Capítulo 11

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Sabri_nardella: Creo que ya lo sé. Sos YouTuber ¿Cierto?

Brandonn.acv2: No. Seguí intentando, corazón.

Habían pasado dos días desde que nuestro pequeño juego había comenzado y a esta altura, lamentablemente para mí, las ideas ya se habían agotado, mi cabeza no salía de cuatro posibles opciones que me parecían tener sentido en base a lo que sabía de él, pero el maldito de Brandon las había descartado más de una vez sin importar como se lo planteara. Lo primero que pensé cuando me dijo que parte del mundo lo conocía es que era actor, uno de esos que hacen series o películas que no tienen tanto alcance más que para aquellos que conocen el idioma, y eso podía explicar por qué yo no lo conocía (Me iban más las series extranjeras que manejaban el inglés porque aprendía un poquito viéndolas con subtitulo). Sin embargo, esa no era.

La segunda era que se trataba de un modelo exclusivamente español, o sea que solo hacia campañas para allá y que solo tenía reconocimiento en Europa y no tanto en Argentina. Además, cumplía con todo un perfil de modelo, o por lo menos para mí era así. La duda quedó a pesar de que Brandon me repitió más de una vez que no era un modelo y que estaba lejos de eso.

La tercera y la que no tenía tanto sentido como las otras, es que era un cantante de algún genero popular que apenas empezaba o que no tenía tanto reconocimiento en Argentina, pero si en Europa y parte de Latinoamérica. Pero entonces aparecía este pequeño problemita que me hacía replantearme esta posible opción: su perfil no cumplía con el de un cantante, Brandon lo mantenía en privado, no tenía tantos seguidores y no subía fotos en algún estudio de música o algo que tenga que ver con eso. De hecho, sus fotos publicadas no te dejaban ninguna otra pista porque en ellas solo aparecían él y alguno de los miembros de su familia (Los cuales también tenían su cuenta de Instagram en privado como para profundizar en la investigación)

Lo que me llevaba a pensar en la cuarta opción y una de las más probables (Pero otra que había rechazado): Y es que era parte de un grupo de youtubers, ya saben, de esos que hasta tienen una casa en la que viven todos juntos y hacen todo junto, y tenía su perfil personal en privado porque manejaba, junto con su compañeros, un Instagram con el nombre de su team manteniendo esa línea que separa su trabajo de su vida.

—¿Terminaste? — me preguntó Lionel apoyándose en el marco de la puerta.

—Sí — le dije terminado de guardar la poca ropa que había traído en uno de los cajones que había desocupado para mí, para posteriormente acercarme a él para abrazarlo— ¿Cómo estás?

—Estoy bien ¿Por qué?

—Por nada solo te quería preguntar cómo estabas — le contesté obligándolo a moverse conmigo hacia la cama — Del uno al diez ¿Qué tan feliz estas con la idea de que invada tu casa y tu cama?

Él cae sobre mí, pero enseguida se mueve para quedar a mi lado, ambos mirando al techo.

—Un ocho setenta y nueva.

—Redondeamos a nueve por los decimales y le sumamos un punto por lo linda que soy y lo mucho que me amas. Así que nos queda un diez. — concluyo girando sobre la cama para poder mirarlo. Él, como todo buen amigo, asiente dándome la razón, o bien, estando de acuerdo conmigo. —No, pero hablando en serio ¿No te jode que me quede un tiempito?

—No, Sabrina ¿Por qué me iba a joder? Sabes que, si puedo ayudar en algo, lo hago, además yo te dije que te quedes acá y no en lo de Gala así tenés más comodidad.

—Bueno, qué sé yo, me da un poquito de miedo que dentro de un par de días te canses de mí y de ser mi amigo — admití.

—Como estamos hoy con las inseguridades, eh — me dijo copiando mi posición para también mirarme — ¿Sabes? No te lo dije, pero estaría necesitando romper un poco con esa soledad constante. Últimamente me siento muy solo, no sé, creo que los veinticinco ya me pegaron fuerte.

Evite cualquier expresión que podía a llegar hacer. Era raro que Lionel diga eso, aunque era obvio que en algún momento iba a querer terminar con esa distancia que aplicaba constantemente con todas las personas, pero no era algo que esperábamos que pasé ahora. Conocía bien a mi amigo, sabía lo que le gustaba y lo que no, a quien odiaba y quien amaba, el pequeño grupo de personas que le había gustado, el tipo de persona con el que le gustaba relacionarse, pero, sobre todo, sabía que él necesitaba tener su espacio, estar lejos de la gente para poder pensar con claridad y que el ruido y las multitudes no eran los suyo. Así que compartir su espacio seria romper o quebrantar un poco todo eso, algo que ahora me asustaba porque quizás no le guste tanto eso.

—Ya veo ¿Y no te da cosita que esta convivencia improvisada salga fatal y me dejes de querer o que dejemos de ser amigos?

—Estas muy paranoica. Eso no va a pasar — me aseguró — Nos desvirgamos juntos, suena horrible cómo no lo dije, pero es la verdad; nos vimos incontables de veces desnudos, nos besamos más de lo que deberíamos y seguimos siendo amantes. Si con eso no se arruinó nuestra amistad ¿Pensas que una tonta pelea o discusión sobre quién dejó la ropa en el piso o dejó todo un desastre, va a cambiar nuestra relación o arruinarla?

Tenía un buen punto.

—Poniéndolo así, no creo que pase, pero el miedo me deja la duda.

Lionel pasó uno de sus brazos por mi cintura mientras que usaba el otro para apoyarse. Yo también me moví buscando mi comodidad para empezar a contarle alguna de las cosas que habían pasado en la semana, le hablé de un par de pacientes que había empezado a tratar, las historias que ellos me contaban, el cariño con el que me trataban y no faltó hablar del problemita que se estaba desatando en el grupo y que poco a poco nos involucraba a todos.

—Está todo muy complicado. Entiendo el punto de Matías, es sobreprotector y la quiere cuidar, pero no es la forma ¿Por qué seguir ocultándole las cosas? O ¿Por qué suponer que ella todavía sigue enamorada de él? Pasó hace mucho lo de Fabian así que no veo porqué él podría ser un posible de motivo de su separación con Santiago. No tendría que mezclar las cosas. Además, ninguno de los dos es lo que era en ese momento, crecieron.

—¿Ya pasó antes? Eso de mentirle — le pregunté.

Él asintió.

—Cuando fuimos a Córdoba con los chicos, salimos las dos últimas noches con Fabi, era la primera vez que yo lo veía después de años. — Me empezó a contar — La última noche, como era de esperarse, hicimos desastre y nos pasamos tomando. Mati estaba peor que todos y bueno empezó a hablar.

—¿Te lo dijo solo a vos?

—No. Estábamos todos en una mesa, no sé si los otros se acuerdan, y Fabian empezó a hablar diciendo que extrañaba vivir en Baires y salir con nosotros, supongo que eso fue lo que sensibilizó a Mati haciéndolo sentir otra vez la culpa por no haberle dicho a Bianca que sabía que Fabian se iba a ir y porqué se fue.

—¿Él sabía?

—Sí, y cuando sacó el tema la cara de Fabi cambió totalmente — me dijo — Estábamos muy borrachos, pero te juro que vi que se le cayó una lagrima.

—Seguro que también se siente culpable o se acordó lo que perdió.

Y lo último era más que probable.  


El chico de InstagramDonde viven las historias. Descúbrelo ahora