Nos dimos cuenta de que habían pasado un sinfín de cosas entre nosotros y, lo más duro, que no habíamos hablado de ello, como nos prometimos apenas hacía unos meses.
Lily y Scorpius estaban mejor que nunca; dormían juntos todas las noches y disfrutaban de esos meses de estabilidad entre ellos. Ambos, pero, querían continuar con el juego cuando regresáramos a Hogwarts.
- Nos justa estar juntos, realmente estamos genial – había dicho la chica Potter mientras se colocaba correctamente las gafas. – Es solo que no queremos aburrirnos.
Entendía su punto de vista, aunque no la compartía.
Había parejas que se veían estancados en una relación cerrada y necesitaban estar con otros para disfrutarlo bien.
- Nosotros nos queremos, y no querremos a nadie más – explicó el rubio platino, compartiendo miradas, afirmando lo dicho. – Solamente deseamos que nuestra relación no sea monótona; hablar y pactar con quién queremos estar y qué queremos hacer.
Era sensato. Ellos decidían qué querían hacer con su vida y yo, amiga de ambos, siempre les desearía lo mejor.
Lena e Isabella estaban en otro mundo: a ellas les gustaba el poliamor.
- Yo no me veo con una misma persona durante mucho tiempo – susurró Nott. – Me da repelús solo de pensarlo.
Reímos un poco antes de contarnos que habían encontrado a alguien que aceptaba esa relación, que no las tachaban de desviadas o de enfermas mentales por quererse entre ellas y, además, querer encontrar a otros.
- ¿Mis hermanos os han ayudado en alguna cosa?
- Tus hermanos han puesto en palabras lo que nosotros necesitamos.
- ¿Estáis juntos? – murmuré bajo.
- Nos estamos conociendo – Isabella me sonrió. – Son muy agradables.
- Y follan demasiado bien – añadió Nott.
- ¿Qué esperabas? – sonreí prepotente. – Los Petit lo hacemos todo demasiado bien.
Lena se tiró encima de mí, abrazándome con fuerza después de intentar hacerme cosquillas y fracasar estrepitosamente.
- Gracias por aparecer en nuestras vidas – besó mi mejilla. – Te has convertido en una persona primordial para nosotros.
Mis ojos se aguaron unos segundos, coloreándome un poco antes de enderezar la espalda y ofrecerles mi mejor sonrisa; yo también me alegraba de tenerlos en mi vida.
Después nos tocó a Albus y a mí hablar sobre nosotros.
- Yo no quiero estar con nadie más – esas fueron mis palabras después de un largo silencio, sentándome entre las piernas de Albus hasta acurrucarme en su pecho.
- Yo tampoco.
Fue ese beso en la mejilla, muy cerca de mis labios, lo que me hizo llorar a mares; me faltaba el aire, mi pecho quemaba y mi cabeza no paraba de pensar.
Pasó rato, mínimo para mí, hasta que mis amigos me calmaron con palabras tranquilizadoras y caricias constantes.
- ¿Qué te ha dicho Toni, Elna? – me miré las manos, intentando respirar al compás cuando las palabras del azabache se escucharon.
Y lo expliqué.
Les conté que el verano que viene me casaría con la persona que había abusado de mí. Les conté que esa persona me quería, que esa persona me respetaba y que esa persona, junto a mis abuelos y madre, querían lo mejor para mí.

ESTÁS LEYENDO
La profecía
ФанфикAlbus Severus Potter, un nombre que recordaría toda mi vida y nunca podría agradecerle suficiente lo que ha hecho por mí. Me llamo Elna Petit; junto mis dos mejores amigas he hecho un cambio radical en mi vida iniciándola en el Colegio Hogwarts de...