La profecía

10. Frío

Diciembre llegó congelando todo mi cuerpo.

Siempre había pensado que el invierno en Beauxbatons era frío por su ubicación en los Pirineos, pero estar en Hogwarts me hizo ver que no era así.

Scorpius me había prestado su bufanda, la llevaba encima de la mía mientras andábamos hacia el pueblo.

- Tampoco hace tanto frío, Petit – se burló Albus.

- Lo hace, mucho – Cléa tiritaba.

Después de una larga charla en el espejo, Cléa había reconocido que actuó mal. Se disculpó y me sentí aliviada, mucho más de lo pensaba. Eran mis mejores amigas desde los once y discutir por una tontería, me enfermaba.

Era cierto que nuestra relación había cambiado significativamente desde inicio de curso. En Francia pasábamos las 24 horas del día juntas; en Escocia solamente nos juntábamos en algunas clases y en algunos tiempos libres, que eran muy pocos, pero continuaban siendo mis mejores amigas y las quería con locura.

- Podríamos quedarnos en el colegio – gruñó Nessa. – Nos lo pasaríamos igual de bien.

- Te vas a ir a tu país la semana que viene, Murphy – Roxy cogió su brazo. – Debemos hacer algo diferente y salir de ese castillo.

- No es normal que hagan una salida a Hogsmeade con este tiempo – añadió Cléa.

- Oh, por favor – Lena se giró deteniendo su paso. – Solo está nevando, no es para tanto.

- En nuestro país no hace tanto frío – susurré. – Nieva, es cierto, pero el colegio hechiza los caminos para no sufrir tanto.

- Ven – Scorpius me rodeó los hombros con su brazo. – Abrázate a mí, intentaré darte un poco de calor.

- Eres el mejor.

- Albus, ¿puedo abrazarme a ti? – Cléa se colocó a su lado, con los ojos llorosos por el viento.

- No.

Y continuó con su camino, sin decir más, sin mirarla. Impasible.

- ¿Cómo puede ser tan borde el capullo este? – gruñó haciéndome reír.

- Él es así – me encogí de hombros.

- Le voy a meter un palo por el culo al final – se abrazó a si misma. – Imbécil que es.

- También está en su derecho a decir que no, ¿no? – Nessa seguía pegada a Roxy.

- Por supuesto que lo tiene, pero es cordialidad.

- ¿Cordialidad? – pregunté divertida.

- Bueno, posiblemente no sea la palabra, pero me has entendido perfectamente.

-¿Qué decís? – preguntó Scorpius en un susurro.

- Cléa está indignada por no recibir un abrazo.

- ¿Dónde están tus amigos de Ravenclaw? – Lena se colocó al lado de la rubia.

- En el castillo, supongo.

- ¿Por qué no han venido? – preguntó Isabella.

- El lunes tenemos exámenes, están estudiando.

- ¿No deberías tú? – Lily la miró con una ceja alzada.

- Debería, pero es el último fin de semana con Elna y quería estar con ella.

- Que buena amiga – murmuró Albus entre dientes.

Entramos en Las Tres Escobas recibiendo el calor interior. Fui directa a la mesa del fondo, sentándome delante de la chimenea, colocando mis manos casi en el interior.