El pequeño pelinegro había asistido a su primer entrevista el día de su primer encuentro, obteniendo enseguida el empleo gracias a su inteligencia y a las buenas notas que había obtenido en sus proyectos universitarios, ahora laboraba en uno de los mayores imperios de celulares Min.
Sus horarios eran muy accesibles, y tampoco requería que se presentase toda la semana a trabajar, pues su puesto de director ejecutivo le daba ciertas libertades con el horario y días de descanso. Cabe recalcar que esta era la misma empresa de teléfonos celulares donde él era un pequeño accionista gracias a su inversión de hace años. Por ello, los últimos tres días restantes antes del fin de semana Jimin y Jungkook se habían reunido incontables veces en la misma cafetería a la misma hora, con la intención de conocerse un poco más.
Jungkook comenzaba a adorar la compañía de Jimin, en tan poco tiempo había descubierto que su Hyung era muy tímido, gracioso, inteligente, amable y malditamente tierno en cada cosa que hacía, sabía que amaba los días lluviosos más que los soleados, le encantaba ver series de amor y tragedia durante la noche aunque terminara llorando con los ojos hinchaditos, también le fascinaban los animales, al parecer tenía un cierto instinto de protección hacia ellos, pues las incontables historias de los animales que rescato de la calle eran simplemente toda una osadía y su mayor sueño siempre había sido ver un amanecer con la persona que amaba. El pelinegro había descubiertos tantas virtudes de su pequeño Hyung que le era imposible dejar de pensar en él durante sus clases o incluso en el Bar, cada uno de sus pensamientos eran llenados del pequeño y sus mejillas regordetas.
De igual manera para Jimin, cada momento de su trabajo y tiempo libre era manejado por esos ojos negros penetrantes que se colaban en su cabeza, Jungkook había resultado ser mucho más caballeroso, inteligente, guapo, varonil y tierno de lo que esperaba, ahora sabía que estaba solo desde muy pequeño, la fotografía que había visto ese día en su casa era la única prueba de que sus padres vivieron, lastimosamente habían muerto cuando él era muy pequeño terminando en un orfanato donde conoció a Nam Hyung.
Desde ese día habían estado juntos para todo, eran como verdaderos hermanos y a pesar de no tener una figura de un hogar era muy honesto, amigable y totalmente atento.
Jungkook poseía un enorme corazón, la forma tan única con la que se expresaba de lo que le apasionaba, cada fotografía tomada y cada historia detrás de ellas, no eran más que el reflejo del gran hombre en que se había convertido, aún en pequeñeces Jimin descubrió la gran habilidad del menor para apreciar el don de la vida, a pesar de su edad el nivel de madurez que reflejaba había cautivado su pequeño corazón, desde su forma de hablar hasta su manera de enojarse por pequeñas cosas, era un ser único, un chico adorable con un corazón sin límites, era el sueño de cualquier chica....
"Era el novio perfecto"
"Su novio..."
— ¿Jiminnie~ no te vas aún?
—¿Eh....?
Sus ojos se abrieron asustado por la voz de Fiby que llegó a irrumpir en sus pensamiento. Ella era la Noona encargada de verificar sus informes y llevarlos a su jefe.
— Hoy es la cena de celebración ¿No iras? Ya casi todos están en el restaurante — Preguntó.
— No puedo Noona~.... y-ya tenia planes — Con una mueca se disculpó con su superior.
— ¡Mocoso! Tampoco fuiste la última vez — Le regaño.
Jimin había comenzado a guardar sus pertenencias ya listo para irse, no quería hacer esperar a Jungkookie.
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The barman (KookMin) ~ [Terminada]
FanficTodo alumno recién egresado de la universidad, con el fin de valorar todo el tiempo de esfuerzo y estudio, lo primero que desea es conseguir un trabajo de acuerdo a su carrera..... Pero no siempre es asi.... ¿no? Al menos no para Park Jimin, quien a...