5. Iniciación

163 16 0
                                    

Caminaba entre Albus y Scorpius en silencio, dirigiéndonos a la última clase del día: aritmancia.

- 7A – repetí en un susurro.

- No te preocupes por no aprenderte las clases – Scorpius sonrió sin apartar la mirada del camino.

- Llevamos una semana de clase, una, – remarqué – y no consigo aprenderme nada.

- No importa el nombre de la clase – Albus se removió el pelo. – Lo importante es que sepas llegar.

- Ese es el problema, que me pierdo – murmuré.

- ¿Por qué crees que estamos nosotros aquí?

Habíamos dejado a las chicas en el tercer piso, tenían clase doble de defensa, antes de dirigirnos hacia el séptimo con lentitud.

Ellos estaban allí porque no les quedaba otra. Bufé.

- Piensa que, dentro de un rato, vamos a hablar de "eso" – la gran sonrisa del moreno me hizo rodar los ojos.

- Ya, bueno, "eso" es lo que me preocupa.

- "Eso" no te tiene que preocupar – Hyperion le guiñó un ojo a una chica que bajaba por las escaleras, poco más y se cae desmayada. – Es divertido.

- Claro. 

Caminar entre esos dos era bastante intimidatorio. Ambos eran tipos apuestos que captaban las miradas de casi todas las chicas de la escuela, algunos chicos también.

Malfoy, rubio peinado hacia atrás, nariz respingada y ojos grises de tez tenue, contrastaba con la apariencia de Potter, azabache de pelo imposible y ojos verdes esmeralda. Ambos eran chicos altos, Hyperion un poco más que el moreno, que, con sus poses chulescas e indiferentes, enamoraban a cualquiera.

- Algún día las babas de todos van a inundar el castillo – gruñí.

- ¿Babas?

- O posiblemente matéis a alguien por los giros de cabeza que hacen para miraros.

- ¿Qué? – Scorpius me miró divertido.

- Parecéis estúpidos, ¿no veis lo que provocáis en la gente o qué?

- Claro que lo vemos, Petit – ambos se acercaron más a mí.

- Es parte del juego.

- ¿Del juego?

- Claro – me miraron intensamente. – Esta noche te pondremos al día de todo y, mañana, va a ser tu iniciación.

- ¿Iniciación?

- Iniciación – Malfoy sonrió presuntuoso. – Creo que v...

- ¡Elna! – la voz de Cléa nos hizo parar de golpe. - ¿No me presentas a tus amigos?

- Lo he intentado en varias ocasiones, pero siempre estás muy ocupada – mis amigos rieron.

- Nada – hizo un movimiento raro con la mano. – Ellas son Penny Jackson y Kate Olson, también compañeras de cuarto.

- Un placer – les extendí la mano. – Ellos son Scorpius y Albus.

- Encantada de conoceros, chicos – rodé los ojos.

- Ya era hora que conociéramos la otra amiga de Elna – Albus le sonrió.

- No soy la otra amiga, soy la amiga y he estado ocupada.

La profecíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora