La música sonaba fuerte en esa habitación, todas las personas estaban de pie, con un vaso de vidrio en la mano, bailando, hablando, sobando.
Los de séptimo habían organizado una fiesta en un aula bacia, alagando el final de un año demasiado duro, explicando sus futuras aventuras a partir de ese momento en el mundo adulto, necesitando desahogarse como orangutanes sin celebro.
- Hola, guapa – sonreí al verlo balancearse hasta que se apoyó en la pared. - ¿Te diviertes?
- Bastante – asentí.
- Llevo mirándote un largo rato, ¿por qué estás sola?
- Me gusta observar a la gente, Freen – le acaricié la mejilla. – Has bebido mucho.
- No.
- No estaba preguntando – reí.
- Realmente no he bebido, de verdad – Dylan resbaló hasta el suelo. – Solamente dos o tres vasos.
- ¿Habías bebido antes? – negó. – Pues has bebido mucho – me arrodillé delante de él, sacándole el cabello pajizo de los ojos.
- Todo me da vueltas.
- ¿Te acompaño a su sala común?
- ¿Vas a violarme por el camino? – alcé una ceja. – Te recuerdo que soy gay y virgen – negué divertida. – Pensándolo mejor, quiero que me violes y me quites la virginidad.
- ¿Qué dices? – coloqué su brazo derecho encima de mis hombros, ayudándole a levantarse.
- ¿Recuerdas ese chico del que te hablé hace tanto? – asentí.
- Nunca me dijiste el nombre, solo que era un león.
- Así es – asintió. – Me dijo que era simpático, pero que no quería salir con un ratón de biblioteca virgen.
- ¿Cuándo te dijo eso? – lo miré a los ojos, estaban entrecerrados y un poco rojos.
- Ayer – rio. – Soy penoso.
- No lo eres – negué apretando los labios. – Mejor me callo.
- No lo hagas.
- No conozco tantos insultos en inglés – empezamos a andar.
- Pues dilos en el idioma que quieras – sonrió. – Me imaginaré lo que dices.
- Que hacer eso es ser un egocéntrico e inmaduro que solo está con la gente por intereses – gruñí. – Estoy segura de que es un completo gilipollas estirado que tiene la misma valentía que un conejo asustado.
- Nunca lo hubiera dicho mejor.
- ¿Verdad? – bufé. - ¿Quién es ese capullo?
- Supongo que preguntas por el chico – asentí. – No te lo voy a decir – no me dejó replicar, me tapó la boca con la mano que estaba encima de mis hombros. – No creo que seáis amigos, pe...
- Yo no soy amiga de gentuza como esa – gruñí al destaparla.
- ...ro tampoco quiero que le cojas manía por ese motivo – terminó. – Cada uno le gusta quién le gusta y debemos aceptar los rechazos con orgullo.
- Eres demasiado bueno.
- Tampoco te creas.
Frené. Estábamos en medio del aula, la actual pista de baile para algunos, mirándonos a los ojos de lado.

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La profecía
FanfictionAlbus Severus Potter, un nombre que recordaría toda mi vida y nunca podría agradecerle suficiente lo que ha hecho por mí. Me llamo Elna Petit; junto mis dos mejores amigas he hecho un cambio radical en mi vida iniciándola en el Colegio Hogwarts de...