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— L-Lo Siento...

Musitó el pelirosado con sus orejitas hacia atrás, viendo con expresión afligida como el mayor soltaba castos quejidos con la mano en sus pantalones aún acostado en la cama.

— ¿Cómo creíste qué tendría una Zanahoria en mis pantalones? —. Preguntó Taehyung con indignación. Apenas se estaba yendo el dolor.

— E-Es que vi un bulto... Y por la forma... Talvez creí que...—. Sus ojitos se aguaron una vez más. — N-No quise lastimarte...—. Cubrió su rostro con sus orejitas intentando evitar que lo viese llorar, y este suspiró quitando la mano de su pantalón.

— Está bien, no te preocupes, sé que no fue tu intención... —. Comenzó a intentar hacerle entender que ya había pasado, pero...

— ¡¡DEJARÉ QUE LE HAGAS LO MISMO A Mi COSITA O COMO SE LLAME!! —. Jungkook lo interrumpió dando un gran grito mientras se bajaba los pantalones frente al mayor.

A lo que este abrió los ojos en grande sorprendido, pero luego suspiró aliviado al ver que la camiseta que llevaba el menor era lo suficientemente larga para tapar sus partes.

— También se llama pene, y, no te haré lo mismo —. Rodó los ojos subiéndole los pantalones sin mirar. Y este abultó sus labios aún sin poder evitar sentirse mal.

— R-Realmente lo siento... Hyung... —. Musitó en voz baja con un nudo en la garganta, conteniendo más lágrimas que amenazaban con escapar de sus preciosos orbes. Él era un conejito, pero sus ojitos eran de bambi.

— Está bien, ya pasó... Cosa —. Suspiró tomando asiento. — N-No sigas llorando... —. Comentó comenzando a acariciar su rosada caballera suavemente buscando reconfortarlo.

— H-Hyung... —. Pero lo que el castaño no sabía es que Jungkook no solo lloraba por eso. En realidad lo hacía por algo un poco más... Mmm... vergonzoso...

— ¿Qué sucede?... Oh... ¡J-Jungkook!—. Exclamó un alarmado Taehyung incorporándose rápidamente ante lo que sus ojos estaban presenciando.

— L-Lo siento...—. Susurró el menor bajando la mirada hacia su húmeda ropa junto con la cama del castaño. Jungkook no sabía ir al baño...

— Ohh cosa... E-Está bien no te preocupes... —. Musitó este buscando mantener la calma aún sin saber que hacer.

No es como si todos los dias un conejo humano le meara la cama...

— Ven bájate, lo mejor será que te des un baño... Uh, tampoco creo que sepas... Solo quítate la ropa y ve al baño...—. Suspiró quitando las sábanas luego de que este se incorporara. Aunque no tardó en ir y meterlas en el lavaropa del pequeño lavadero que tenían y volver con el conejito.

Quién solo se había retirado el boxer y los pantalones, intentando sacarse la camiseta pero solo logrando atorarse en la misma.

— D-Déjame te ayudo —. Musitó el más alto terminado de sacarle la camiseta con sus mejillas ruborizadas,  no quería bajar la mirada hacia cierta cosa colgando. — Bien... Solo esperaremos a que se llene la bañera ¿Ok? —. Dijo poniendo el agua en la tina.

En lo que este solo se mantenía cabizbajo y agachadito en el suelo en total silencio. Simplemente limitándose a asentir levemente con algo de timidez. Cabe decir que sentía mal, y entendía menos de la mitad lo que estaba sucediendo. No recordaba nada de su pasado, y se encontraba en la casa de unos extraños... habiendole mordido la cosa que no recordaba como se llamaba a uno de ellos, sin mencionar que también había hecho sus necesidades en el “Nido” del mismo.

¡Abra Cadabra! ¡Pata de... conejo? - 『Taekook』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora