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  — ¡Buenos dí...

  La Sra. Kim guardó silencio observando ligeramente perturbada hacia el living luego de bajar las escaleras con su pijama puesto. Taehyung se encontraba recostado en el sofá dandole piquitos al conejito en la boca. Literalmente al conejito, en su forma animal. ¿No era que le daba asco?

  — Niños...—Jungkook alzó sus orejitas exaltado tomando distancia. Su novio se acomodó en el asiento. ¿No estarían haciendo cosas raras de esa forma cierto? — ¿Q-Qué están haciendo? —.

  Bunny correteó hacia el baño. Poco tiempo después salió luego de cambiar de forma y vestirse. Caminó con sus orejitas bajas por la sala hasta llegar a su pareja. Vió a mami con timidez.

  — N-No hacíamos nada mami...—Aseguró. La mujer cerró sus ojos negando con cansancio.

  — Ni siquiera intentes decirme algo Kook, no después de lo que escuché —Dijo continuando su camino hacia la cocina. Jungkook se encogió de hombros viendo al castaño. Él rió atrayendolo de la cintura para sentarlo en su regazo.

  — La dejaste traumada amor —Comentó Kim. Bunny bajó sus orejitas dándole un pequeño golpe en el hombro. — Si ya sé que fue culpa de ambos, no me pegues Bunny —.

  — Ush, entonces no- —Tae besó sus labios. Lo miró, luego volvió a unir sus bocas atreviendose a tocar su lengua con la suya. Jungkook estremeció. Tomando distancia y poniéndose de pie inmediatamente apenas escuchó los pasos de Hye Young.

  — ¿Ya desayunaron? ¿Les preparo algo amores? —Indagó asomándose por la columna que dividía los espacios. Frunció su ceño entrecerrando sus ojos al ver al menor ruborizado hasta las orejas viéndola con pánico. — ¿Ya empezamos? ¿Taehyung no tienes universidad tú? —.

  — Es que me voy a quedar con Kook por hoy...—Musitó tomando la mano de su menor. Él lo vió con sorpresa. Su hyung estaba muy pegote. — No sucederá nada malo con que falte un día, y, quiero estar con él —.

  — Kim Taehyung...—Su madre echó un suspiro. Su hijo se abrazaba al torso de su novio viéndola con unos orbes decaídos. No era un capricho, a él realmente le sucedía algo.

  Últimamente andaba detrás del conejito. Abrazandolo, besandolo, o intentando permanecer cerca suyo en lo más posible incluso sí eso significase faltar a clases. Sus padres no comprendían que sucedía, pero ellos estaban raros, por más juntos que estuviesen, había algo que no cuadraba.

  — ¿Ya desayunaron? —Volvió a preguntar. Jungkook asintió, entonces simplemente se limitó a volver a la cocina y darles su espacio.

   — No deberías faltar a clases Tae. —Le habló el azabache viendo a su mayor desde arriba. Él ocultaba parte de su rostro en su abdomen sin dejar de rodear su cintura con sus brazos. No respondió. — Hyung. —Lo llamó.

   — No me importa... Sólo quiero quedarme aquí contigo. —Kim inhalaba el dulce y apetitoso aroma de su Omega. No quería alejarse. —Quedarme... Para siempre contigo —Replicó subiendo sus orbes hacia su Bunny.

   Extraño. Aún no se acostumbraba, y aunque estuviese conciente que en dos meses no podría conocer a Jungkook en su totalidad, el cambio drástico de actitud y comportamiento de su menor lo dejaba perplejo. Talvez era hora de soltar los rastros de conejito inocente y traviso que había conocido alguna vez.

   — Taehyung hyung no deje de lado sus estudios por mí, su madre bien lo dijo, eres muy joven no debes enfocarte en otras cosas ahora, además ya vas por el tercer año sería un desperdicio dejar todo por lo que has trabajado. —Taehyung, su madre. Se sintió algo incómodo al oírlo, pero optó por no comentar nada al respecto.

¡Abra Cadabra! ¡Pata de... conejo? - 『Taekook』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora