Durante esa reunión con mis hermanos y amigos en Halloween, después de calmarnos y hacerme la primera prueba de embarazo, Kai estableció unas normas bastante estrictas para mí.
- ¿Cómo sabías que estabas embarazada sin la prueba? – preguntó Scorpius extrañado.
- Hay algo que solo tenemos las mujeres, se llama menstruación, y cuando dejas de tenerla, puede significar que estás embarazada – dijo burlona Lena.
- También puede ser por estrés u otros facto...
- Que en este momento no vienen al caso – Isabella hizo callar a Iu.
- Lo que quiero decir es – Kai los calló otra vez – que hay cosas que debes saber.
Nos contó un sinfín de cosas, desde los más habituales con la comida hasta los viajes que podíamos o no podíamos hacer.
Estaba sumamente prohibido beber alcohol, tomar cafeína o teína y fumar. Además de aconsejarme no tomar atún rojo, pez espada o tiburón, igual que los brotes crudos, carne poco hecha y sushi.
- En ese sentido – añadió – puedes estar tranquila. Nuestra dieta mediterránea es muy variada y no notaras casi la diferencia.
- Estoy en Hogwarts – murmuré. – Aquí es muy distinta.
- Podríamos hablar con los cocineros.
- Tendríamos que hablar con la señora Pomfrey, es la única que permitiría un cambio en la comida – murmuró Albus. – Es la enfermera, debe saber qué sucede.
- Estoy de acuerdo – asintió Nil. – Aunque creo que deberíamos ir y hablar todos con ella.
- ¿Por qué? – pregunté.
- No sé como trabajan aquí, pero en Beauxbatons necesitaban informes médicos mensuales – explicó Max.
- Debería ser así – asintió Hug.
- Si quieres, puedo llevarte yo.
- Claro que quiero – mis ojos se aguaron. – Eres de los mejores obstetramagos, Kai.
- Bueno – rio. – Gracias.
- ¿Qué más necesita? – Albus agarró mi mano, entrelazando nuestros dedos, sin dejar de mirar a mi hermano.
Contó que debía tomar vitaminas, las cuales me traería ese mismo día, además de hacerme entender la necesidad de comer entre cuatro y cinco veces al día, aumentando el consumo de frutas, verduras y pescado azul.
- Deporte, si puedes, todos los días.
- ¿Puedo nadar? – pregunté ilusionada.
- Deberías – asintió. – Y el quidditch...
- Nada de quidditch – negó Severus.
- ¿Cómo que...?
- Te limitaras a estar en las gradas, mirándonos y animando junto a los otros.
- No.
- Por supuesto que sí – asintió.
- Tu madre me contó que voló hasta los seis meses y...
- Que no – negó. – Mi madre no tenía una fuente de estrés constante y el especialista dijo qu...
- Yo no tengo una fuente de estrés constante.
- ¿Estás de coña? – alzó una ceja. - ¿Y el chiflado al que llamas hermano qué es? ¿Un poltergeist?
Apreté los labios unos segundos, percatándome de la verdad.

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La profecía
Fiksi PenggemarAlbus Severus Potter, un nombre que recordaría toda mi vida y nunca podría agradecerle suficiente lo que ha hecho por mí. Me llamo Elna Petit; junto mis dos mejores amigas he hecho un cambio radical en mi vida iniciándola en el Colegio Hogwarts de...