El agua caliente impactó contra la desnuda piel relajando toda la musculatura y provocando un leve e irreprimible suspiro. Se hizo pequeña. Theo y Edward. Sus nombres le retumbaban allá donde fuera, incluso en un momento tan íntimo como aquel.
Paseó una mano por sus labios, su cuello, su vientre intentando reproducir el hormigueo que solo Edward era capaz de hacerle sentir y a la vez recordaba las bellas y dulces que palabras que Theo sabía dedicarle. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, en el rincón más oculto de su alma ya conocía la respuesta pero aún no tenía el valor de decirlo en voz alta. No tenía el valor de pedir lo que realmente quería porque era plenamente consciente de que cuando eso ocurriera él sufriría y ella también lo haría. Más de lo que estaba sufriendo ahora y más de lo que ellos sufrían. Un calvario en silencio por parte de los tres. Cosas de jóvenes, del primer amor, quizá del verdadero.
Había intentado imaginar cómo sería la situación. No iba a ser cómoda y aunque no podría en ningún caso acabar bien ella ya estaba entregada y ellos demasiado implicados. No era un tema meramente emocional porque tanto Edward como Theo estaban implicados en todo lo que afectaba a Elizabeth y disimularlo cada vez se les hacía más difícil. Cada vez más evidente y más grande. Subían una montaña y no dejaban de hacerlo aunque luego la caída sería sustancialmente más dolorosa. Les daba igual, les daba exactamente lo mismo. Era tarde para poner el freno y ahora solo podían pisar el acelerador.
Salió cubriéndose con la toalla y se puso frente al espejo. Desde la vuelta de vacaciones que tenía el mismo aspecto rendido, probablemente por el cansancio de nadar y estudiar tantísimo. La conclusión a la que había llegado es que esas dos actividades y charlar con Ben, Emma, Robert y Cristina conseguían que a veces olvidara y se centrase en otras cosas. Había estado por ese motivo más implicada de lo necesario en intentar que floreciera una relación entre Gale y Cristina, o inútilmente había pedido clases a Ben de tiro al arco.
Cuando bajaron a cenar encontraron al director y parte del equipo decente de pie frente al altar para anunciar el certamen teatral que anualmente se celebraba en el Castillo. Era la única actividad que no se organizaba según los colores pues los alumnos se apuntaban voluntariamente para las audiciones a un máximo de dos de las tres obras y los directores, formados por alumnos de último curso y algunos profesores de materias más artísticas y humanísticas, decidían a quién adjudicar cada papel. Habrían dos meses de ensayos y en la última semana escolar se representaban las tres, con asistencia de familiares y amigos externos. Era la excusa perfecta para estar ocupado y Elizabeth rápidamente decidió participar.
-Muy bien, los detalles los veréis en hojas informativas colgadas en el vestíbulo y las Residencias. Sin embargo, os adelantaremos el nombre de las obras que tendréis el orgullo de representar. Cedo la palabra al señor Pierre.
-Excelente. Las obras elegidas por el consejo son siempre de épocas distintas, muy separadas en el tiempo. Este año las elegidas son: Antigona de Sófocles, Sueño de una noche de verano de William Shakespeare y Los diez negritos de Agatha Christie. El plazo para apuntarse vence en diez días.
-Gracias por vuestra atención. Puede empezar la cena.- sentenció el director.
Elizabeth vio que no todos sus compañeros parecían estar tan interesados como ella y pronto descubrió que el motivo no era otro que siempre se acababa implicado ya sea en temas de vestuario, decoración, ensayos y demás.
-Me parece una estupenda idea. Me presentaré a las audiciones de Antigona y Agatha Christie.- la sorpresa de los que la rodeaban no fue la que imaginaba- Espero que no me dejéis sola.
-¿Tienes energías para estudiar, hacer campeonatos y ahora además para actuar?- inquirió Emma.
-Y por la delicada situación personal con esa persona...-intervino Ben muy poco seguro de sus palabras pero con la espontaneidad que le definía.
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Elizabeth
عاطفيةElizabeth ha conseguido una beca de dos años para estudiar en la prestigiosa escuela "El Castillo de Pierce". El Castillo, sin embargo, tiene una manera muy peculiar de organizarse y en más de una ocasión traerá problemas a nuestra protagonista. Amo...