Alcé la barbilla al salir por el otro lado de la chimenea, encontrándome en una cocina comedor con demasiadas cosas.
- Bienvenida a La Madriguera – tenía a Albus detrás, él fue el último en salir. – Permíteme que coja tu túnica, por favor – me la sacó gentilmente.
- ¡Joder! – el grito de Lena me hizo reír. Entraba por una puerta exterior, junto a Isabella y Scorpius. – Ese vestido no es tuyo – señaló a Lily.
- Me lo ha prestado Elna.
- Es tuyo – le recordé.
- ¿Se lo has regalado? – preguntó Isabella haciendo una vuelta alrededor suyo.
- Así es – asentí. – Le queda mucho mejor que a mí, ¿verdad, Scorpius?
Malfoy tenía la boca ligeramente abierta, mirándose a Lily de arriba abajo.
- No sé cómo te queda a ti, – se recompuso – pero le queda fabuloso.
- Gracias – la chica se acercó a él. – Tú tampoco estás nada mal.
- Un simple esmoquin – se alisó un poco la americana.
- Pero el azul realza tus ojos – le tocó la corbata. – Estás muy guapo.
- Gracias.
- Vosotras también – añadí mirándome a las chicas.
- ¡Gracias! – gruñó Lena. – Pensaba que no diríais nada.
Su vestido era ceñido, color rosa palo, que le llegaba por debajo las rodillas. Llevaba unos tacones muy altos que resaltaban su figura esvelta y el flequillo en perfectas condiciones. Isabella, por el contrario, llevaba un vestido largo verde claro que marcaba su cintura gracias a un cinturón plateado. La parte de arriba estaba decorada con lentejuelas del mismo color y sus zapatos eran plateados con poco tacón. Se había llevado el pelo hacia atrás con una diadema.
Estaban realmente bonitas.
- No es por nada, pero la abuela se va a mosquear si no salimos ya – comentó Albus.
- Todos tienen muchas ganas de conocerte, Elna – rio Scorpius. – ¿Preparada para ser el centro de atención?
- Por supuesto – sonreí. – Nací para esto.
- Prepotente – se burló Albus.
- No tanto como tú – le guiñé un ojo. - ¿Me indicas?
- Debéis saber que no todos van bien vestidos – puntualizó Isabella.
- Y Victoire ha traído a su novio – añadió Lena. – Es un puto bombón, de verdad, te derrites solo con mirarlo.
- ¿Habéis hablado con él? – preguntó Lily abriendo la puerta exterior.
- Que va – negó la azabache mientras Albus me colocaba la túnica encima los hombros. – Hemos llegado cinco segundos antes que vosotros; solo hemos entrado a dejar las túnicas y a saludar a los señores Weasley.
- Cuando hemos visto a tus padres, hemos entrado a por vosotros – aclaró Malfoy.
El patio era grande, muy grande, y en el había una enorme carpa de color blanco.
- ¿Preparada? – asentí.
- Gracias por estar a mi lado.
- Quiero ser el primero en reírme – le pegué cariñosamente mientras los otros entraban en el lugar, soltando todo el aire antes de hacerlo yo.
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La profecía
Fiksi PenggemarAlbus Severus Potter, un nombre que recordaría toda mi vida y nunca podría agradecerle suficiente lo que ha hecho por mí. Me llamo Elna Petit; junto mis dos mejores amigas he hecho un cambio radical en mi vida iniciándola en el Colegio Hogwarts de...