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Taehyung no sabía cómo Jungkook había aprendido a desabrocharse el cinturón.

La cuestión ahora era que este lo estaba correteando en bolas por todo el departamento, y en verdad corría demasiado rápido.

— ¡¡Bastaaaa!! ¡¡Aléjate!! ¡Deja de seguirme!! —. Kim buscaba escapar con desespero. Pero para el pelirosa era demasiado divertido, y a medida que corrían sus deseos de que hyung que huele rico lo tomase incrementaban. Por lo que de la emoción no podía evitar saltar felizmente mientras reía. 

— ¡¡Pero si hyung no salta entonces es hembra!! —. Exclamó cayendo sobre su espalda cuando este tropezó con una de las zanahorias que el pelirosa había dejado caer en su habitación. — Así que no se mueva... —. Aprovechando para rozarse con su trasero.

— ¡Qué no joder! ¡No soy hembra! —. Se removió empujandolo una vez más en toda la mañana. Estaba comenzando odiar quedarse solo con el conejito humano, siempre le sucedían cosas extrañas cuando Jimin no estaba. — No vuelvas a subirte a mi espalda —.

Musitó aplastando sin fuerza su cabeza contra la almohada,  buscando inmovilizarlo ya que este se encontraba tumbado hacia abajo. Aunque era de esperarse que este bajaría sus orejitas y alzaría su traserito para él mientras flexionaba sus rodillas.

— Escucha Cosa, no puedo... Tomarte. No soy gay, y tú no eres un humano

— P-Pero yo te escogí como mi pareja... Hyung que huele rico tiene que hacerlo, además yo ya había preparado nuestro nidito, solo que usted lo desarmó... ¿Hyung que huele rico no quiere ser mi pareja? —.

— No, Cosa —. Taehyung se incorporó acercandose al armario. Buscando algo dentro de este, y al encontrarlo dejando ver un gran Oso de peluche que tenía guardado y bien cuidado. Fue en regalo de una ex novia muy antigua. — Así que deja de traer zanahorias a mi habitación —. Dejando el peluche a lado del conejito y captando la atención de este. Quién abrió sus ojos con sorpresa sin saber lo que era, pero sonrió gustoso ante la suavidad de este. — Úsalo para eso, luego lo lavaré...—.

— P-Pero...—. El conejito no alcanzó a decir más nada al ver que Kim abandonó el cuarto y cerró la puerta. No le había disgustado la gran cosa suavecita, pero no olía a hyung que huele rico.

Se incorporó un poco ansioso acercandose a la sesta de ropa. Buscando la camiseta más grande de Kim, olfateandola para asegurarse de que oliera a él, y torpemente intentar ponerle la prenda a la gran cosa suavecita.

Una vez hecho esto, no tardó en tomar el oso, y corretear por toda la habitación alegremente mientras reía y aspiraba el aroma de la ropa. Terminando por volver a saltar hacia el nidito de Kim con el pelucho bajo suyo, y comenzar a frotarse velozmente contra este mientras cerraba sus ojitos gustosamente.

Su nuevo “juguete” le había sentado muy bien.

A todo esto Taehyung estaba sentado en una de las sillas del comedor esperando. Observando con disgusto el sofá lleno de su ropa tirada y desparramada por doquier con pedazos de la lechuga hasta en el suelo. Limitándose simplemente a apartar la mirada y continuar buscando por internet una solución a su problema.

“Brujas que transformen conejos en Corea”

“Conejos humanos por magia en celo”

“¿Las bolitas de los conejos mágicos son comestibles o realmente son popó? ”

Pero distrayendose nuevamente cuando Jungkook se acercó a él tan solo con una camiseta puesta. Mientras abrazaba al gran peluche casi de su tamaño, el cual también tenía una camiseta mal puesta con la cabeza en uno de los espacios de los brazos, y aún le colgaban restos de lo que el pelirosa le había hecho al pobre oso.

¡Abra Cadabra! ¡Pata de... conejo? - 『Taekook』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora