Capítulo 19

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Si había algo que me gustaba de mi familia era ser tan unidos y que todos amaramos la joda sin importar las diferencias de edades que existía entre todos, desde temprano podías sentir ese ambiente que poco a poco se iba creando con la música sonando desde la tarde, el olor a asado y la cerveza que circulaba en un vaso que pasaba de mano en mano siendo parte de nuestra previa.

Cerca de las siete había bajado para unirme a ellos y ver si podía ayudar en algo más que no sea pegarme al vaso de cerveza y saciar la sed que tenía desde temprano. Pero cuando se hicieron las ocho y media tuve que volver para abrirle la puerta a Lionel y dejarlo bañarse en mi casa aprovechando el tiempo para prepararme para la noche dejando de lado el pijama que traía puesto.

Mi teléfono vibro sobre la mesita de noche y me acerque prácticamente corriendo, pensando que podría ser otro mensaje de él, el cual también tenía pensado ignorar, o ser alguno de mis amigos avisándome que ya estaban abajo, algo que no era muy probable teniendo en cuenta que llegar tarde era una de las cosas que más los caracterizaban.

Lauti: ¿Podemos subir? Llegamos muy temprano y todavía no me animo a entrar.

Lauti: Además, quiero que vea que no todos son unos raritos.

Sabri: ¿Yo vendría a ser la normal de la familia?

Lauti: Algo así jajaj

Sabri: Está abierto, entren rápido antes que alguno los vea.

Me pongo de pie para dirigirme al living, donde no pasa mucho para que la puerta se abra y por ella entren los adolescentes tomados de la manos y con un claro nerviosismo.

—Hola. Sabrina, la prima favorita de Lau —le dije con una sonrisa acercándome para saludarla.

—Hola. Maite.

Me tome un segundo para mirarla bien notando que la diferencia de edad no era obvia y que incluso mi primo parecía ser mayor que ella. Pero lo que sí era obvio era el buen gusto que tenía mi primo en cuanto a chicas, Maite no era solo una colorada muy hermosa, sino que también inteligente y dulce, algo que descubrí después de hablar solo un poco con ella.

—¿Quieren tomar algo mientras tanto? Tengo cerveza y creo que media botella de vino — les pregunté caminado a la cocina para buscar lo que yo si quería seguir tomando.

—Cerveza para los dos — me contestó Lauti. Asentí agarrando dos latas más para posteriormente caminar hacia ellos y entregárselas.

—¿Este año terminas el secundario, Maite?

Ella miró a Lautaro sin saber muy bien que decir, a lo que él asintió con una sonrisa para darle a entender que yo ya sabía su secreto.

—Sí, la semana siguiente sería la última.

—¿Sos de esas que están aliviadas por ya terminar o las que están nostálgicas y tristes? — pregunté recordando mis últimos días en el secundario y el golpe de emociones que había tenido.

—Un poco de ambas. Triste porque se termina una etapa de mi vida que considero que fue la mejor y también porque voy a dejar de frecuentar tanto a mis amigas una vez que estemos fuera. Y aliviada porque ya no voy a tener que matarme estudiando para los exámenes, por lo menos por un tiempo.

—Si quieren se pueden organizar y buscarse un tiempito para verse — le dije refiriéndome a su grupo de amigas — mientras, disfruten a pleno esta última semana. ¿A qué colegio vas?

—Al Libertador. No sé si lo conoces, está en capital.

Asentí.

—Sí, una amiga estudió ahí. Bastante exigente es.

El chico de InstagramDonde viven las historias. Descúbrelo ahora