Ahora estamos completos

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Calum

Es el viernes de la penúltima semana para salir de vacaciones, por navidad. Los últimos tres meses han transcurrido demasiado rápido. La banda y yo no hemos parado de ensayar, últimamente no nos ha ido bien, pensamos que nos falta algo, pero aun no sabemos que.
A cerca de Verónica, después de ese momento en el centro comercial, cruzar miradas es sumamente incómodo, apenas y aguanta la mirada y siempre responde con una sonrisa llena de incomodidad. Se que sale con el chico del centro comercial, o eso supongo, casi siempre están juntos. Él la espera a fuera del salón cada que termina una clase y se van tomados de la mano, más aparte de que a pesar de que se nota que no les gusta hacerlo en público, las pocas veces que se han besado en público, a escondidas, los he visto. Me gustaría poder arreglar las cosas con Verónica antes de salir de vacaciones, pero he intentado hablarle y no se que decir.

Voy saliendo de mi última clase del día y puedo ver a lo lejos a Verónica, está con Connor, están pelando. Connor se ve muy estresado tratando de explicarle algo a Verónica, pero ella se ve en un papel muy indiferente, se nota que lo que haya pasado le afecta pero no quiere demostrarlo.
Verónica lo deja hablando solo y se dirige a los baños, al hacerlo, pasa al lado de mí y nuestras miradas se cruzan. Ahora que ha dejado a Connor atrás, en su mirada se ve reflejado su enojo.
Por alguna razón, mis pies deciden seguirla. Voy a paso rápido para alcanzarla y la tomó de la muñeca para detenerla, ella se gira molesta y tira de su brazo, no necesita mucha fuerza, pues yo no le he apretado la muñeca. Cuando me ve, su actitud parece mejorar.

-lo siento, pensé que eras alguien más- dice afligida.

-lo sé- me rasque la nuca porque no sabia que más hacer o decir.

-así que lo has visto, ¿lo has visto?- pregunto apenada- lo siento, que pena.

-si, pero no tienes que disculparte. ¿Estas bien?.

-si, solo ha sido una tonta pelea.

-ya veo- no quería decir más para no parecer entrometido.

-bueno, será mejor que me vaya a casa ya.

-¿quieres ir por un café?- no tenia planeado invitarla, solo me salió- yo invitó.

-si no tienes ganas, no importa- dije después de ver que no contestaba. Pero cuando estaba por irme, respondió.

-Si quiero, gracias- sonriendo dijo- y estabas tratare de no tirarte mi café.

-Y yo asistiré- dije tratando de bromear con eso sin que resultará incómodo, y por suerte no lo resultó.

Mientras caminamos fuera de la escuela, hacia la cafetería, no hablamos, lo que pudo haber sido incomodo, pero no se sentía así.
Al llegar a la cafetería, nos sentamos y ordenamos un café para cada uno, mientras estábamos ahí, vi que se le antojo el pastel de puro chocolate- pan de chocolate, relleno de chocolate y merengue de chocolate- que había ordenado la mesa de enfrente, así que decido pedírselo.

-no tenías que pedir el pastel.

-no lo hice por tí, a mi se me antojo también- dije haciendo notar que era broma.

-¿como has estado?- pregunte tratando de hacer conversación.

-Nada interesante, ¿y tú?.

-he estado ensayando con los chicos- dije y por su cara recordé que no sabe nada, obviamente- es que tenemos una banda, o eso es lo que intentamos- cuando termine de decir estaba riendo.

-¿así que una banda?- dijo sonriendo, tiene una sonrisa preciosa.

-una banda- asentí.

-¿qué instrumento tocas?.

-el bajo.

-y ¿has escrito alguna canción?- se notaba interesada de saber sobre ello.

-si, nada demasiado importante- dije quitándole interés.

-me encantaría escucharte tocar alguna vez- durante toda la conversación nunca quito su linda sonrisa.

-tal vez, cuándo ya éste en los escenarios- dije burlándome.

Por un momento, nos quedamos sin hablar, en un silencio. Fue un perfecto silencio, al igual que el de cuando veníamos hacía acá, no necesitábamos decir nada, para sentirlo todo. Estábamos ahí, viéndonos, y disfrutando de la presencia del otro.

-Ya debería de irme- dijo dejando la silla y poniendo un billete sobre la mesa.

-Ya te dije que yo invitaba- tome el dinero y se lo regrese.

-Yo puedo pagar lo mío- insistió.

-se que puedes, pero quiero hacerlo- y dejo de insistir- puedo acompañarte a tu casa también, si quieres.

-yo puedo irme sola- estaba saliendo de la cafetería- pero gracias, también por invitarme. Debimos haber empezado a ser amigos desde antes. Tal vez si hubieras llegado la última vez- por suerte lo dijo riéndose, lo que significa que ya no esta molesta.

La tarde con Verónica fué demasiado bien. Nunca habíamos podido hablar bien, ahora lo hemos hecho y estoy más convencido de lo que siento por ella.
Después de esto, creo que no debería de rendirme, tal vez después de todo, si tenga alguna oportunidad con ella, si ha aceptado venir, es porque debo de tener la mínima oportunidad. Lo intentaré, me gusta, se qué también puedo gustarle, así que lo intentaré.

Esta noche estoy ensayando con los chico hasta tarde. Ya dieron las tres de la mañana y seguimos practicando, estamos tratando de resolver que hacemos mal.

-tal vez, en vez de faltar nos algo, nos falta alguien- dije animado.

-apenas y podemos nosotros tres- gruñó Michael.

-tal vez un baterista- comento Luke.

-¿conoces a uno?- le cuestionó Michael y Luke negó con la cabeza- ya lo sabía.

-Él no, pero yo sí- como no  lo pensé antes.- Ashton, un conocido, ¿o amigo?, de la escuela, tenemos dos clases en común, pero lo conocí en la fiesta que dió cuando empezó el ciclo.- cuando termine de decir ya estaba tomando el celular para mandarle un mensaje a Ashton.- ¿están de acuerdo no?- respondieron que sí al unísono y entonces envié el mensaje.

Calum: ¿quieres unirte a una banda?.

A pesar de ser más de las tres de la mañana, no tardo en responder.

Ashton: OK.

Y entonces, estamos completos.

El chico de la bandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora