Capítulo 21- Un encuentro inesperado

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-¿Se te ocurre algo para empezar?-preguntó Gale mientras se cambiaba para ir a cenar.

-Primero tenemos que aclarar que es lo que sabemos y empezar a buscar desde las bases.- aseguró firme pasándose la mano por el pelo, inquieto.

-Edward, eres todo un genio. ¿Cómo no se nos habría ocurrido antes? ¿Cómo Elizabeth puede ser tan estúpida para no pensar en eso?- contestó en tono burlesco.- ¿Acaso no te das cuenta de qué no sabemos absolutamente nada? Es desquiciante pero cierto.

Edward entrecerró los ojos y le miró muy molesto. Que Gale se riera de él era algo habitual pero a su vez inútil, lo que realmente le molestaba es que su amigo en esta peculiar ocasión tenía toda la razón del mundo. Muy poco era lo que sabían y muy pocas las posibilidades de avanzar en lo que parecían un enredoso e infinito laberinto.

-Si se te ocurre una idea mejor te suplico que me la digas, estoy abierto a toda clase de sugerencias.- inquirió. Gale se encogió de hombros, tampoco sabía que era lo que tenían que hacer.- Pero estás equivocado, hay pequeños detalles que sí sabemos. Nicki está directamente involucrada, el autor está moviendo cielo y tierra para mantener su más absoluto anonimato, este conoce a Elizabeth de antes y está estrechamente relacionado con su pasado. No olvidemos, además, que no solo quiere asustar a Elizabeth, también quiere entrometerse en mi vida y eso significa que de algún modo le afecta que yo y ella tengamos contacto. La mayoría de notas hacían referencia a nosotros dos y a Theo en algún caso, púes quién sea utiliza los pilares de Elizabeth para hacerle daño. Y algo muy gordo debió pasar en el pasado para que ella estuviera dispuesta a hacer las maletas y perder la beca.

-Todo eso es muy lógico y coherente, por supuesto que si nos ponemos enserio te doy la razón pero podría ser cualquiera.-Gale había cambiado de actitud y por fin empezaba actuar como su mejor amigo y poner todo su empeño para salvar a Elizabeth de la fastuosa realidad.

-No, no creo que sea cualquiera. Conoces a Nicki muy bien, es una persona muy profunda y compleja y difícilmente se deja manipular. Hay algo que la tiene que haber impulsado a creerse las mentiras y aceptar ser cómplice de estos ataques. No lo haría por un desconocido, tiene que haber una razón de peso y fuiste tú el que dijo que últimamente se juntaba con una Roja. Ese podría ser el principio para ponerse a trabajar.

-Nicki estaba extremadamente influida por alguien pero cabe la posibilidad de que ese alguien no fuera una chica Roja y solo lo hubiera hecho creer para manipular. Nadie, ni sus amigos más cercanos, la vieron en compañía un alumno de ese color durante un período relevante de tiempo.- puntualizó dolido, aún le costaba asumir que su primer amor pudiera ser tan retorcido y tuviera una doble vida mientras estaban juntos. El desconcierto al mencionarla era perfectamente visible en sus ojos y, en ocasiones, se preguntaba si él podría tener un poco de culpa por no darse cuenta. Por no poder ayudarla. Edward, consciente de sus emociones, intentaba reprimirse algunas palabras pero no de mucho servía. Gale era sensible y bueno, ingenuo y creyente firme de la inexistencia del mal en las personas.

-Tal  vez nos podría haber engañado pero sigo creyendo que el individuo es cercano a Elizabeth. La sigue, la escucha, está al corriente de todos sus movimientos y siempre se nos adelanta. Ella solo lleva un trimestre aquí y no ha tenido tiempo de conocer a tanta gente. El número de personas se reduce.

-Elizabeth con los que más se lleva es con los Rojos, Emma y Ben,  algunos Violetas más y nosotros dos. Solo estás personas podríamos saber todo lo que quién escribe las cartas sabe. ¿Sospechas de alguien en particular?

-De todos. Pero sigue sin encajarme que Nicki colaboré con los Rojos o los Violetas. La estamos infravalorando porque me doy cuenta de que en realidad no sabemos nada de ella ni de sus pensamientos. Cristina o Sophia son las que más me hacen dudar pero no lo sé y no quiero precipitarme. Tenemos que ser cautos.- la conversación les estaba resultando muy útil para aclarar las ideas y poner las cartas sobre la mesa. En Edward y Gale se encendió un minúsculo destello de esperanza que poco a poco iría avanzando.

ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora