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— ¡Jungkook!

Taehyung exclamó molesto saliendo de su cuarto con un claro ceño fruncido.

Logrando que el nombrado, quien se encontraba sentadito en el sofá viendo televisión, se volteara rápidamente y bajara sus orejitas al ver lo que Kim traía en su poder. Definitivamente estaba en problemas.

— ¿Qué es esto? —. Taehyung señaló el papel higiénico totalmente mordisqueando y roto. — Esto es para la limpiarte la cola no para comer —.

— ¡No es mi culpa! —. Se defendió cruzándose de brazos. Pero sacudió su colita nervioso al ver la seria expresión del mayor. Ahora Jimin no estaba para salvarlo.

— ¿Acaso fui yo quien se lo comió? —. Taehyung dejó el papel a un lado y se acercó a él imitando su acción de cruzar los brazos. Observando como este igualmente fruncía el ceño y apartaba la mirada cabizbajo como si estuviese ofendido. — Esto está mal, no debes hacerlo —.

— ¡N-No me importa! —. Volteó su rostro molesto dándole la espalda. No le gustaba ser regañado.

— ¿Ahh no te importa? Bien, espero que tampoco te importe no ver televisión, porque estás castigado mi conejito caprichoso —. El castaño extendió su palma hacia el más bajo. — El control, ahora —.

Pero el pelirosa aún más molesto e impotente, no hizo más que tomar su forma animal y salir corriendo con el control en la boca, negándose a que este le prohibiera ver sus preciados dibujos animados. Por lo que obviamente Kim se dispuso a corretearlo por la habitación igual de enfadado.

— ¡Ven aquí mocoso! ¡¿Por qué te portas mal cuándo Jimin no está?! —. Taehyung intentó atraparlo con sus manos apenas este ingresó a la cocina. Pero de un salto este se escapó corriendo por encima de la mesada velozmente. Afortunadamente no había nada peligroso a su alcance con qué hacerse daño. — ¡Uy quieto! ¡Dame eso! ¡Vamos! —.

Intentó tomarlo de las orejas al momento de casi alcanzarlo al final de la mesada, pero este fue más rápido y saltó al suelo correteando y saltando nuevamente hacia la sala.

Allí comenzó a guiarse hacia la ventana del balcón, y Taehyung no desaprovechó el momento de atraparlo cuando este se detuvo de un momento a otro a mirar hacia fuera con sorpresa. Soltando el control de su boca, alzando sus orejitas en alto, y levantando su cabecita atento a las primeras gotitas de lluvia que caían del grisáceo cielo. Esa mañana había amanecido nublado.

— ¿Te... Atrapé? —. El castaño musitó extrañado. Aún permaneciendo sus manos al rededor del cuerpito del pequeño. — ¿Qué miras? —.

Jungkook tomó su forma humanesca. Dejando ver unos bonitos ojitos de bambi totalmente brillosos y encantados con el exterior, y unos labiesitos semiabiertos de la sorpresa.

— Solo es lluvia Jungkookie —. Taehyung se paró a su lado apoyando la frente en el vidrio de la puerta balcón. Después todo este ya no parecía tener intenciones de seguir corriendo o ver la televisión, ya no había razón de seguir enfadado, de cierta forma él estaba cumpliendo su castigo. — ¿Núnca viste la lluvia? —.

El pelirosa esbozó una pequeña sonrisa sin despegar la vista del frente. Asintiendo a su pregunta, y riendo felizmente al observar como las gotitas cambiaban a una suave llovizna.

— El cielo se ve bonito cuando llora...

Musitó volviendo a reír ligeramente en lo que aplaudía emocionado. Taehyung frunció su nariz sin entender y alzó una de sus cejas procesando sus palabras.

— ¿Te parece qué el cielo llora?

El pelirosa nuevamente asintió.

— El cielo llora de felicidad porque le da agüita a las plantitas hyung.

¡Abra Cadabra! ¡Pata de... conejo? - 『Taekook』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora