Capítulo 19- Contratiempos

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-Ya se han acabado los entrenamientos preparatorios y las competiciones amistosas. Este viernes por la tarde empieza la Liga de los Deportes.- David se había subido a un banco para que todo el equipo le escuchara.- Tendremos dos competiciones durante el fin de semana; una el viernes por la tarde contra los Verdes y otra el sábado a las diez contra los Azules.

-¿Hay el sistema de puntos que los años anteriores, cierto?- preguntó un chico de séptimo. Él y Elizabeth parecían ser los mejores del equipo.

-Sí, el mismo de siempre. Lo explico para las incorporaciones de este año muy rápido y así no perder tiempo.- se fijó en los nuevos y con un gesto de la cabeza les indicó que se acercaran y prestaran atención.- Cada semana habrá dos pruebas contra dos equipos diferentes y en orden aleatorio. En Pierce nos regimos por un sistema de puntos; cada nadador rojo competirá con otro del equipo contrincante. El que obtenga mejor puntuación gana el reto y su equipo obtiene 3 puntos. Cuando ya os hayáis mojado todos se suma la puntuación de los siete y el color que menor tiempo consiga gana 7 puntos. Quién al final del recuento tenga más gana ese enfrentamiento. Eso es todo.- David frunció el ceño y antes de que alguno levantara precipitadamente la mano les hizo callar para continuar.- Los puntos son acumulativos. El equipo que más tenga al final de la Liga gana el trofeo.

-¿Qué pasa si quedamos en empate en un torneo?-preguntó el más pequeño del equipo, que hacía cuarto curso.

-Nada. Se suman los puntos y se espera a la próxima disputa. Pero normalmente no hay empates.-respondió encogiéndose de hombros.

-¿Qué criterios se tienen en cuenta para elegir quién compite con quién?- Elizabeth se aclaró la voz un par de veces antes de hablar por primera vez en toda la tarde.

-Buena pregunta, Elizabeth.- David la señaló con un dedo y contento se propuso a explicar las decisiones del señor Ryan, el profesor de gimnasia y coordinador de los deportes.- El año pasado hubo varios problemas con este tema y el equipo directivo en persona nos ha enviado a los entrenadores las pautas; se basa en enfrentaros también aleatoriamente. Así no habrá problemas.

David les obligó a que fueran a entrenar y no perdieran ni un minuto más. Cuando el grupo se adelantó él cogió a Elizabeth del brazo haciendo que ambos se quedaron separados del resto.

-Elizabeth, no he querido decirte nada delante de ellos pero ¿qué te ocurre?- se cruzó de brazos delante de ella esperando una respuesta honesta.- Me refiero a que desde hace unos diez u doce días estás muy apagada y nada motivada.

Ella se pasó la mano por el pelo nerviosa e incómoda, miró a todos lados excepto los ojos de David.

-Tienes razón, David.- suspiró y chasqueó la lengua, no quería tocar el tema pero parecía inevitable a todas horas.- Estoy un poco distraída, ausente pero te garantizo que no afectará al equipo ni a mi rendimiento personal.

-Eso es secundario, Elizabeth. Me interesa como estás tú, sé que desde lo que pasó en el bosque puedes tener un concepto equivocado de mí  y también sé que Theo y Edward me miran mal pero me caes muy bien y me preocupo no solo como tu entrenador. Para cualquier cosa que necesites cuenta conmigo.- le guiñó un ojo e hizo una mueca divertida para que se animara y recuperar algo del humor que recientemente había perdido.

-Gracias, muchas gracias. Ya sabes de sobras que por mi todo está olvidado, sin rencores.- intentó sonreír con la esperanza de que ahí se zanjara la conversación pero el rostro de David seguía inquieto e interesado en aquello que tanto la angustiaba día y noche.- Edward y yo ya no estamos juntos, es algo que salta a la vista. Todos lo comentan, todos me miran,  murmuran.

-Te juro que no lo sabía, lo siento.- enrojeció lo suficiente como para que ella se diese cuenta y deseosa de ir al vestuario con sus compañeros empezó a caminar sin mirar atrás. Sin ver que alguien más había estado escuchando esa conversación, había estado acechando y ahora con una sonrisa maligna volvía a escurrirse entre las sombras del bosque de Pierce.

ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora