

Las delicadas piernas de Jimin se enrollaron en sus amplias caderas, su cuerpo fino y delgado se perdía entre el duro y fornido del barista.

Y eso le encantaba...

— ¿Quieres ir a la habitación? — Murmuró Jeon en sobre su boca.

— ¡N-No se que carajos es-esperas! — Gimió como respuesta.

Se miraron unos segundos a los ojos antes de que Jeon caminara a paso rápido sobre las escaleras...

Pero antes de poder llegar hasta el final el ruido del código de acceso del departamento fue activado.

— ¡¡Hola, Hola~!! Trajimos un poco de comida china — Una voz conocida por ambos chicos se escucho

Los amantes se quedaron estáticos sin saber que contestar con exactitud.

Pues para iniciar ¿Qué demonios hacía Taehyung ahí?

— ¿Crees que estén arriba teniendo sexo?... ¡¡Demonios debo tomar una foto para Jin Hyung!!

Jimin buscó los ojos de Jeon admirado y apenado por lo que escuchaba de la boca de Tae, pero antes de que Jeon le pudiera contestar, este corrió hasta la habitación con él en su regazo.

Los paso acelerados del peliverde se escucharon demasiado cerca a los suyos, pero lograron encerrarse ahí para cambiarse antes de ser descubiertos.

— ¡Hola, Jiminnie~ abre se que estás ahí! — Los golpes insistentes y alocados del chico no ayudaban en la búsqueda de ropa.

Jimin era un manojo de nervios que solo empujaba a Jeon para que le pasara algo del puto armario, Jeon sudaba frío y ni siquiera sabía el porque, por lo que al final terminó dándole uno de sus pantalones a Jimin a pesar de su gran tamaño y él optó por una camisa rosada a la vista.

— Habrán puedo oirlos ahí adentro~...

— ¡Ya vamos carajo! ¡Déjanos  dormir pequeño demonio! — Jeon no había soportado más aquello.

— Ha~ dijiste  ¿Dormir o coger? No pude escucharte~ — La actitud irritante y burlesca del peliverde no siempre era aceptable para Jeon.